44.- [Sher] Lockdown.

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—¿Recuerdas cómo se llama mi hermano? —preguntó el rizado.

—No empieces a exagerar —sentenció Watson sin despegar la vista del nuevo libro que acababa de comenzar.

—O Lestrade...

—¿Qué hay con Lestrade?

—¿Recuerdas si era bueno en su trabajo?

—No pienso responder a eso.

—¿Recuerdas cómo se ve una escena del crimen? —continuaba preguntando con tono melancólico.

—Sherlock, han sido unos meses... ¡Unos meses!

—¡Por eso estoy aburrido!

—¡Intenta hacer nuevas cosas!

—Eso intento, pero la señora Hudson tiene todas mis cosas "divertidas" bajo llave.

—Como debe de ser. No queremos que te pongas "divertido" en nuestra presencia.

El detective ya no contestó. Tomó su abrigo del perchero y se lo colocó sin quitarse la pijama.

—¿Vas a algún lado? —cuestionó sarcásticamente el doctor.

—A ponerme "divertido" donde ustedes no estén.

—No puedes salir.

—Sí puedo —contestó como si de un niño se tratara.

—Llamaré a Greg para que te arreste... Las cosas se pondrán más aburridas en una celda, créeme.

Y ante la amenaza, el rizado se quitó el abrigo, lo dejó en su lugar y se sentó en su sillón.

No pasaron ni quince minutos cuando Holmes sintió la necesidad de hablar, farfullar y sobre todo, de incomodar.

—Deberíamos remodelar el apartamento.

—Podrías empezar tapando los hoyos de bala de la pared —dijo John, aún sin quitar la vista de su lectura.

—Podría empezar convirtiendo la cocina en un laboratorio —comentó, ignorando lo que su compañero le había dicho.

—Sherlock, desde el primer día la convertiste en un laboratorio.

—Entonces podríamos repintar las paredes...

—Es papel tapiz.

—Podríamos cambiar de ubicación los muebles...

—Ya lo hiciste dos veces, no te gustó y devolviste todo a donde estaba.

—Podríamos... podríamos...

—Podríamos tapar esos hoyos de bala —repitió.

—O podríamos deshacernos de la habitación de arriba.

—¡Ahí es donde duermo yo!

—"Dormías" —corrigió.

—¡No puedes echarme de mi habitación!

—Con el tiempo te acostumbrarás a mi recámara, no te preocupes.

—Espera —detuvo su lectura por primera vez, bajó el libro y miró a Holmes a los ojos—. ¿Todo esto es para pedirme que duerma contigo?

—Tal vez —murmuró.

Sin responder, el médico se levantó del sillón y se retiró hacia su habitación, dejando a Sherlock en la sala.

El detective no hizo el intento por seguirlo, pues comprendió que, quizá, no debió de haber sugerido aquello. Quizá las cosas se tornarían incómodas con John... sería aún más complicado su aislamiento sin poder hablarle  con comodidad.

Y justo cuando estos pensamientos ansiosos estaban llenando su cabeza, Watson apareció frente a él, en pijama, sosteniendo un par de almohadas y una cobija bajo sus brazos.

—No lo hago por ti; lo hago como un favor a la señora Hudson, para que pueda hacer lo que ella quiera con esa recámara —dijo lleno de orgullo.

El detective sólo atinó a decir un "como digas" para después guiarlo hasta la habitación que ahora comenzarían a compartir.








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Did you miss me?

Siento no haber vuelto en un largo tiempo; tenía un bloqueo tremendo, pero por fin estoy aquí. Can I hear a "wahoo"?

Como justo ahora no estoy escribiendo para mi clase de literatura, pues se me ocurrió esto. No sé qué tan bien haya quedado, pero quería utilizar el tema del aislamiento jajan't.

Como sea, espero poder volver pronto.

Ciao.

Atte.: Danny.


Johnlock DrabblesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora