Cap 12

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 FLASHBACK

Era una noche de luna nueva la que escogieron para reunirse en aquella mansión abandonada. En un gran salón se encontraba una larga mesa precedida por un hombre de apariencia peculiar. Era aquel al cual llamaban “El señor tenebroso”. Sus vasallos enmascarados esperaban la autorización de su señor para sentarse. Lord Voldemort hice una seña con la mano para que todos tomaran asiento. Notaba un cambio, todos y cada uno habían obedecido ya habían cumplido sus órdenes. “Infelices” pensó “sacrificarían a sus propios vastagos por el honor que supondría. Le fascinaba y le repugnaba a la vez el término “amor” era algo insignificante pero según había oído poderoso, eso le disgustaba. Los miro a cada uno

-Me alegro que mis peticiones tan poco ortodoxas hayan sido acatadas en su totalidad, hasta por los solteros- le dedico una mirada a los 4 encapuchados que estaban a su izquierda. Le divertía manipularlos, él era un titiritero y ellos sus marionetas. Se levantó bruscamente y mientras recorría la sala les dedico una sonrisa maligna e inquietante-Not, fiel vasallo, tu esposa espera ya un pequeño-dijo con voz de ultratumba-Sabinci viejo amigo, a ti no tuve ni que pedírtelo oí que  tu segundo hijo nació el mes pasado. Buen nombre el que escogiste. Avery, Malfoy vuestros hijos serán rubios como el sol.-

 Aunque eran palabras corteses los mortifagos desconfiaban de ellas y les asustaba en cierto grado. Cualquiera de esos niños ya nacidos o neonatos sería perfecto: sangre pura, padres mortifagos, fieles a él, buena posición; pero les faltaba algo a todos o a casi todos. Se acercó a su elegido y susurro en su oído

-Severus  amigo, tienes que presentarme a esa muggle tuya- el receptor tembló de pavor, su amo había elegido a un bebe mestizo para tal “honor”.

 FIN DEL FLASHBACK

  Abrí mis ojos para encontrarme con un rayo de luz impertinente que me cegó  obligándome a volver a cerrar los ojos. A falta de visión tuve que valerme del tacto para saber dónde me encontraba. Estaba tumbada en una cama. Levante mi torso pero alguien me empujó hacia atrás.

-No te levantes, e intenta abrir los ojos despacio- ordeno… Snape. Lo recordé, me había desmayada después de un ¿ataque? Hice caso sus palabras con cierto reparo, si, se lo que vi es un mortifago, y aunque tengo mucho miedo ahora mismo, no me queda otro remedio que obedecer al fin y al cabo si quisiera matarme lo pudo hacer mientras estaba inconsciente. Cuando abrí los ojos me di cuenta de que estaba en la enfermería. Bien así que no va a matarme, pero aun así no pude evitar sentir algo de miedo. Frunció el ceño percatándose de  mi estado.

-No sacaría nada matándote jovencita-aclaro

-Si piensa que me quedare callada está usted equivocado. Es un  mortifago.-gruñí. Me miro con incredulidad

-Fui, niña, fui un mortifago. Serví de espía en la primera guerra mágica de ahí mi tatuaje pero eso se acabó. El tatuaje está conectado con el señor tenebroso pero no significa que responda a su llamada- Explico. Aunque era lógica su argumentación, a mí no me convencía, podía haber ocultado su marca con algún hechizo pero estoy segura de lo que vi, la estaba mirando y pasando su varita por ella.-Te equivocas, los golpes en la cabeza son lo que tienen- arrugue la frente y levante una ceja

-No subestime mi inteligencia, no me di ningún golpe en la cabeza- bufe

-Claro que sí, sino porque has estado una semana durmiendo- dijo. Una semana? Imposible, he faltado a clase una semana. Oh, bien por mí era eso lo que me preocupaba, a veces me sorprendo a mí misma- De forma inducida, hubo que darle una potente poción para que se calmara. Da gracias a que no deje que la directora la enviara a un sanatorio-Añadió.  Está intentando hacerme creer que estoy loca.

-Sanatorio? No insulte mi inteligencia ni mi cordura.- advertí con mirada dura

-Cada vez que te despertabas, decías cosas raras y te daba fiebre así que por precaución Madame Pomfrey y yo decidimos que era mejor tenerla sedada. Además su cordura está en duda desde el invierno - me acuso

-Eso es incierto-, me defendí, es cierto que he cambiado pero no estoy perdiendo la cabeza, o tal vez si, hable parsel antes de desmayarme, pero no recuerdo haberme despertado antes de hoy.-Que dije, usted me entendió, que dije?- pregunte esta vez más calmada. Giro el rostro y miro hacia la puerta, dio un suspiro y contesto

-Solo te oí sisear. Debería usted descansar y tomar la medicina que le dio la enfermera para sus…nervios-- empleo un tono condescendiente sin venir a cuento

-Yo no estoy loca, las cosas que he hecho han sido para obtener respuestas- me defendí al notar que una vez más me llamaba desquiciada sutilmente .Se levantó de la silla y estiro su túnica arrugada

-Pues espero que le hayan gustado. Tu padre es un mago cuyo verdadero nombre no sabe ni tu madre. Por cierto toma- saco un trozo de papel arrugado del bolsillo poniéndolo en la mesilla- La letra es muy…bonita- susurro casi inaudiblemente mientras se iba.

Al salir entro un chico corriendo. Era el niño al que ayude, que estará haciendo aquí. Llegó junto a mí con una gran sonrisa y con la respiración algo agitada.

-Estas ya despierta que alegría. Oye no te habrán hecho esto por defender- pregunto apenado. Me incorpore sentándome al borde de la cama, aún estaba mareada pero podía soportarlo.

-En absoluto, soy torpe y me caí- sonreí por cortesía. Mis visitas habían sido un profesor y un alumno de primero, no estaba mal si lo comparamos con otros años.

-Te venía a ver todos los días. Leíste mi postal- se acercó a la mesilla y cogió una tarjeta- Wau!! Hay muchas debes tener muchos amigos-  Amigos? Yo? pero era cierto habían varias tarjetas en la mesilla. Abrí mis ojos con estupefacción y se me escapo una sonrisa. Que tonta soy, lo más probable era que fueran bromas pesadas. Leí primero la del chico, era monísima y la firmaba: Thomas

-Te llamas Thomas, es un lindo nombre- le revolví el pelo cobrizo y me paso otras tarjetas. Había de Potter, de Hermione, de Ronald, vaya sorpresa. Mi madre también había escrito varias veces. Bien quedaba una más, de Salazar, no era que fuera desagradecida solo que ese chico siempre trama algo. La última no tenía firma y no podía imaginar de quien era pues tenía palabras muy tiernas y de carácter empático. Todas las personas a las cuales le podía “simpatizar” ya habían escrito.

Espero encarecidamente que te mejores lo antes posible. Las clases no son lo mismo sin la sabelotodo de Jenell, sobre todo porque Slytherin no gana más de 15 puntos desde que estas en la enfermería. Recuperare bien, descansa y haz caso a la enfermera no me gustaría tener que notar su ausencia otra vez.

Vaya, sea quien sea está deseando verme bien. Tal vez sea de algún profesor de un Slytherin no iba a ser no me querían tanto. Ese mismo día me incorpore a clase. Tenía mucho que estudiar, los T.I.M.O.S se acercaban y yo llevaba retraso, sobre todo en Defensa contra las Artes Oscuras, no pasaría el examen práctico si solo nos daban teoría. Por suerte para mí contaba con alguien que podía ser de ayuda si lograba convencerlo: el Profesor Severus Snape.

ser unica no es ser especialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora