21

1.5K 110 3
                                        

-¡Peter cuidado!- gritaba yo mientras volaba por el cielo.

-Mis telarañas soportan cualquier cosa, teanquila- dijo el.

Siempre había querido saber lo que se sentía al ser spiderman, volando por Nueva York, solo que esta vez volvamos sobre los jardines.

Nos sentamos en uno de los bancos.

-¿Entonces no te ha dado miedo?- me preguntó Peter.

-No, en realidad creo que me daba más miedo que se me levantase el vestido estando allí arriba- respondí y los dos reímos.

-¡Anna lo tenemos!- gritó Thor mientras corría, y detrás de él Loki.

-¿En serio?

-Si- respondieron Loki y Thor al unísono.

-Peter ve a llamar a todos- le ordenó Thor.

-¡No! si alguien tiene que estar aquí, es Tony, solo llámale a él, por favor- le pedí.

Nos encontrábamos los cinco en los jardines,  yo sentada en uno de los bancos, Loki en frente mío, Thor a su lado y Tony y Peter a cada lado de ellos.

-¿Estas segura de esto?- me preguntó Tony por última vez.

-Si- respondí.

Todos estaban nerviosos, pero loki parecía tan seguro de si mismo que eso me dio mucha paz interior y me sentí más segura. Loki levantó la mano, la abrió y la posó sobre mi frente.

De repente recordé, nuestras citas, nuestra boda, la luna de miel, nuestra vida en la isla... todo. Yo quería a Loki.

Cuando terminó, todos se quedaron callados y yo me quedé mirando a un punto fijo del jardín.

-Loki- fue lo único que dije, aparte mi vista hacia Loki, me levanté y lo abracé- ¡cuanto te he echado de meno!

-Yo también, cariño- dijo y apartandome de el me volvió a acercar juntandonos en un beso intenso y fantástico.

Cuando nos separamos y nos quedamos el uno al otro mirando, nos dimos cuenta, sin despegar la mirada de que Tony y Peter se habían ido y que Thor seguia ahí, muy feliz y orgulloso por nosotros.

-Bueno, nosotros nos vamos, te vemos en la cena- dije, Loki me cogió la mano y dejamos atrás a Thor mientras corríamos a nuestros antiguos aposentos.

Al entrar, me quedé maravillada de que todo siguiese tan limpio como el día en que dejamos el palacio.

-¿Como es que todo sigue tan limpio?- pregunté.

-Aunque haya habitaciones que no habite nadie, las limpiadoras lo limpian todo- me respondió- pero ahora prefiero encargarme de otra cosa.

-¿De que?- pregunté yo de broma con expresión pillina.

Me senté en la cama y dejé caer mi cuerpo sobrante encima del colchón. Después, Loki se tumbó a mi lado y empezamos a besarnos mucho más apasionadamente que en el jardín. Sus besos bajaban por mi cuello y yo tenía el sentimiento de que todo ese tiempo había necesitado cada beso que depositaba sobre mi piel en ese preciso momento.

Destinados (loki y tu) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora