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- ¿Comerás dos hamburguesas esta vez? – Preguntaba Nejire bastante extrañada al notar que su compañero pagaba por tres unidades de aquella delicia grasienta.

- No... - Fue la sencilla respuesta del chico antes de sonreírle.

- ¿Entonces? – Cuestionó con el ceño fruncido.

- Ya lo verás – Hado suspiró cansada, y en verdad lo estaba, Izuku había hecho que se despertara bastante temprano, claro con tan solo mencionar que comprarían hamburguesas ella se había puesto de pie sumamente rápido.

Después de comprar el desayuno, la pareja caminó hacia el complejo departamental en dónde el pecoso tuvo una pequeña entrevista con el casero, el cual parecía bastante animado por el interés del Midoriya en aquel departamento.

- Aquí tienen... pueden dar un vistazo – Comentó el hombre mayor mientras les ofrecía la llave con una sonrisa.

- Gracias – Dijeron ambos antes de dar media vuelta.

Nejire e Izuku caminaban por aquel pasillo, el cual era bastante bonito.

- El precio era bastante bueno – Animó la peli celeste.

- Ahora lo importante es ver qué tal está el departamento – Respondió el pecoso. – Bien... número diecinueve, aquí estamos – Indicó mirando aquella puerta.

- Que emoción – Exclamó la chica mirando a la puerta.

- Eso me recuerda... - Para sorpresa de la periodista, su compañero caminó hacia la puerta contraria, la cual tenía el número dieciocho.

- Izuku... - Llamó mirando como su interés amoroso llamaba a la puerta ¿tal vez quería conocer a sus nuevos vecinos?

La peli celeste nunca esperó que la persona que respondiera al llamado fuera Ochako Uraraka, como si esto fuera poco Izuku le había comprado el desayuno... le había comprado el desayuno a una mujer comprometida con otro hombre, eso no estaba bien; no por el hecho de que la castaña estuviera comprometida, sino por el hecho de que ese gesto era algo especial para ella, pero ahora otra había tenido ese privilegio, no le importaba que fuera sólo por una vez, no estaba bien.

- ¿Has hablado con el casero? – Preguntó con una sonrisa la heroína aún en la puerta.

- Sí, me ha dicho que le dejaste una nota con buenas referencias acerca de mí, gracias – Expresó con una sonrisa, a la cual la castaña correspondió.

Nejire carraspeó sintiéndose fuera de lugar.

- Oh, lo siento Nejire – Se disculpó el chico.

- Buenos días – Saludó la castaña con una sonrisa falsa.

- Buenos días – La peli celeste saludó de la misma manera.

- Creo que deberíamos revisar el departamento – Sugirió Izuku a Hado, la cual asintió con una sonrisa.

- Eso me recuerda... - Interrumpió la heroína, antes de adentrarse en la casa, extrañando a la peli celeste, la cual frunció el ceño, al ver como unos instantes después la heroína de mejillas llenitas regresaba con algo en manos... esto no era nada más ni nada menos que la camisa de Izuku que este mismo le había dado.

- Gracias – Dijo el peli verde al notar aquel gesto.

- Gracias a ti –Expresó con una linda sonrisa, la cual pareció aturdir levemente al pecoso ¿qué diablos pasaba? ¿Por qué una mujer comprometida tenía la camisa de otro hombre consigo? ¿Acaso ellos habían tenido algo que ver? Una aventura; Inmediatamente Nejire recordó que la noche pasada se había preguntado cómo fue que su compañero había encontrado aquel departamento, la respuesta estaba frente a sus ojos.

HÉROE ILEGALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora