HÉROE ILEGAL

35

El héroe número dos esquivó la flecha impulsándose levemente hacia la derecha y aumentó su velocidad, Izuku por su parte esperó hasta que el rubio estuviera lo suficientemente cerca de él para esquivarlo, cosa que sorprendió al héroe número dos, el cual nuevamente utilizó sus manos para impulsarse hacia él, siendo recibido por tres flechas que apenas pudo esquivar.

Ese imbécil en verdad era bueno... para su sorpresa, el encapuchado corrió hacia él.

Todo pasaba muy rápido, en la mente del pecoso aquella confrontación era más intensa de lo que esperaba, a pesar de todo, aquel héroe con el cual luchaba en esos momentos era un conocido suyo y él no podía herir a alguien cercano.

A su mente vino una idea, algo que jamás pensó que utilizaría pero Mei había insistido, era algo tan infantil e idiota que cualquiera se reiría...

Mientras corría hacia Katsuki tomó de su aljaba una flecha más, ésta no era como las flechas comunes, la punta era más grande y ¿circular? El futuro esposo de Ochako Uraraka no le dio importancia al proyectil, el cual en verdad tenía un curioso guante de Box verde en lugar de la tradicional punta afilada.

- Espero que la idea que tomaste de ese cómic funcione, Mei – Pensó antes de deslizarse por debajo de Bakugou, y sin darle tiempo a reaccionar apuntó aquella flecha a su estómago, aún en movimiento; la reacción del número dos fue bastante graciosa, en verdad no esperaba ese golpe, el cual lo hizo perder el equilibrio caer de bruces al suelo.

- Mierda – Susurró Katsuki al levantarse, sólo para ser recibido por dos flechas que se incrustaron a cada uno de sus lados, éstas estaban conectadas por una especie de cable sumamente delgado y casi invisible, el cual logró atarlo y arrojarlo nuevamente al suelo.

- En verdad los cómics y mangas fueron una buena inspiración – Pensó el pecoso al ver aquellos cables que su inventora predilecta había creado a base de los utilizados en ciertas regiones elementales.

Bakugou estaba enojado, un idiota había logrado atraparlo e inmovilizarlo, un inútil con flechas y arco había sido más rápido que él.

- No somos enemigos... - El rubio sintió un escalofrío al escuchar aquella voz y cuando estuvo a punto de levantarse y golpearlo, aquel imbécil ya no se encontraba ahí.

El héroe número dos regresó a casa frustrado y enojado porque a pesar de todo, había perdido ante él, en vigilante lo había prácticamente humillado... y nadie humillaba a Katsuki Bakugou.

Izuku llegó a su departamento, no sin antes guardar sus pertenencias o cualquier cosa que pudiera delatarlo, intentó hacer el menor ruido posible, lo que menos quería era despertar a Nejire... y no lo hizo, ella ni siquiera había ido a la cama.

- Hola – Saludó el peli verde.

- ¿Dónde estabas? – La peli celeste ni siquiera le devolvió el saludo.

- Yo... -

- ¿Tienes idea de lo preocupada que estaba? – Izuku la vio, aún con la oscuridad del cuarto y gracias a la tenue iluminación proporcionada por la televisión, aquellos ojos azules estaban cristalizados.

Él ni siquiera lo pensó, corrió hacia ella y le dio un pequeño beso en los labios antes de abrazarla.

- Perdón, el tiempo se me fue volando – Su disculpa fue sutil y cariñosa.

- No me gusta que hagas eso – Expresó con un pequeño puchero mientras hundía su rostro en el formado pecho del chico. - ¿Dónde estabas? –

- Yo... fui al gimnasio – Se excusó haciendo que ella lo mirara extrañada.

- ¿Acaso no llevas ropa extra? – Cuestionó extrañada.