Cap 39

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Era tan raro, después de tanto tiempo. No recordaba el tacto de los labios de Draco sobre los míos, tampoco me había permitido a mí misma recordar nada relacionado con nosotros, ni pensar en lo que sentía por Malfoy. No había me he dejado verlo como algo más, me recuerda a cada instante todo lo que pasó, todo lo que me hizo pasar solo por ser diferente, o porque ellos me consideraran diferente. Había decidido enterrar todo lo relacionado con sus sentimientos y los míos en un cajón escondido en mi mente; también decidí no creer nada relacionado con lo que ese joven mortifago sentía por mí, decidí tomármelo a broma, decidí no tomármelo en serio. Pero ahora, por alguna extraña razón que no entiendo, empiezo a comprender por qué se comportaba como lo hacía; por primera vez puedo decirme con seguridad que Draco Malfoy me quiere.

Puse mis brazos alrededor de su cuello y el me alzó un poco poniéndome de puntillas. De repente sentí una punzada en el pecho que me hizo emitir un ligero quejido, mi corazón se aceleró y el aire no entraba correctamente en mis pulmones. Me separe de Draco y me senté sobre mi cama sujetándome el pecho con la respiración entrecortada. El me miro preocupado y s eme acercó poniéndome la mano izquierda sobre el hombro. Otra punzada atravesó mi pecho contándome el aliento y haciendo que me encogiera.

-Estas bien?- preguntó . Levanté la vista, y le miré con ojos vacíos y ojerosos. No puedo estar con él. En ese mismo instante me di cuenta que no es solo el rencor que le guardo por todo, es algo más, algo que me impide concebir a Draco como algo más serio. Me resulta difícil de comprender hasta mí. Nunca podrá tener algo normal conmigo. Sencillamente no soy una buena opción, además... que esperaba? Hay mortifagos, yo soy mestiza, y tengo cosas más importantes en las que pensar.

Me levanté doliéndome del pecho.

-Sal, Malfoy, por favor- pedí casi sin aliento. El me miro frunciendo el ceño.

-Qué? – Se levantó y caminó a mi lado- Tienes unos cambios de humor muy raros- me acarició la mejilla y abrió los ojos como platos- Estas ardiendo. Te llevaré a la enfermería- me tomó del brazo pero me solté

-No, estoy bien. Vete, necesito organizarme...organizar los apuntes- suspire ahogada-

-Que, no mirete- me tocó la frente- Estas sudando frio, tienes ir a ver a madame P...-

-Estoy bien, Malfoy!- grité- Sal, vete, déjame en paz- ordené empujándolo con las pocas fuerzas que tenía. Dirigió sus ojos plateados que me miraron odio y luego se fue dando un portazo.

Me deje caer en el suelo sin aire, los ojos me ardían como nunca y en efecto, mi frente estaba empapada en sudor. No necesito ir a la enfermería, ya me he acostumbrado. Pero, ahora que lo pienso... los ataques tenían algo que ver con la anemia? Nunca lo mencionaron. Si los ataques no tienen que ver con mi enfermedad, entonces...que son? La vista se me nubló y ya no notaba el suelo de mi habitación. Tuve visiones de cosas macabras, personas vestidas de negro. Hubieron 3 objetos que pude ver con claridad: una capa, una varita larga y puntiaguda, y una diminuta piedra brillante, pero iban alternándose con demasiada rapidez para comprender que significaban...hasta que el remolino de imágenes se detuvo y mis sentidos volvieron a funcionar. Solo que ni el tacto, ni los sonidos, ni el lugar eran en los que mi mente se había evadido. No sabía dónde estaba. Abrí los ojos en una especie de tienda de campaña en la que se oía la lluvia cayendo, y hacía mucho frio.

-Me abro en el cierre...Pero, que es el cierre?- dijo alguien. Alcé la cabeza y miré a mí alrededor, pero no había nadie. De donde venía esa voz? La misma voz masculina comenzó a murmurar, murmuraba palabras hasta en parsel. Que persona que yo conozca habla parsel? – Donde está la varita? Donde puede estar buscando Voldemort en este momento?- preguntó de nuevo ese sujeto misterioso. Caminé por la tienda pero no había nada ni nadie, intenté salir pero me resultó imposible. Donde demonios estoy, quiero salir de aquí. Entonces me vino el recuerdo de nochebuena. Mi cerebro se había trasladado a la mente de otra persona, a la mente de Harry Potter. Volvía a estar en la mente de ese chico. Pero como salir, quien tenía atrapado a quién? Repasé todo lo que Snape me había dicho en sus clases, pero por alguna razón no los apliqué.

ser unica no es ser especialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora