Destinados (loki y tu) TERMINADA

23

Yo gritaba y gritaba, como si a alguien fuese a escucharme, pero mis gritos eran en vano, fuera donde fuese que estuviese, no me podía oír nadie.

<Me encontrará, Loki me encontrará> intentaba pensar, no pensaba darme por vencida.

Un buen rato después, la puerta se abrió e iluminó la pequeña habitación. Antes de cerrar la puerta pude ver que había varias ventanas las cuales estaban tapadas con cartones.

-¿No puedes matarme y ya está?- pregunté a la oscuridad, sin saber dónde se había metido Sygin.

De repente, me cogió por la garganta levantandome poco a poco casi ahogándome.

-Si te matase de una, no sería tan divertido- me respondió y soltó una risa maliciosa- bueno, por ahora me vale con que Loki lo pase mal con tu desaparición.

Yo la mire con cara de odio, ella me devolvió una sonrisa y me pasó una bandeja con comida y agua.

-¿y esto?- pregunté.

-he dicho que no quiero que mueras- dijo repelente y se fue.

Dejé la comida sin probar bocado (por si estaba envenenada) y quité los cartones de las ventanas. estábamos en un alto, pero podría escalar sin ningún problema, salí por la ventana y escalé por todas las ventanas de abajo hasta llegar al suelo.

Estaba en Midgard y no sabía a dónde ir, tampoco podía quedarme parada, porque si Sigyn se enteraba de que había desaparecido me buscaría. La respuesta de a donde ir estaba delante de mis narices, justo enfrente del edificio donde me encontraba atrapada apenas tres minutos antes se estaba la torre de los Vengadores.

Al entrar, Tom me vio y corrió a abrazarme.

-¡Tom! cuanto te he echado de menos...- dije.

-Yo también ¿qué te trae por aquí?

-Una tía loca a la cual Loki mató a su novio me secuestró.

-Lo dices con mucha tranquilidad- me dijo.

-Si bueno, ya estoy acostumbrada, por cierto, vive en frente de esta torre.

-esta bien, te haremos llegar a Asgard y luego lo buscaremos- me dijo.

-¿por que no te quedas un par de días en Asgard? podrías desconectar un poco y asi me harías compañía.

-Lo siento, es que no quiero dejar sola a mi novia ¿te importa?- me preguntó.

-Que va, para nada, pero cuando quieras ya sabeseonde estoy.

Salude a Tony y le di un beso en el moflete, después de estar hablando un par de minutos nos subimos a la nave y me llevaron vuelta a casa.