#3 Atrapada en su mirada

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El hotel CABAÑAS MARINAS era sin duda 5 estrellas, el edificio moderno era el centro de aquel lugar mágico, sin embargo, sus cabañas usadas como habitación eran su atractivo, además de estar a la orilla del mar… pago al taxista y se encamino a la recepción, una mujer le sonrió al acercarse.
-buenos días tiene reserva- pregunto amable la mujer.
-sí, está a nombre de Kikyu Shinanthi- menciono con un nudo en la garganta, jugo con nerviosismo la argolla que llevaba, mientras esperaba que la mujer comprobara.
-bienvenida señorita Shinanthi, su habitación es el 26, aquí tiene su llave, cualquier cosa que necesite no dude en hacernos saber- murmuro amable.
-gracias- tomo la llave y siguió el camino que le indico el botones que acudió a ayudarla con su maleta.
Avanzo por un largo camino, rodeado de palmeras verdes, la brisa marina acaricio su rostro, bajo la mirada a su mano y el carísimo anillo brillo, estuvo a punto de chocar con el joven botones, pero, paro a tiempo, este le sonrió ofreciendo la llave, ella lo tomo y saco tres billetes del bolso para entregarle al chico, este inclino la cabeza y la dejo, entro cerrando la puerta tras ella, su mirada vago por el lugar, era magnifico, aun así ella no mostro emoción alguna, al contrario, camino hasta dejarse caer en la cama, cerró los ojos y por fin, después de todas esas horas de viaje, de esas horas de aguantarse y ahogar el llanto, lo dejo salir, las gruesas lagrimas brotaron, se abrazó a la almohada y grito de rabia, grito de dolor, grito por lo tonta que había sido, por primera vez en su vida odiaba estar sola, pues necesitaba un abrazo, lloro sin parar, odiándose por ser tan IDIOTA, miro con rabia la argolla de boda, se paró, abrió la puerta corrediza, se la quitó bruscamente, su mano se movió con fuerza en un intento de aventarla a la nada pero su puño se cerró en el último momento, cayo de rodillas bajo el cielo azul, apretando contra su pecho el costoso anillo.
***UN AÑO ATRÁS***
POV KIKYU
Jamás te dejes llevar por las emociones del momento, mi madre me decía siempre que actuaba sin pensar, debí seguir su consejo, pero no, si tan solo hubiera honrado su memoria, todo habría sido diferente. Si bien nuestra relación había seguido su curso, no éramos del todo una pareja eso lo sabía bien, la mayor parte del tiempo nos la pasábamos teniendo sexo, aunque también salíamos al cine, a cenar, a la disco, visitamos diferentes estados, entre ellos Chiapas, Guadalajara y Cancún, Inuyasha nunca me permitió acercarme lo suficiente como para conectar nuestros sentimientos, cada vez que indagaba para conocerlo más a fondo él ponía una barrera.
-entonces tomaras el cargo de presidente- pregunte mientras estábamos en la cama desnudos.
-eso espero- murmuro cortante.
-hay problemas- pregunte acariciando su pecho- he oído algo de tu hermano.
-ese imbécil no es mi hermano- murmuro molesto.
-entonces, ¿Por qué no me explicas? - sugerí suavemente.
-no tengo ánimos para traer trabajo en la cama- contesto cortante y me giro para quedar sobre mí.
Su molestia era notoria, más cuando su beso fue algo brusco, tanto que mordió mi labio y solté un gritito, se apartó y su mirada se suavizo, su dedo toco la parte donde un hilo de sangre salió y lo aparto delicadamente para luego meterlo a su boca, esa acción me éxito, su lengua acaricio mi cuello y bajo asta mis senos, esperaba que los comiera, pero siguió su camino, hasta llegar a mi vientre, de ahí descendió abriéndome las piernas para introducirse a mi sexo húmedo, su lengua recorrió aquella zona sensible, me retorcí y mis manos sujetaron su cabello, empujándolo a hundirse en mí, una corriente atravesaba mi cuerpo, gemí al sentir aquello, él se incorporó y alzándome hasta los hombros mis piernas se dejó ir, llenándome totalmente, me aferre de sus hombros mientras mis labios se unían a los suyos, empujo con fuerza, mientras sus manos apretaban mi cintura, para después descender a mi trasero, alzando ligeramente para profundizar la penetración, sentí sus bolas chocar con mi piel.
