15

4.8K 494 117
                                    

Eran cerca de la 1 am, y en una cama bastante desordenada despertaba un hombre rubio el cual se encontraba completamente desnudo, algo que no estaría del todo mal si no estuviera junto a una mujer en las mismas condiciones que él, la cual no era su prometida.

Sin decir nada, se levantó de aquella cama dispuesto a salir sin ser escuchado.

- ¿Acaso ya te vas? – Cuestionó sarcásticamente la mujer que utilizaba una sábana para cubrirse.

- Sí. – Fue la sencilla respuesta del rubio mientras se ponía la camisa.

- Tu prometida debe estar esperándote – Añadió aquella mujer con cierto disgusto al mencionarla.

- Tal vez – Fue la cortante respuesta del blondo.

Una vez se había ido, la chica volvió a arrojarse a la cama sin poder evitar que algunas lágrimas escurrieran por sus mejillas ¿eso es lo que ella era? Un plato de segunda mesa que él usaba para satisfacerse de lo que su prometida jamás le dio, ella lo sabía, las personas salen a buscar lo que en su hogar no encuentran, y por las contadas ocasiones en las que ella había visto a la "afortunada" sabía esa chica era de las que preferían la pureza hasta el matrimonio. Suspiró con pesar recordando la primera vez que había tenido una pequeña aventura con él, ella no sabía que él ya tenía a alguien, sin embargo, al enterarse poco le importó continuar viéndose con él, simplemente era sexo casual y punto, pero nunca se esperó que aquel "juego" llegara hasta ese punto.

Las amigas de Ochako platicaban y cantaban emocionadamente, esto era como una pijamada de las que hacían en UA, pero con una pequeña diferencia... ahora tenían la edad para beber, aún no llegaban al punto de perder los sentidos, pero el efecto del licor comenzaba a hacer efecto, en ese momento se encontraban hablando de temas varios y alguno que otro secreto.

- Kirishima fue mi primera vez – Confesó la chica de tez rosada con un sonrojo en su rostro, tal vez fue el alcohol, pero algo causo que su confesión no terminara ahí – Pero hubo alguien que casi le quita ese privilegio – Su sonrojo se intensificó y todas las chicas exclamaron sorprendidas.

- ¿Quién fue? – Preguntó curiosa Jiro

- ¿Lo conocemos? – Momo a pesar de su seriedad habitual se notaba bastante interesada en lo dicho por la heroína Pinky.

- ¿Era sexy?- Toru como siempre con sus preguntas desvergonzadas.

- No tenía tan buen cuerpo como ninguno de los chicos de la clase – Admitió sonrojada la heroína de tez rosa. – Era un chico... sencillo – Confesó Mina.

- ¿Es el chico del supermercado? – Toru nuevamente interrogó, al ser la persona más cercana a Mina, había escuchado innumerables veces aquella historia, las demás casi no recordaban aquel relato, pero Ochako al parecer asoció esto con una historia que ese mismo día había escuchado, pero no podía sacar conclusiones tan apresuradas.

- ¿El chico del supermercado? – Repitió Tsuyu recibiendo un asentimiento de una sonrojada Mina.

- Les contaré – Inició Mina – Hace algunos años, cuando aún estábamos en UA conocí a un chico en un supermercado – Continuó suspirando soñadoramente mientras recibía un asentimiento de todas. – Él se acercó a mí, aunque más que por voluntad propia creo que su madre lo había obligado – La heroína Pinky rió con melancolía. – Por alguna razón ambos conectamos y comenzamos a hablar cada vez más hasta que aquellas noches de llamadas telefónicas se convirtieron en citas... - Admitió sonrojada.

- ¡Sabía que era imposible que fueras a entrenar tu particularidad estando tan arreglada y con labial! – Reclamó divertida Jiro al recordar las patéticas excusas de Ashido.

HÉROE ILEGALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora