#8 Consuelo

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El agua caía sobre su cuerpo, apenas levantarse corrió a darse una ducha fría, que rayos le pasaba, soñar con un completo desconocido nunca le había pasado, estaba quedando loca, súper loca, necesitaba distraerse se puso un short beige y una blusa amarilla de tirantes, unas sandalias y un sombrero de paja la cubrieron del sol, tomo su mochila dispuesta a relajarse y disfrutar del día, caminaba por el muelle cuando vio a lo lejos unos barcos, regreso sobre sus pasos en busca de un cajero, retiro una cantidad muy elevada y aprovecho para comprar una cámara, sonriente por darse ese lujo fue en busca de un yate, en la costa habían muchos, miro a todos lados y se encontró con un hombre de edad, quien le sugirió ir por LA PERLA SHIKON, camino hasta dar con ella, subió por la escalera entusiasmada por aquello.
-hola- llamo avanzando a la cabina- disculpen hay alguien aquí.
-que quiere- la voz se escuchó en cubierta- no tengo servicio hoy.
-por favor- menciono ella intentando mirar a la persona que hablaba- de verdad me gustaría dar una vuelta por el mar, no importa cuánto me cobre.
-cuantas personas serian- pregunto sin siquiera acechar.
- solo yo- contesto encontrando por fin la escalera para subir.
- ¿usted? Segura que puede pagarlo- pregunto y la voz se escuchó muy cerca.
-por favor – suplico ella, sin lograr llegar a él.
-bueno si no le molesta estaba por salir al mar, podría ir conmigo, pero no le serviré, usted puede tomar lo que quiera de la nevera o prepararse algo en la cocina- soltó y se arrepintió al ver de quien se trataba.
POV KIKYU
Diablos, intente darme la vuelta y salir de ahí, pero era demasiado tarde él me miraba de mal humor, no entendía porque su actitud, me sonroje al recordar mi sueño, no pude evitar dar un paso atrás, esto solo sirvió para obtener una vista completa de él, llevaba un polo blanco ajustado a  su pectoral, sus brazos musculosos, esas manotas, trague saliva, el pantalón desgastado, los croks, pero era su cabello amarrado en una cola con algunos mechones sueltos que le daban un toque sexy, su negra mirada era tan penetrante que me erizaba y un cosquilleo me recorría.
-entonces vienes- su pregunta sin expresión me desconcertó.
-si no le molesta mi presencia- murmure.
-entonces vamos- enseguida puso en marcha el yate.
POV NARAKU
Quise darme un golpe en la pared por reiterarle mi oferta, carajo, Miroku me había avisado en el último momento que no podría venir conmigo, pero enserio deseaba navegar, así que vine, de haber sabido que ella aparecería nunca hubiera pensado bajar, no sé qué tenía esta mujer que me inquietaba, tal vez su maldito cabello negro y los pequeños rasgos semejantes a la otra, maldición, y si era su hermana, absurdo, el mundo entonces debería ser demasiado pequeño para ello. La mire de reojo sostenerse de la barandilla mientras salíamos mar adentro, imbécil, acaso no era demasiada tentación como mujer, se quitó su mochila y la dejo en la cabina, salió y se paró cerca de mí.
- es la primera vez que visita Hawái- pregunte sin poder evitarlo.
-sí, nunca antes había visto un mar tan azul y espectacular como este- murmuro con un brillo en los ojos.
-viene sola- me aventure a preguntar y sus ojos se apagaron, la iré temblar y bajar la cara.
Su reacción me hizo pensar que escapaba de algo o mejor dicho de alguien, recordé de repente su reacción en el bar, tal vez un novio o esposo, miré la mano libre de anillos, me sentí aliviado al saber que tenía pensamientos no tan puros con alguien sin compromisos.
-avanzare un poco más y me detendré para que tomemos el sol, suelo atracar un rato, finjo pescar.
- ¿finge? - pregunto alzando la ceja con una media sonrisa.
-nunca pesco nada- respondí y la vi mostrar unos blancos dientes, rayos esa sonrisa fue tan autentica que me perturbo.
Una vez que nos detuvimos le sugerí ponerse bloqueador, ella extendió una toalla, se sentó y saco el tubo, empezó a pasarlo por su cuerpo, miarda, me urgía sexo, ese acto me dejo bien duro, sacudí la cabeza y me quite la ropa, me puse un short y me lance al mar, nade un rato cerca del yate, cuando la mire absorta en sus pensamientos, esa mujer parcia realmente triste, sus ojos parecían vacíos, me sumergí riendo por lo cursi que sonó aquello, un cuerpo cayo en el agua, CA…RA…JO… tuve que salir para no ahogarme ante aquello, estaba con una traje de baño tan diminuto como el del primer día, este era rosa con puntos blancos, sus senos parecían escapar de aquella prenda, su maldito trasero estaba bien parado, ella subió también, verla salir y sacudir su cabello, las gotas rodar por su cuerpo, MI…AR…DA…
Después de subir, él le enseño a pescar evitando tocarla, su amigo estaba demasiado activo por la visión, cualquier contacto con ella lo haría explotar, descubrió que él era pésimo pescando, pero ella en cambio no.
-suerte de principiante- murmure resentido, al ver como metía en un balde otro pez.
-llevo cinco- exclamo brincando- talvez, pero a ver dónde están los tuyos-se burló.
-iré a prepararme algo tengo hambre- Murmure y me aleje.
-claro- respondió, tomo la lata de soda con una sonrisa.
POV KIKYU
Estaba feliz, dios era increíble ese lugar, el mar, la compañía, sonreí, nunca antes me había sentido tan libre, ese hombre era muy accesible, estar con él era muy fácil, si Inuyasha hubiera estado nunca aceptaría tan fácil que había pescado más, siempre fue competitivo, inclusive cuando logre volverme socia, denigraba mi trabajo, diciendo que solo era un juego, nada que ver con la exigencia del mundo empresarial real de la telecomunicación, DIOS, era tan machista, como nunca me di cuenta, tantas cosas deje pasar, ahora era consiente de aquello.
Deje la caña y me senté con las rodillas flexionadas, apoye la quijada en ellas, suspire largamente, las lágrimas amenazaron con salir de nuevo, la imagen de ellos me hirió de nuevo. MALDITO INUYASHA.
-ten- su voz me hizo respingar.
-gracias- tome el sándwich y él se sentó a mi lado- espero no estarte molestando- mire el plato- me llamo Kikyu- me sentí tonta al no haberme presentado antes.
-Naraku- murmuro tomando mi mano que le ofrecí.
-el Bar es tuyo- pregunte incomoda ante aquella electricidad que me recorrió por su contacto.
-lo compre hace un año, un viejo amigo necesitaba dinero- murmuro mordiendo mi torta.
-es un lugar interesante-comente con sinceridad.
-volverías a ir pese a lo de anoche- pregunto.
-sí, la culpa no es del lugar, sino la gente idiota que va en ella- hable tomando la soda.
-piensas quedarte mucho- la pregunta me desconcerté- aun no lo sé- murmure sin ánimos.
Esa noche regresé a aquel lugar, él me sonrió al verme en la barra, me dio una piña colada y bebí con gusto, había más gente que la noche anterior, en su mayoría mujeres, la rubia del día anterior se paró justo a mi lado con otra.
-es él- susurro mirando a Naraku- dime esta para comérselo.
-qué hombre, Jane, enserio no ha cedido- pregunto la chica.
-Hitomiko ese hombre es difícil de llevar a la cama-dijo en reproche.
Lo mire de nuevo, un hombre que no aceptaba un acostón, así como así, ese hombre era diferente a otros, sonreí sínica, no, de seguro tiene un plan, espera más, no creo que simplemente deje pasar algo así, tome el resto del líquido y al levantar la mirada él me observaba, me sonroje y gire la cara al escenario, una música sensual empezó y detrás de una cortina roja salió un hombre con traje de bombero, mientras sonaba la música el grito de las mujeres subió, este empezó a quitarse la ropa, yo mirada sorprendida, maldito Jakotsu, me gire de nuevo, ahora entendía porque conocía aquel lugar, suspire cansada, me levante, Salí de aquel lugar, el viento fresco golpeo mi cara y movió mi cabello.
-te vas- su voz me sobresalto-disculpa no quería asustarte.
-no, yo estaba distraída- murmure mirándolo de frente.
-te apetece caminar o te urge irte- su pregunta pareció sorprenderlo al igual que a mí.
-no quiero ser una molestia, tienes mucho trabajo- mordí mi labio, nerviosa.
-ven, vayamos al muelle- camino metiendo la mano en las bolsas y lo seguí.
POV NARAKU
Solo pretendía salir a comprobar que subía un taxi sin problema, no sé en qué momento se me ocurrió caminar con ella, la mire y me obligue a meter las manos a las bolsas, en caso contrario estaba seguro que terminaría tomándola de la mano, que tenía esta mujer que me atraía tanto, porque mi interés, desde que la vi en la playa exponiendo su bello cuerpo, no he podido sacarla de mi mente, aunque pensé que lo hacia conscientemente para llamar la atención de los hombres, sin embargo, durante nuestro paseo nunca se me insinuó como otras, mucho menos buscaba cualquiera oportunidad para coquetear, al contrario se mantenía algo distante, que se secreto guardaba.
Llegaron al muelle donde caminaron al barandal, apoyándose para mirar el mar.
-Kikyu ¿Por qué viniste a Hawái? - la pregunta salió sin poderlo evitar, de perfil la mire temblar y apretar las manos al barandal.
-quieres saber mi patética verdad-murmuro- ¿Por qué te interesa?
-no sé, pero me llama la atención que una hermosa mujer este sola aquí.
-crees que soy hermosa- pregunto levantando la vista a mí, trague saliva al encontrarme con aquellos ojos.
-por supuesto, acaso lo dudas- pregunte alzando una ceja.
-gracias- su voz se quebró al pronunciar aquello, se giró reprimiendo las lágrimas.
-Kikyu- la llame al verla temblar- es por un hombre cierto, tú novio- la mire apretar más el barandal, cerró los ojos y una lagrima resbalo- TU ESPOSO.
POV KIKYU
La delicadeza con la que murmuro mi nombre, la calidez al mencionarme que soy hermosa, la forma en que afirmo aquello, recordar a Inuyasha me hizo quebrarme de nuevo, pensé que lo había empezado a superar, después de tres malditos días, acaso dolería siempre, por supuesto, dos años no podían borrarse como si nada y sin embrago, no saben cuánto deseaba olvidar, me urgía divorciarme, empezar de nuevo, me sumí tanto en mis pensamientos que las manos rodeándome me tomaron por sorpresa, alce mi vista y me encontré con su mirada preocupada, un hombre tan sexy con Naraku, podía ser tan tierno, delicado, protector, maldición, llore de nuevo y me oculte en su pecho, Inuyasha nunca, jamás me amo, la verdad me golpeo tan fuerte.
-estoy seguro que ese hombre no merece tus lagrimas- acaricio mi cabello- a veces nos enamoramos de la persona equivocada, duele despertar un día para darnos cuenta que no hemos sido suficiente para aquellos a quien amamos.
Será posible que él también sufriera por amor, eleve mi cara y nuestras miradas se encontraron, ese hombre cargaba su propia cruz, tan pesada y dolorosa como la mía.
-Naraku tampoco ella lo merece- murmure y él sonrió de lado.
-cierto no nos merecen- menciono y me abrazo fuertemente.
Dos desconocidos consolando a su corazón, bajo las estrellas de Hawái, mientras las olas vienen y van, un abrazo sanaba las heridas hechas a raíz de una traición.
Continuara…

A raíz de una TRAICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora