#13 Deseó desquiciado

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La mansión se elevaba tan majestuosa como años atrás, mirarla trajo recuerdos que no estaba dispuesto a rememorar, la perta se abrió y un par de ojos sorprendidos lo miraron, para después abrazarlo afectuosamente, la mujer que había trabajado desde su juventud en aquella casa, se había vuelto un gran consuelo a su llegada, entro sabiendo que la pareja ‘feliz’ no estaría.
-mi niño que alegría tenerte aquí- saludo la mujer mayor.
-Kaede te extrañe mucho, me gustaría platicar contigo, pero dedo cambiarme apropiadamente para encontrarme con mi hermano- menciono sarcástico, subiendo al segundo piso.
-será mejor que uses la habitación que le pertenecía a Inuyasha, la tuya la ocupa la señora Kikyu- murmuro incomoda al hablar de sus señores.
-tan mal esta esa pareja- pregunto curioso.
-siempre fue mezquino el joven Inuyasha, pero ahora se ha vuelto un completo desconocido para mí- dijo triste.
-bien, espero con ansias volver a verlo- entro al cuarto continuo del que le pertenecía.

Empresa TELTA
Bankotsu estaba sumamente ajetreado de trabajo, desde la llamada recibida horas antes, se había puesto a hacer llamadas para organizar una junta al día siguiente, preparo todo para el reencuentro de los Taisho, aunque su amigo aparentara calma, sabía bien que odiaba tener que depender de su medio hermano, salió con los documentos listos para ser firmados, después de la junta del día siguiente, la empresa se volvería internacional y estarían listos para cruzar las fronteras.
-Ayami ten listo la sala de junta, cuando llegue has el favor de conducirlo directamente ahí-ordeno Inuyasha.
-bien señor- menciono y salió nerviosa.
-bien por una vez en tu maldita vida me serás útil ‘hermano’- murmuro levantándose y caminando a la ventana con los brazos cruzados.
-todo esta listo- dijo Bankotsu ingresando a la oficina.
-él sabe sobre el segundo testamento- pregunto a su abogado.
-se le debió notificar, pero como nadie lo encontraba, lo dudo- hablo Bankotsu.
-conociéndolo dudo que este casado- menciono pegándose al escritorio- eso me facilitara todo, esta noche dejare embarazada a Kikyu quiera o no.
Dijo fríamente sin percatarse de las manos apretadas de su amigo y abogado, quien empezaba a odiarlo por su obsesiva ambición de conseguir el poder, pero sobre todo por la forma tan despreciable que pretendía tratar a Kikyu.

Una hora más tarde la secretaria miraba embobada al hombre de cabello largo, mientras le servía café, la puerta se abrió dando paso a Inuyasha y Bankotsu, el hombre alzo la vista con una sonrisa de lado.
-pero vaya, el señor por fin nos regala un poco de su tiempo- hablo Inuyasha.
-pero vaya, el hombre casado que omitió invitar a su hermano a su boda- murmuro el otro fríamente.
-como si fuera relevante una boda- murmuro Inuyasha sentándose en la cabecera de la gran mesa.
-para ti si, ya que así conseguiste la mayoría de las acciones- menciono el medio hermano.
-entonces estas al tanto del testamento- pregunto tragándose su molestia Inuyasha.
-no te preocupes hermano, no estoy casado, digo aun, pero puedo hacerlo pronto y no dudes que a la primera dejare en cinta a mi mujer- hablo disfrutando hacerlo rabiar.
-acaso crees que yo, no puedo embarazar a mi esposa- dijo furioso un peliplata.
-nunca dije eso, solo que, si quieres jugar a ver quien gana, puedo sorprenderte- se burló.
- por favor estamos aquí para hablar de negocios- interrumpió Bankotsu entregando una carpeta al hombre de mirada fría.
-me lo leeré después, por ahora solo quiero descansar, el viaje fue largo- sin más se paro y salió ante la mirada de odio de Inuyasha.

Cafetería Sacerdotisas
Kikyu estaba absorta en sus pensamientos, no se percato de que alguien la observaba desde el marco de la puerta, una mirada de aprecio la recorrió de arriba abajo, había sido tan idiota para lanzarla a los brazos de otro hombre, cuando siempre se sintió atraído por ella desde que Koga se la había presentado en la universidad, la mujer lo percibió y se giró, lo miro con una sonrisa, él se acercó.
-Banky-lo saludo con un beso.
-hola, Kikyu disculpa por citarte de repente- dijo sin quitarle la mirada y sentándose- estoy preocupado por ti.
-por mí- pregunto incrédula-desde que empezaste a trabajar con él, nunca más me dirigiste la palabra.
-sabes bien que Inuyasha es celoso, me dejo claro que no quería verme cerca de su hermosa esposa-confeso apenado.
- ¡QUE! Banky, dios no puedo creerlo-exclamo sin dar crédito a aquello- porque nunca me dijiste.
-estabas enamorada de él, acaso ibas a tomarme en cuenta- dijo amargamente.
- ciega, esa es la palabra- murmuro la mujer- pero buscare como librarme de él.
-intentara forzarte a darle un hijo, Kikyu- dijo y le tomo la mano- por favor cuídate, he estado pensando en la mejor opción para divorciarte, pero la única donde tu podrías salir sin perder nada, sería que el hermano se case y tenga un hijo.
-pero si nada saben de él-dijo cansada.
-regreso, el hermano de Inuyasha regreso-dijo haciéndola tener esperanzas.

La mansión Taisho estaba en silencio, después de su plática con Banky había regresado más tranquila, se dio un baño y se puso un pantalón de rayas de algodón, una blusa holgada lisa de color azul, se secó el cabello y se metió en la cama, a su regreso no vio a Kaede, empezó a cerrar los ojos cuando la puerta se abrió, Inuyasha camino descalzo a ella con el pantalón únicamente puesto, sus ojos dorados estaban brillando de deseo, podía sentir su desesperada necesidad, se sentó y tapo con miedo, recordando las palabras de Banky:
-intentará forzarte a darle un hijo, Kikyu-
POV KIKYU
Lo mire caminar a mí, su sonrisa se extendió por su boca mientras me miraba temblar, me aferre de la sabana pegándome todo lo posible a la cabecera de la cama.
-te dije que la próxima vez no habría contemplaciones- dijo con voz fría.
-Inuyasha no, no…-murmure sabiendo que nada lo detendría.
Me tomo del pie y jalo tan brusco que solté un grito, estando a la orilla de la cama se inclinó y me beso, sujetando mis manos con mucha fuerza, intente zafarme, pero me empujo a la cama, caí en ella y con una mano me sujeto las dos manos, la otra se metió en mi pantalón buscando mi parte intima, donde introdujo dos dedos de golpe.
-relájate o juro que dolerá-me susurro lamiendo mi cuello- hueles delicioso amor.
-SUELTAME-grite desesperada.
-grita todo lo que quieras, no hay nadie, mande a Kaede a su casa- menciono sacando la mano de mi pantalón y me alzo la blusa, lamio mi seno y succiono el pezón.
-para por favor-suplique, esto no era para nada agradable, él me estaba violando.
Me arreba de golpe, logrando soltarme, empuje su cabeza enojándolo, me jalo el pantalón quede solo con la interior, intente alejarme, pero de nuevo me sujeto, con fuerza sujeto la blusa y la rompió exponiendo mis senos.
-PARA INUYASHA, NO-grite desesperada, logrando pararme y correr a la puerta.
-MALDITA SEA KIKYU- dijo molesto y me lanzo a la pared, donde me presiono besándome a la fuerza.
Levante la rodilla dándole un golpe entre pierna, se dobló levemente y abrí la puerta, sin embargo, no logre salir porque de nuevo me jalo…
-ah- grite al golpearme de nuevo con la pared- Ya déjame, por favor-suplique con lágrimas en los ojos.
-no seas idiota soy tu esposo- acaricio mi seno- y más te vale dejarte de mamadas- murmuro sacando su miembro erecto- tu actitud me está excitando.
Saber que tenía a otra, había matado en mi deseo alguno, más ahora con su actitud, me daba asco su mano tocando mi cuerpo, era repulsivo saber que todo era simplemente por el poder, obtenido con un hijo.
-no… por favor-solloce y trate de soltarme, me beso de nuevo y yo… y yo… lo mordí…
-maldita sea Kikyu- estaba furioso su mano se elevó y cerré los ojos ante el golpe inminente, todo esto por un deseo desquiciado.
-NO TE ATREVAS A PONERLE UNA MANO ENCIMA, NI HOY NI NUNCA.
Abrí los ojos para encontrarme con aquellos ojos tan negros difíciles de olvidar.
continuara..

A raíz de una TRAICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora