3
Un viejo amigo...
La mañana del domingo todos se habían levantado tarde.
Después de desayunar cada uno se dedicó a sus cosas mientras la televisión estaba encendida solamente para hacer ruido, quedando el sonido igualmente ahogado en las discusiones de Lisa y Lily por quién se servía cereal antes o de quién era turno de sacar la leche del refrigerador.
Lincoln y Lucy, cuando escucharon el desorden propio de un fin de semana, solo se pusieron la sábana hasta taparse la cabeza, se abrazaron y se quedaron dormidos otro buen par de horas. Como si fueran una pareja, Lucy se quedó muy cómoda con la mano de Lincoln en su estómago, solo atinó a tomarlo con cariño hasta dormirse, y aunque Lincoln ya no durmió no quiso despertarla. Se le notaba tan tranquila, casi angelical, linda. Dos horas más tarde, al mediodía, bajaron para almorzar con todos los demás, quienes ya veían televisión. Como para que no olvidaran la noche tan ajetreada hablando con policías, lo que estaban viendo era un programa sobre detectives.
—Más tarde hablarán sobre lo que pasó anoche ¿Lo saben? —les dijo Lori apenas despegando la vista de su celular.
— ¿De verdad? ¿Tan pronto?
Lincoln recordó los hombres que no iban uniformados y tomaban fotografías, seguramente eran reporteros o algo parecido.
—Sí, aunque desde anoche he querido preguntarles ¿Por qué trajeron un juguete lleno con esas cosas? —preguntó un poco asqueada.
Lucy miró a Lincoln en espera de un poco de ayuda, pero Lana intervino antes que él.
—No seas boba, Lori ¿Ellos como sabrían lo que tenía adentro?
—Además, cuando lo trajimos, el olor era bastante soportable ¿Cierto, Lucy?
—Qué asco, Lincoln —le dijo Lynn haciendo una mueca de desagrado.
Lucy apenas pudo distinguirlo, pero las miradas de Luan y Leni le provocaron un poco de remordimiento, el cual evolucionó a temor. Eran unas miradas idénticas a las de esos días tan oscuros que todavía le costaba trabajo olvidar. Leni en especial era quien le inspiraba más remordimiento, por haber visto los restos putrefactos y verse obligada a llamar a la policía.
—Tomé ese juguete porque es de un niño que pasa por aquí algunas veces, durante la madrugada —decía Lucy para excusarse—. No pensé que... bueno...
Luan la interrumpió con apuro, casi acusándola.
— ¿Y tú cómo lo sabes? ¿Acaso no duermes? —su preocupación se notaba a leguas.
—Solo fue una vez —defendió Linc—. Lucy tenía un poco de insomnio, no es nada grave.
De todos ellos, la menos confiada de lo que decían era Luna, que los miraba con un gesto inquisitivo de curiosidad mientras afinaba su guitarra. Lincoln abrazó a Lucy por la espalda, como para remarcar su apoyo, y no hizo más que hacer desconfiar todavía más a Luna.
— ¿Estás seguro, hermano?
—Totalmente.
—Bueno, las razones ya no importan, ya todo pasó —les disuadió Lori—. Ahora ¿Qué les parece si salimos para distraernos un rato? Siento que el hedor no se va de la casa —sugirió Lori, sonando las llaves de la camioneta.
— ¡Yo voy! —se apresuró a contestar Lily, luego se le unieron todos sus hermanos.
Mientras todos se preparaban para irse —Luna no se veía tan entusiasmada por viajar en la camioneta— Lynn se metió furtivamente a la cocina y arrancó una nota adhesiva del bloc en el refrigerador, la metió a su boca hasta hacer una pequeña y maciza pelota que le arrojó a Lincoln directamente a la cabeza para llamar su atención. Lo abordó en cuanto entró a la cocina.
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Sueños
FanfictionLucy comienza a tener extrañas pesadillas que no la dejan tranquila. Buscando una solución con ayuda de sus hermanos, descubirá que sus pesadillas tienen una razón de ser que involucra el pasado de su familia y a la empresa "Cons4You". La protección...