Anna, la mejor amiga de Thor, nacida en Asgard vive con la familia de Thor desde que sus padres murieron. Pasado un tiempo se enamora de la persona menos esperada y eso le cambia la vida por completo.
Veía a Loki realmente nervioso y furioso a la vez, como si sería capaz de destruir la habitación en dos segundos, y yo no entendía porque.
-¿qué le pasa a Loki?- le pregunté a Thor
-Veras, en estos últimos dos años, te enamoraste perdidamente de él y después os casasteis- me respondió.
-¿Que? ¿con Loki?- le pregunté con una mueca de asco y Thor asintió.
Al principio me pareció muy raro, pero luego me intenté poner en su lugar y supe que no estaría pasando un momento agradable. Loki nunca se había enamorado de nadie y sabía que lo estaría pasando mal, así que me acerqué a él.
-Loki, quería decirte que... lo siento- le dije.
-¿Por que?- me preguntó.
-Por no acordarme siquiera de que estoy casada contigo- le dije pero él no contestó nada.
Tenía la mirada perdida, como si estuviese pensando en algo tan importante como para no hacerme caso.
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Realmente se le veía mal, pero sabiendo como era Loki, prefería dejarlo solo, ya que cuando se enfadaba se ponía insoportable y no me apetecía estar con él. Puede que estuviese casada con él, pero no recordaba nada de aquello y tal como me había tratado anteriormente, no tenía porque aguantarlo.
Un par de días después llegaron los Vengadores, personas que formaban parte del grupo de Thor. Un chico me llamó la atención y no pude dejar de mirarlo.
Aquel día, al igual que todos los días desde que me había despertado sin conocimiento alguno, Loki no vino ni a desayunar, ni a comer, ni a cenar. Y al final de la cena aquel muchacho me invitó a dar un paseo por los jardines con él, y yo accedí.
-Bueno ¿pero realmente como te llamas?- le pregunté.
-¿A que te refieres?- me preguntó riéndose.
-Me refiero a que el mundo te conoce como Black Panther pero tendrás un nombre propio ¿verdad?- le pregunté de nuevo.
-¡a claro!- se río- me llamo T'Challa.
-Me gusta, es diferente y original, aquí no encontrarás personas con tales nombres- le respondí y me reí.
-Tienes razón. Bueno... ¿cómo llevas eso de no recordar nada?- me preguntó.
-Bueno, si te digo la verdad, creo que Loki lo lleva peor que yo, mucho peor- le respondí sincera.
-Si, bueno, es comprensible, cuando nos conocimos en Nueva York, estuviste dos días y te estresaba mucho no poder verlo. Lo echabas tanto de menos... nunca había visto a dos personas tan unidas, te lo digo de verdad.
-Bueno, se va haciendo tarde ¿me acompañas a mis aposentos?- le pregunté.
-Claro, con todo mi honor- respondió y entramos en el palacio.
