#7 Extraño

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Tres días habían pasado desde esa noche dolorosa, el llanto se había esfumado después de sacarlo sin parar, abrió la puerta corrediza y respiro profundamente, una sonrisa se escapó de sus labios al contemplar tan bello paisaje, aún era pronto para volver, necesitaba distraer su mente porque no era nada bueno estar con lo mismo en la cabeza, a la orilla del mar la gente empezaba a pasear, de repente se le apeteció nadar, busco en su maleta e hizo una mueca al comprobar que a Jaky se le había pasado por alto, suspiro y saco su cartera, necesitaba ropa, salió ante la mirada de los empleados, quienes se habían percatado de su aislamiento, sin prestar atención camino por las calles donde varios hoteles se elevaban, por fin encontró la avenida Bech blue donde las tiendas se encontraban, avanzó sin interés, más tarde se dirigía a la playa con su traje de baño puesto junto con un pareo, una mujer sola, llamó la atención de varios hombres, su figura y senos atraían miradas morbosas, ella sin darse por enterada se quitó el pareo y metió al mar.
-carajo hombre mira que cuero de mujer- murmuro Miroku.
-de esas pesadas ricas que solo provocan a los hombres para dejarnos calientes- menciono un pelinegro sin mucho interés.
-acaso lo dices por esa riquilla que se te insinuó para dejarte sin acción al saber que eras un simple barman- rio el pelicorto.
-ni quien quiera recordarla- bufo siguiendo su camino.
-si tú lo dices- respondió Miroku alcanzándolo y ambos siguieron caminando por la orilla de la playa.
La noche cayo en ese bello lugar, Kikyu salió del baño sintiéndose mejor, mirarse al espejo ya no pesaba tanto, mucho menos aquellas hirientes palabras, ahora que estaba más tranquila sabía cuál sería el camino a seguir, sonrió tomando el teléfono y marcando un número.
-si diga- escucho una voz varonil.
-hola Koga soy Kikyu- saludo un poco animada.
- ¡ah! no reconocí tu numero- exclamo- dime estas bien, Ayame me comento que Inuyasha pregunto por ti.
-Koga- Maldición pensó la mujer al escuchar hablar de su esposo- necesito de tu ayuda.
-sabes que siempre podrás contar conmigo- respondió Koga- dime.
-quiero divorciarme- dijo sin más.
- ¡QUE! - se escuchó una voz confusa- pero… paso algo… maldición Inuyasha te hizo algo- pregunto preocupado.
-él me engaño- murmuro respirando con dificultad- él…- callo al no poder seguir hablando.
-hijo de su madre- exclamo alterado su mejor amigo- le partiere la cara a ese imbécil.
-no- se apresuró a contestar- no es necesario, solo quiero sepárame de él, me urge… por favor.
-él sabe de esto- pregunto serio.
-no, ni lo imagina, pero me entere de muchas cosas- suspiro.
-estas, segura de esto- cuestiono suavemente- no podrían arreglarse.
-no, no quiero seguir con él- miro el mar a lo lejos- por favor estaré en unos días por ahí. Ahora ando fuera, me pondré en contacto apenas regresar, no le digas nada.
-bien-suspiro- me encargare, cualquier cosa llámame.
-lo prometo, gracias, adiós- colgó.
Apenas colgar el teléfono sonó de nuevo…
-mujer por fin contestas- hablo su amigo Jakotsu- dios consigue un nuevo cel, me he pasado la tarde llamándote, pensé que habías hecho una tontería.
-ya cálmate Jaky, solo Salí a nadar- contesto Kikyu- disculpa si te preocupé.
-kiky te escucho mejor, no sabes cómo me alegra- hablo con su voz chillona.
-he hablado con Koga, le pedí que viera mi divorcio-murmuro la peli negra.
-ese imbécil no te merece kiky, es más sal y búscate un machote para descargar con gusto la rabia que te dejo, no hay nada mejor que el sexo.
-Jaky, nunca cambias- rio la chica- pero estoy en Hawái y al menos puedo ir por un coctel.
-bien, te aconsejo ir al Bar Viento cortante, pero después mámate asta atrás y déjate consentir por un macho de verdad.
-tratare-contesto sarcástica la mujer- cuídate- colgó.
Sonrió ante las ocurrencias de su amigo, se miró en el espejo y aunque no era la misma de días atrás, seguía siendo ella, Kikyu, la vida no paraba, podía volver a sonreír, podía vivir sin él, lo hizo antes de conocerlo y más ahora de saber el demonio que era por dentro. Se puso un pantalón de mezclilla ajustado, rodando los ojos, ante las prendas seleccionadas por Jaky, un top negro, se amarro el cabello, pinto discreto y salió más animada, una copa ayudaría a sentirse mejor.
El Bar Viento cortante estaba lleno, era un lugar grato para tomar, con música en vivo, Miroku servía bebidas en las mesas, mientras usaba un sport pegado remarcando sus músculos, las señoritas solían visitar ese lugar para disfrutar de la vista que los empleados les regalaban, además de las sonrisas, coqueterías que se prestaban, estos solían hacer bailes candentes a media noche.
Ella entro al bar sorprendiéndose por lo lleno del lugar, en su mayoría mujeres, sonrió agradecida por ello, se dirigió al bar y se encontró una silla vacía, donde se sentó.
-mira quien nos visita- murmuro Miroku a su amigo- el cuero de la playa.
