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Utilizar el nuevo arco había sido más cómodo de lo que Izuku esperaba, el nuevo traje era cómodo y muy flexible, lo que jamás esperó fue que aquellos carretes en las poleas resultaron ser realmente fuertes, tanto como para atraer con las flechas con cuerda un contenedor grande de basura hacia él, sería genial para atraer villanos especializados en ataques a largas distancias.

Un ruido bastante conocido se escuchó por las calles... sirenas de policía, fácilmente podría haberlas ignorado y continuar probando el nuevo equipamiento, pero algo le decía que debía ir. Una descabellada idea surgió en su cabeza, tomando una flecha común y una con una cuerda, utilizó la flecha común para afilar la segunda.

- Espero que esto funcione... - Rogando porque la idea funcione, lanzó una flecha logrando incrustarla en la cornisa de un edificio y apretando la palanca los carretes comenzaron a girar levantándolo del suelo, en definitiva había sido una buena idea... o tal vez no... Justamente antes de llegar a su destino, la flecha incrustada en la cornisa se rompió, dejándolo caer sobre aquel contenedor de basura verde.

- Demonios – Suspiró con un poco de dolor, antes de hacerse una pequeña nota mental, debería pedirle a Mei flechas más resistentes...

Aún con un leve indicio de dolor decidió subir a la antigua usanza... por las escaleras de emergencia.

Corrió por los tejados notándose mucho más ágil, a pesar del reciente golpe, en definitiva el traje que Mei había hecho no sólo se veía genial, sino que era notablemente más ligero, notó como aquellas patrullas estaban aparcadas frente a un edificio, algunos héroes también estaban ahí, pero su atención se centró principalmente en tres bolsas negras que se exhibían frente al edificio, no tuvo que preguntarse mucho acerca del contenido, las cintas con la inscripción de "PROHIBIDO EL PASO" le dieron una idea y los forenses tomando algunas fotografías de la escena habían confirmado sus sospechas...

Miró hacia el tejado del edificio y pudo notar una silueta femenina que lo miraba fijamente, sus miradas conectaron y sin tiempo de pensar, aquella persona comenzó a correr, instintivamente el vigilante comenzó a seguirla.

Poco sabía que aquella mujer en verdad quería ser atrapada, interrogada y maltratada... pero sólo por él.

La fémina era ágil, se movía con gracia y por unos instantes, el encapuchado pareció perderla de vista ¿acaso se había esfumado? Dio un paso hacia atrás para esquivar un cuchillo delgado que había sido arrojado hacia él.

- Lindo traje... - Aquella mujer caminó en la oscuridad de la noche, sabía que era él su aura lo decía a gritos, avanzó un poco más, antes de ser iluminada por la luz de la luna, revelando un cabello rubio, unos ojos amarillos y una gran sonrisa en su rostro, portaba una especie de uniforme de preparatoria y un sonrojo persistente se exhibía en su rostro, el cual tenía unas pequeñas gotas de sangre.

- ¿Qué demonios hiciste? – Exclamó haciendo que el sonrojo de la blonda aumentara.

- Quería verte... - Respondió antes de correr hacia él, Himiko sólo era una chica enamorada, una chica corriendo hacia el hombre de sus sueños con un cuchillo ensangrentado. – Ahora sé un buen enamorado y déjate cortar – Pidió antes de hacer un movimiento horizontal que fue evadido por el encapuchado. - ¿Puedo jugar con esas orejas? – Cuestionó arremetiendo nuevamente mientras su mirada se posaba en la parte superior de la capucha.

- No – Fue la sencilla respuesta del vigilante. – Tú asesinaste a esas tres personas – Culpó mirándola directamente.

- Sí – Confesó como una niña pequeña. – Pero lo hice por ti – Comentó sin pelos en la lengua.

- ¿Por mí? – Cuestionó bastante sorprendido, pero logró disimularlo.

- Sí, lo hice para llamar tu atención, además... admite que tu igual querías verme cariño – Ronroneó con una mirada soñadora.

HÉROE ILEGALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora