HÉROE ILEGAL

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- Cariño ¿Qué estás diciendo?- Intentó no sonar nervioso. - Es imposible que yo sea el vigilante -

- Sabes, en algún punto tuve mis dudas... A fin de cuentas, el vigilante apareció justo cuando tú regresaste a la ciudad, además de que es raro que tu novio se escape por las noches ¿No crees?-

- Nejire, eso no es -

- Claro, esas son falacias... Pero una imagen vale más que mil palabras ¿Verdad? - En su teléfono, un vídeo de Izuku hablando con Mei se hacía presente, él llevaba consigo el traje y el arco. -

- Eso no... - Así que no era Melissa la que controlaba ese pequeño artefacto.

- ¿Entonces, por qué ocultar esta doble vida?- Ella rompió en llanto. - ¿Por qué arriesgar la tuya?- Él apretó los puños mientras era presa de una mirada celeste que denotaba decepción absoluta.

- No lo entenderías -

- Tal vez los héroes profesionales lo hagan -

- Nejire por favor no- Pidió sin verla.

- ¿Y quién lo entendería, Izuku?- Se acercó a él. - ¿Quién mejor que yo para hacerlo?-

- No puedo hacer eso... - Estaba cabizbajo, él era un poco más alto, pero aún así, no lograba conectar con su mirada.

- ¿Por qué no? ¿Acaso no me tienes confianza?- Su voz sonaba indignada.

- Porque al hacerlo estarías en riesgo - Las palabras escaparon débilmente de sus labios.

- ¿Crees que eso me importa?- Ahora estaba más enojada, odiaba ser considerada débil. - Estuve en UA, por si no lo sabías -

- Sé que eres alguien fuete... Es sólo que...- No se atrevía a decirlo.

- ¡Sólo qué!- Exigió saber con su cabello azulado cubriendo su mirada.

- ¡No quiero perderte!- Casi como un llamado, él levantó la mirada y ella lo imitó; una fracción de segundo fue suficiente para que sus miradas conectaran. Aquellos ojos azules contemplaron por primera vez cómo aquellas esmeraldas se habían opacado y amargas gotas saladas caían por el rostro de su amado. Izuku la tomó por los hombros y la abrazó como si su vida dependiera de ello. - No quiero perderlo todo otra vez - Hado escuchaba atentamente todo lo que el corazón de Izuku quería decir. - No podría seguir sin tí... No puedo imaginar un mundo sin tí - Cada vez sonaba más pesado; sintió como si una ola de tristeza la invadiese, era todo con lo que Izuku cargaba.

- No dejaré que nadie me separe de tí - Ella le habló al oído mientras comenzaba a jugar con sus rizos. - Estamos juntos en esto ¿Recuerdas?- Sintió como su abrazo aumentaba en fuerza, como si tuviera miedo de dejarla ir. - Ya no tienes que soportar todo tú solo... Para eso estoy contigo -

- Te amo... - Dijo sin más.

- Te amo - Respondió con cariño antes de empujarlo a la cama y subirse sobre él.

No hizo nada, simplemente recostó la cabeza en el formado pecho del chico, escuchando el latir de su corazón hasta que ambos se quedaron dormidos.

El encapuchado se encontraba sobre un edificio anexo a Industrias Shield, sabía que si entraba durante el día, sería perjudicial en más de un aspecto, así que simplemente optó por escabullirse, tal y como lo había hecho para cumplir el recado fallido de Mei.

Vigiló por un par de minutos, eran casi media noche y pudo apreciar cómo una chica de cabello castaño salía del lugar antes de correr hacia alguien, un sujeto con una estatura levemente más baja que el promedio, pero a simple vista con un buen complejo de músculos escondidos de los cuales fue testigo al verlo levantar a la chica en un abrazo, sin el más mínimo esfuerzo, el tipo en cuestión llevaba el cabello grisáceo/ albino (Izuku no pudo identificar bien el color) un tanto alborotado y una sudadera negra con estampados en bronce.