El cielo, desde el punto de vista religioso, era el paraíso que se ganaban aquellos que habían vivido en paz, armonía, justicia y bondad. Otra construcción hecha por los hombres para los hombres. Él no creía en nada de eso, al menos no desde la perspectiva que la religión manejaba; esas eran falacias.
Sin embargo, creía que el cielo debía ser algo más como una expresión. El cielo era sinónimo del paraíso, que era un lugar donde uno podía ser feliz, estar a gusto; entonces el paraíso —o el cielo— debía ser ese lugar al que se atrevía a llamar "hogar".
El 221B de Baker Street era el cielo para el detective consultor. Era ese santuario que compartía con la persona más importante en su vida.
Quizá, lo más acertado era decir que, para Sherlock Holmes, el cielo era un lugar en la Tierra junto a John. Y podía asegurar que era mil veces mejor que el cielo que cualquier religión pudiera ofrecerle.
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Johnlock Drabbles
FanfictionEllos resuelven crímenes; el doctor escribe en su blog de ello, el detective olvida sus pantalones y yo hago relatos cortos de este par.