-como si me importara- menciono y se encamino a ella- señorita desea una bebida.
-por favor una piña colada- levanto la mirada y se encontró con unos ojos negros.
-claro- respondió y se dispuso a preparar su bebida.
Ella miraba el lugar, cuando él le entrego su bebida, le regalo una breve sonrisa y siguió mirando a su alrededor.
- carajo viejo- se pegó a la barra Miroku- ni siquiera te volteo a ver, eso es nuevo.
-puf, cállate y vete a trabajar- lo saco un severo hombre.
Tomo la copa y se llevó la bebida a los labios, regreso la mirada a la gente que se acercaba a la barra, una mujer rubia coqueteaba con el barman, este no mostraba interés, frunció el ceño ante la actitud de ese sujeto, las mujeres como siempre tontas llamando la atención y dando de mas, mientras esos solo jugaban pensó, bajando la mirada y bebiendo, él la miro de reojo, pudo percibir en su mirada recelo al observarlo, sin darse cuenta estaba ahí trabajando pero sin quitarle la mirada a esa hermosa pelinegra, Carajo, acaso tenía un fetiche con ello, se regañó mentalmente, observo a un hombre acercarse a ella.
-Hola hermosa puedo invitarte una bebida- pregunto un hombre al que conocía como Renkotsu.
-no gracias, estoy bien- respondió.
-puedes estar mejor con mi compañía- el hombre puso una mano en su pierna.
-dije que no- la mujer levanto la vista y lo miro severa- quita tu puta mano de mi pierna.
POV KIKYU
El idiota había puesto su mano en mi pierna, que se creía, soy mujer y que, no por eso ando urgida por un hombre, pese a la loca idea de Jaky, yo no cometería las idioteces de Inuyasha, no pensaba engañarlo aun estando casado con él, eso me aria ser tan escoria como él, además los malditos hombres eran todos iguales, de seguro una tonta como lo fui yo, esperaba su llegada, mientras él aquí queriendo propasarse. Le retire la mano y me pare, pretendía irme, cuando la maldita música sonó, deje la copa en la barra temblorosa, un hombre cantaba DE RODILLAS… maldición me di la vuelta y Salí empujando a las mujeres que se acercaron al escenario para ver aquella proposición, logre salir a la calle sin percatarme que él hombre me siguió, mucho menos de la alta hora, la calle estaba vacía, intente parar un taxi, pero una mano me jalo, obligándome a girar.
-a dónde vas reina- el aliento a alcohol me golpeo la cara.
-que no entiendes que me sueltes- dije he intente zafarme de su agarre, pero él me apretó con fuerza.
-déjeme- eleve mi voz.
-estas, re buena- contesto y me pego a él, me entro el pánico al sentir se miembro.
-por favor suélteme- suplique temblorosa, mientras me llevaba a rastras a un callejón.
Jajaja me carcajee en su cara, DIOS, enserio, es neta, me enteraba que mi esposo era infiel, mi matrimonio era una pantalla, me sentía desgraciada, y ahora un maldito degenerado pretendía violarme, o sea qué onda con la vida.
-cállate loca- ante mi risa intento golpearme, pero una mano lo detuvo.
- ya déjala- lo empujo el moreno de cabello negro ondulado del Bar- no sé cuántas veces debo decirte que en mi Bar no Renkotsu.
-miarda Naraku déjame disfrutar de esta joya- dijo mirándome morbosamente.
- lárgate o llamo a la policía- me miro por fin- lo demandaría señorita- pregunto mirándome serio.
-si- conteste mirando con asco al hombre calvo.
-hay mejores, zorra- Me grito dándose la vuelta y yéndose.
-por dios- murmure- gracias.
POV NARAKU
Carajo viéndola bien tenia, cierto parecido a… puta no quería pensar en esa mujer, apreté los puños, mirando de arriba abajo a la morena, mexicana como la otra, no cabía duda, lo último que me apetecía era enrollarme con esta mujer, me di la vuelta y siguió mis pasos, me dirigí al Bar, de reojo la vi abordar un taxi, nuestras miradas se encontraron y sentí una corriente recorrer mi cuerpo.
POV KIKYU
Ese hombre me miro sin mucho interés, inclusive lo vi alejarse de mí rápido, diablos, quise jalarlo del brazo y pedirle que me mirara de nuevo, que me dijera que estaba mal en mí, porque mi esposo no vio en mí más que sexo y beneficios, acaso valía tan poco como mujer, mis ojos se aguaron de nuevo ante el recuerdo de esos dos cuerpos unidos, que tenía ella que yo no, camine tras de él y tome un taxi que dejaba a una pareja, al arrancar levante la mirada y me encontré con esos negros como la noche, inmediatamente aparte la vista al sentir una corriente recorrer mi cuerpo.
-me llamo Kikyu- murmure entre las sabanas.
-Naraku- contesto con voz ronca, mientras su boca me besaba con pasión.
Su mano morena se aferraba a mi cintura, mientras sentía en mi vientre el rose de su miembro, suspire mojándome, al saberme deseada por este hombre, su rodilla me obligo a separar mis piernas, ni sabía nada de él, pero ahí estaba dejando que me embistiera, ¡ah NARAKU!
Abrí de golpe los ojos, me senté en la cama, estaba sudada y mojada…
¡DIABLOS! ¿SOÑE CON ÉL?
Continuara…

A raíz de una TRAICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora