A raíz de una TRAICIÓN

#2 Sexo

El avión aterrizo, ella descendió sin emoción alguna, al final del pasillo fue recibida por mujeres vestidas con el traje típico de hawaianas, un collar de flores fue colgado en su cuello, dio las gracias y salió del lugar, el sol brillaba en lo alto del cielo, se colocó de nuevo los lentes y abordo un taxi.
-a donde la llevo señorita- pregunto amable el conductor.
- a esta dirección por favor- respondió dando una tarjeta que él conductor tomo.
Esta era su primera vez en aquel lugar, sin embargo, lejos estaba de disfrutar el panorama, su mente jugaba con ella torturándola con pensamientos hirientes, pensar en él en ese momento solo le causaba más dolor, el celular sonó insistente, era él comprobó mirando el nombre en la pantalla, tomo con rabia el celular y lo lanzo por la ventana, el conductor la miro como una loca, pero eso no le importo, fijo la mirada en el mar que se veía imponente a un costado del camino y su mente de nuevo la hizo viajar a aquellos días que la llevaron a perderse en él.
***Año y medio atrás ***
POV KIKYU
El trabajo era de lo más satisfactorio, Priet se había entusiasmado en mis diseños, todo marchaba bien, inclusive me había insinuado que podríamos volvernos socios, lo cual solo me motivaba a trabajar con más ganas, demostraría que valía como diseñadora, que confiar en mí era una buena opción y arriesgarse en mi trabajo podría traer grandes ganancias.
Sin duda me sentía tan afortunada, después de nuestra primera noche, resulto que podíamos estar en el mismo lugar sin matarnos, aquella primera cita me dejo ver un lado de Inuyasha que me conquisto, mirarlo relajado caminar por Chapultepec me hizo sonreír, pese a usar ropa informal se veía tan irresistible, su bermuda caqui, playera polo rojo y sus convers, robaban miradas de las mujeres que pasaban a nuestro lado, aun así para él solo estaba yo, o eso creía en ese momento, pues me tomo de la mano y miro a los ojos de una forma diferente causando un cosquilleo por todo el cuerpo, sonreí tontamente, me mordí el labio nerviosa por el contacto y nuestra caminata continuo.
- podemos buscar un lugar para almorzar- menciono parando y mirarme fijamente.
-bien, pero espera- solté su mano y me acerqué donde un hombre pintado todo de plateado se paraba sobre un taburete, simulaba un maniquí, al recibir una moneda en el sombrero que tenía a sus pies cambiaba de posición, a los niños le daba una paleta sacándoles una sonrisa feliz.
-ve déjale una moneda- animo Inuyasha susurrando en mi oído, su aliento me erizo la piel, pero avance y deposite el dinero, sonreí al mirar cómo se movía, dio una reverencia, extendió su mano a mí, ofreciéndome un papelito, lo tome dando las gracias y regrese junto al peliplata, que sonreía divertido por mi reacción.
-enserio te gusto hacer aquello- pregunto agarrando mi mano y avanzando.
-la verdad si- sonreí encogiéndome de hombros- te parezco infantil.
-tú infantil- se carcajeo atrayendo mirandas curiosas.
-tonto- murmure con el ceño fruncido.
-tu pregunta es absurda- murmuro parándose de repente y girándose para quedar frente a mí, necesite levantar la cara para mirarlo a los ojos- eres la mujer más sexy que he visto- su mirada intensa me hicieron temblar- desde que te vi esta mañana con ese short dejando muy poco a la imaginación he deseado quitártelo- su voz ronca me seco la garganta y sin importarme estar rodeada por familias, confieso que me moje.
Desearía decir que buscamos donde sentarnos y comer, pero la urgencia de tocarnos nos hizo regresar a su departamento, que no estaba nada lejos de aquel lugar, nos besamos intensamente a lo largo del pasillo que nos llevaba a su puerta, su mano ya me había desabrochado un botón de la blusa de mangas cortas, antes de entrar y cerrar de golpe la puerta, nuestros labios se presionaban, las lenguas danzaban salvajemente, la pasión nos consumía, a tal grado que por nuestra desesperación los botones de mi blusa salieron volando, dejando mi sostén rosa a la vista, le quite el polo y después me empecé a bajar el short, pero su mano me detuvo.
-dije que te lo quería quitar- murmuro.
Su mano se posó a los costados de mi cuerpo, justo bajo los senos, descendió hasta la pretina del short, al estar a media pierna no necesito de gran esfuerzo para bajarlo, en su camino de una vez quito mi ropa interior, su contacto me hicieron contener el aliento, lo mire pararse con los ojos brillando de deseo, quito el seguro de mi sostén que se encontraba adelante, retirándomelo por completo, ahí estaba de nuevo desnuda frente a él.
¡Sexo!!! grito mi mente, pero la calle molesta, déjame disfrutar casi grito a mi subconsciente, pero fue su boca la que distrajo a la razón, succiono sin parar haciéndome arquearme, me pegue a la pared, abriendo mis piernas al sentirme invadida por su mano, me sonroje al recordar lo húmeda que estaba ya, él sonrió al sentir aquello, entonces me elevo, mis piernas lo rodearon y sentí su erección aun oculta bajo la ropa, suspire ante tal rose, su mano urgentemente saco el miembro duro mientras me alzaba el trasero, una vez que estuvo listo me dejo caer ensartándome hasta el fondo.
- ¡DIOS!!- grite ante tal sensación.
Mi espalda se raspaba con la pared al subirme y bajarme, pero eso era parte del placer que sentía, mi cabello rebotaba al igual que mis senos, los cuales empezó a lamer y succionar, su jadeo se fundió con la mía, nuestros cuerpos sudaban ante tal cogida, en mi vida hubiera pensado que ese maldito engreído fuera tan fogoso, me embestía con fuerza, haciendo gemir a cada estocada, nuestras bocas se unieron y acelero su movimiento.
- ¡INUYASHA!!!- me separe y grite su nombre.
- carajo me vengo- exclamo excitado.
Se vacío totalmente dentro de mí, y yo me deje venir con él, sensaciones nunca antes sentidas se apoderaron de mi cuerpo, un temblor recorrió cada fibra de mi ser, baje mis piernas entumidas por la posición, pegue mi frente a su pecho sudoroso y tome una bocanada de aire, me sujeto de la cintura y aparto mi cabello del cuello para depositar pequeños besos.
-subamos a tomar una ducha- murmuro alzándome en sus brazos, me pegue a su hombro dejando reposar la cabeza ahí.
-entonces que esto- murmure sonrojada.
Jamás había hecho aquello, ni pensado tener sexo por el simple placer de tenerlo, pero todo lo que me hacía sentir, Diablos, no quería dejarlo, al menos no por ahora, de algo estaba segura o creía estar segura en ese momento podía ofrecerme a él sin entregarle mi corazón, lo acepto fui tonta, me creía capaz e inmune a su encanto, pensé que solo sería una aventura y lo hubiera sido si él, si él no hubiera dicho:
-Kikyu- me bajo en su alcoba- me gustas.
Y después de aquel día solo queríamos estar en la cama, bueno miento, donde se nos antojara, el baño, la sala, el comedor, el cuarto y porque no el estacionamiento, cualquier lugar era bueno para un rico sexo.
continuara...