ser unica no es ser especial

Cap 20

Estaba ahí en medio del Atrio, estaba allí de pie como si nada, como si fuera lo más natural del mundo, sin temor ni preocupación, nada, carente de toda emoción. Le dirigió la palabra a Potter, el cual abrió los ojos y al ver lo mismo que yo se quedó petrificado y sin habla. No he de culparlo, estaba frente a él una vez más el hombre que mató a sus padres y que sin duda estaba dispuesto a matarlo a él. Voldemort le hablaba condescendientemente a Bellatrix pero se volvió hacia Harry  gritando, con los ojos llenos de ira y a la vez de satisfacción, alto y claro

-AVADA KEDAVRA!-

-NOO!- chille automáticamente. Lo iba a matar delante de mí y él ni siquiera se había movido ni un centímetro para defenderse, no estaba ni en guardia. En una milésima de segundo presenciaría la muerte de un compañero y la más estúpida; en serio no se va a defender? Al instante de ser lanzado el hechizo una de las estatuas  de la fuente se interpuso entre El señor oscuro y Harry haciendo que la maldición rebotara. Mire hacia un lado y allí estaba Dumbledore junto a unas rejas doradas. Suspiré, no estoy segura si aliviada o agobiada. Pero antes de soltar la bocanada de aire una fuerza invisible me estampo contra la pared elevándome y quedando suspendida en el espacio. Algo me apretó el cuello, me impedía respirar me lo toque pero aparentemente no había nada, sin embargo a mí me seguía faltando el aire.

-Vaya, veo que no puedes proteger a todos tus alumnos.- se burló una voz fantasmagórica- Cuanto vale la vida del chico Dumbledore? Otra vida acaso? Sacrificarías la vida de otra alumna por salvarle?- preguntó  El Innombrable ascendiendo junto a mí y apuntándome con la varita. Sentí pavor y terror. Normalmente cuando se tiene miedo el corazón se acelera, pues el mío todo lo contrario. Pude percibir como latía débilmente en mi pecho. Los ojos, ellos seguían ardiéndome. Me contemplaba intrigado, vi como levantaba una ceja. Voldemort miro el escudo de mi túnica y dio un respingo- Slytherin, es una pena. –Se lamentó – Amigo mío que pensara la prensa y el mundo mágico cuando se enteren de que has dejado morir a una CHICA, SLYTHERIN, HIJA DE UNA MUGGLE Y HUERFANA DE PADRE a favor de un CHICO DE GRYFFINDOR QUE ES UNA CELEBRIDAD- se dirigió a Dumbledore

-Ninguno de los 2 morirá Tom, de eso puedes estar seguro- Ah sí, pues yo no estaba muy segura, me estoy mareando por la falta de oxígeno. El señor tenebroso rio

-Se le acaba el tiempo. Aunque podemos hacerlo más entretenido- me dejo caer al suelo y la presión de mi cuello desapareció. Mis pulmones se llenaron de aire repetidamente. El líder mortifago hiso surgir una serpiente enorme de su túnica la cual se me acercaba  en zigzag- Adelante Nagini- ordeno

-No me hagas esto. Para, no tiene por qué hacer esto- suplique a la serpiente. Voldemort se giró hacia mi intrigado.

Sin motivo aparente me vi arrastrada por un manto invisible junto a Potter detrás de la protección de la estatua. Había sido el verdadero director de Hogwarts sin duda. De un momento a otro todas las estatuas cobraron vida incapacitando a la mortifaga  y obstaculizando las chimeneas para que no escaparan. Lord Voldemort y Dumbledore se pusieron a hablar con una calma increíble, era como si estuvieran sentados en una cafetería, casi una calma inapropiada para la situación. El chico de ojos verdes miraba expectante el panorama. Quiero salir de aquí detrás, me siento prisionera. Mi corazón dio otro brinco esta vez más fuerte siendo casi doloroso. Me puse la mano en el pecho emitiendo un gemido.

-Estas bien?- preguntó Potter. Asentí.- Porqué haz venido hasta aquí?- buena pregunta, ni yo misma sabia la razón. No puedo decirle porque una voz me lo ha ordenado.

-Pensé que necesitarías ayuda, y así es- me justifiqué 

-Y ahora ambos somos inútiles- afirmo recostándose a la pared pero sin dejar de prestan atención a lo que los magos decían.