-INU…. ¡AHAHHAHA!!…- grite mientras su boca atrapaba un seno- Dios no pares- suplique- ¡ahhaha!!
- ¡KIKYUUUU! -grito al acelerar y venirnos ambos.
Su frente toco la mía mientras nos calmábamos, nuestros cuerpos estaban satisfechos por esta segunda sesión de sexo, se recostó a mi lado, atrayéndome en el camino, suspiré dejando pasar la plática anterior, aunque en el fondo me sentí excluida de su vida, eso era importante pero no me hacía parte, de nuevo la pregunta surgió y de nuevo la calle: ¿Qué somos?
Al día siguiente jugaba tontamente con mi frapee mientras Ayame hablaba sin parar sobre su hijo, quien tenía apenas un mes de nacido, sonreí fingiendo poner atención, aunque mi cabeza solo se preguntaba una y otra vez donde nos llevaba aquello, en ocasiones me decía cariño, princesa, inclusive se mostraba celoso en los eventos donde asistíamos y los hombres se me acercaban, su mano se aferraba a mi cintura demostrando dominio, dejando claro que era suya, pero que tan cierto era todo aquello.
-eres una mala Kikyu- se quejó Ayame- ni siquiera estas prestándome atención.
-disculpa, estoy algo distraída- murmure avergonzada.
-problemas en el trabajo o con don perfecto- pregunto.
-es que…- suspire- no sé, a dónde vamos con esta relación, no sé, ¿qué siente en verdad por mí? - confesé.
-pero tú lo amas- interrogo- o solo es sexo.
-te mentiría si digo que es solo sexo, aunque la verdad en la cama es fenomenal- sonreí picara.
-Rayos Kikyu- murmuro mi amiga- eso es demasiada información- rio con gusto al verme enrojecer.
-lo amo sí-confesé- pero él no creo- baje la cara.
-pues según Koga nunca antes lo había visto tan interesado o en una relación tan larga- trato de animarme.
-no me hare ilusiones hasta escucharlo decir que me ama-mire mi reloj- se me hace tarde, nos vemos.
A lo largo de la semana siguiente lo nuestro siguió igual, pero repito: Jamás te dejes llevar por las emociones del momento, mi madre tenía razón, salí más que emocionada de la reunión con Priet, el me propuso ser su socia, por fin mi trabajo daba frutos, las ganancias obtenidas con mis diseños, era suficiente para entablar la sociedad, solo haría falta ver a los abogados, unas firmas y listo, llame sin importarme la hora y que estuviera en la oficina.
- Kikyu estoy en una junta importante- murmuro.
-disculpa, pero tengo algo que contarte, Priet y yo seremos socios- murmure feliz.
-felicidades, hablamos en la noche, tengo que colgar- susurro cortante y colgó.
Me quede como idiota mirando el teléfono, una lagrima resbalo por mi mejilla, me dolió su indiferencia, en ese momento debí darme cuenta que él no me amaba, pero al llegar a su departamento esa noche, mi corazón se aceleró como loco, la mesa del comedor tenia velas prendidas, lista para una cena romántica y lo que me quito el aliento fue mirarlo a él con un ramo de flores en la mano, me emociono aquello, me lance tontamente en sus brazos y el me beso suavemente.
-felicidades por tu sociedad- murmuro rodeándome la cintura.
-gracias- tome el ramo- las llevare en agua.
-eso puede esperar- murmuro sin soltarme- baila conmigo- menciono lentamente poniendo las flores en la mesa y tocaba un control.
La única luz eran las que ofrecían las velas, la música empezó a sonar mientras me pegaba a su pecho, nos movimos lentamente y él empezó a cantar: (De rodillas, Reik)
-Mi vida hay algo importante que intento decir, deja que me ponga de rodillas para ti, dime que respondes a un siempre juntos, dame esta noche tu mano, no quiero pasar un día sin ti, quiero que sea en tus brazos, donde vea llegar mis días al fin
¿quisieras casarte conmigo? -
Entonces fue cuando me deje llevar por las emociones, deje que mi corazón creyera, alce la vista SORPRENDIDA, sin parar la música ambos nos detuvimos, una caja de terciopelo salió de su bolsillo, contuve la respiración y entonces quede atrapada en su mirada…
-Kikyu Shinanthi ¿quieres ser mi esposa?
CONTINUARA...

A raíz de una TRAICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora