A raíz de una TRAICIÓN

#11 Beso amargo

La puerta de la habitación sonó tan fuerte que Kaede dejo caer una copa de cristal mientras limpiaba el estudio, Kikyu se quitó de mala gana ese pinche abrigo rojo y lo tiro directo en el bote de basura del baño, se lanzó en la cama boca abajo como adolescente y lloro de impotencia, al sentirse humillada por Inuyasha, dos años había convivido con aquel ser demoniaco, nunca se dio cuenta de lo maldito que era, había estado tan ciega llamando a lo suyo amor, se secó las lágrimas al recordar al ojinegro de Hawái quien esperaba por ella, solo deseaba que él estuviera ahí para abrazarla y brindarle el consuelo que ella necesitaba, daba gracias a dios por no estar embarazada, un hijo no era un juguete, mucho menos un objeto, estúpido Inuyasha que solo pensaba en sí mismo, pensó enojada sentándose en la cama, tenía que analizar bien la situación antes de hacer algo.

En el bufete de abogados Wolf y asociados, Koga estaba atónito por aquella llamada.
-iré directo al grano Koga- mascullo rabioso Inuyasha.
-estás loco si piensas que no ayudare a Kikyu, eres un hijo de puta Taisho- maldijo Koga- siempre fuiste arrogante pero nunca tan despreciable.
-me importa una miarda lo que piense un maldito huérfano como tú, espero haber sido claro Koga, si pretendes ayudarla a divorciarte olvídate de conseguir empleo, juro que me encargaré de cerrarte todas las pinches puertas- hablo fríamente- tienes un hijo no querrás que sufra lo que tú de niño por Kikyu, además ni siquiera es tu sangre, aunque se llamen hermanos- hablo con crueldad.
-eres un…- pero no siguió porque le colgaron-maldición- colgó de mala gana el teléfono- Kikyu como podré ayudarte-suspiro desesperado.

Esa noche ella se metió en la habitación sin cenar, no quería toparse con Inuyasha, se acostó con un pantalón de franela y una blusa de tirantes, empezaba a dormir cuando la puerta se abrió, apenas pudo ver la silueta acercarse a ella, abrió de golpe los ojos al sentir su cuerpo presionado, Inuyasha había subido a ella, agarrándole las manos, siendo este más grande y fuerte la tenía inmovilizada.
-suéltame- hablo ella tratando de aparentar seguridad.
-te dije que necesito un hijo-hablo este y se inclinó a besarla.
POV KIKYU
Estaba impactada por su actitud, dios acaso pretendía violarme, yo no quería, su boca se presionó a la mía, intente zafarme, me arrebate con violencia, él se separó y me miro con molestia.
-nunca te daré un hijo, antes muerta- hable firme y mi labio tembló-porque no vas y te coges a la zorra de Kagome.
-jajaja- rio mientras me soltaba y se sentaba en la orilla de la cama- estas celosa- murmuro suavemente y acaricio mi pierna- tranquila amor, aquí mi esposa eres tú y siempre estarás sobre ella.
-no deseo nada de ti, Inuyasha te odio- murmure con la mirada fija a él.
-me vale madres si me odias, quieras o no tendrás un hijo mío, pero como ahora veo que estas molesta te dejare, pero la próxima vez no seré tan condescendiente, así que prepárate querida- dijo besando mi frente- porque tu serás la madre del hijo que me hará millonario.
Lo mire con lágrimas en los ojos, me daba asco sentir su mano sobre mí, acaso pensaba que yo iba a estar dispuesta a acceder a sus infantiles planes, acaso estaba loco, Inuyasha Taisho quien eres de verdad, me pregunte mientras ponía el seguro de la puerta, me urgía separarme.

En Apopochoa, Vestidos de Novia
Esa mañana Koga se presentó en la oficina de Kikyu, esta sonrió al verlo y se lanzó a sus brazos, Ayame la había puesto al tanto de la plática con Inuyasha, conociendo a Koga seguiría con el divorcio sin importarle su integridad.
- ¿Kikyu que pasa? -pregunto alarmado al verla temerosa como cuando tenía 5 años.
En esa época sus padres fallecieron, con ninguna familia que quisiera hacerse cargo de un niño de 8, las autoridades lo recluyeron en el orfanato, ahí conoció a una niña con ojos negros y asustadizos, hablaba poco, no tenía amigos, cuando alguno elevaba la voz se escondía y con las peleas lloraba, él se había acercado sintiendo simpatía, había escuchado sobre la muerte de su madre, poco a poco se habían hecho amigos, hasta que él fue mayor, consiguió becas, estudio y dejo aquel lugar, cuando ella tuvo edad para escapar, vivieron juntos, sus amigos pensaban que entre ellos había algo más que amistad pero a ella siempre la vio como aquella hermana que perdió junto a sus padres, protegerla había sido muy importante para él antes y también ahora.
-no tienes de que preocuparte, veras como logramos divorciarte pronto- trato de tranquilizarla.
-lo lograre, pero buscare a otro abogado-hablo mirándolo mordiendo su labio.
-Ayame te conto- dijo este- puf…-paso su mano por el cabello- mira Kikyu esto será difícil, pero…
-no, yo buscare una solución a ello, no soy tonta Koga, si te amenazo, lo mismo hará con cualquier abogado- Dijo resignada y se sentó.
-maldito Taisho- menciono y se sentó frente a ella, tomando su mano para confortarla- averigüe que el testamento exige un descendiente, aquel que lo tenga dentro de las leyes se quedara con todo.
-por eso soy la elegida para ello, un hijo con su amante de nada le serviría, que hay del hermano está casado.
-nadie sabe nada de él, ni siquiera yo que fui amigo de Inuyasha en la universidad se quien rayos es.
-sería mi única salvación- murmuro esperanzada-a menos que le seda parte de la empresa, pero ¡NO! ESO SERIA MUY INJUSTO.
-buscaremos la forma, pero esto llevara su tiempo.

POV KIKYU
Ha pasado una semana desde mi regreso, porque Naraku no me llamaba, al final creo que esto que sentíamos no era tan grande, pero aun así lo extrañaba, lo esperaba, lo deseaba a mi lado, suspire mirando mi reflejo, un vestido morado, ¡JA! Lo acepto lo compre pensando en lo bien que Naraku se veía aquella noche, con perlas en el cuello alto, la espalda descubierta, abertura en la pierna, el cabello en un alto moño y unas zapatillas plateadas de tacón.
-carajo se nos hace tarde- pego la puerta Inuyasha- te espero abajo.
Y ahí estaba entrando del brazo de mi querido esposo a la gala de beneficencia, su traje negro hecho a la medida, hacia resaltar su cabello plateado, sus ojos dorados y sonrisa de lado demostraban su arrogancia, sonreí cordialmente a todos los que se acercaron, por mi culpa esos niños de la casa hogar no podían quedarse sin el apoyo económico que la empresa TELTA aportaba por segundo año, con mucho esfuerzo convencí a Inuyasha de hacerlo el año atrás, para que lo arruinara ahora.
-sonríe- susurro cuando un camarógrafo se acercó.
Le gustaba aparentar ser una perfecta pareja, me sujeto de la cintura y ambos sonreímos, sino fuera por esos niños, maldije de nuevo a Inuyasha, idiota.

HAWAII
El bar estaba cerrado a esa hora de la mañana, Naraku bebía un café de mala gana, Miroku lo miraba desde el otro lado del bar, su jefe había estado de mal humor desde que la chica blanca se fue, sonrió y dejo de acomodar las botellas para acercarse a él.
-porque no la llamas, te dejo su tarjeta no- comento.
-le estoy dando su espacio, tal vez ella y su esposo se reconcilien.
-estas seguro que una chica como ella- tomo el periódico- que ni siquiera se acostó contigo por estar casada, aceptaría de nuevo a su esposo.
-no sé porque te conté ello- menciono molesto.
-en realidad estabas ebrio, sintiéndote miserable por haberla dejado ir- se burló Miroku.
-me lo pensare- murmuro agarrando el periódico- aunque tal vez no lo haga.
La imagen en la sección internacional mostraba la foto del Matrimonio Taisho dándose un beso, la reseña decía: joven pareja preocupada por la niñez de México, que sufre el abandono o necesidad de una casa hogar.

DF, MEXICO
POV KIKYU
Lance el estúpido periódico, maldito Inuyasha me había tomado por sorpresa besándome en esa foto, lo que antes disfrutaba ahora solo me sabe a besos amargos, en cambio deseo aquellos cálidos y sinceros, Naraku te extraño, murmure ante su recuerdo.
Continuara…