-Papá ¿Cómo supiste que te gustaba mamá? -Pregunto, tengo esa gran incógnita sobre qué sentiría cuando al fin me enamore. Juan me sonríe mientras remueve las brasas del asado que está preparando.
-Esa es una buena pregunta -razona viendo a mi madre a lo lejos jugar con nuestro perro-. Has esto conmigo -ordena y toma una gran bocanada de aire, pero no la exhala, yo lo imito.
Aguantamos la respiración por un par de segundos viéndonos el uno al otro. Mi padre tenía el cabello rubio como yo, un tinte más castaño; su cuerpo, por otro lado, se podía divisar tan robusto como el de mi madre. Las manchas en sus ojos son algo más oscuras que las mías, aunque su forma era exactamente igual (como el color de nuestros iris), según él, es una herencia familiar. Finalmente exhala el aire al no poder aguantar más, pero yo aún lo mantengo.
-Caleb, respira o te ahogarás -ríe logrando que, finalmente, le haga caso. Ambos respiramos agitados intentando recuperar el aliento-. Ahora dime ¿Qué sentiste?
-Como si mi corazón se desesperara -respondo a su pregunta, él me sonríe otra vez.
-Eso mismo sentí yo cuando vi a tu madre -concluye- y es lo que siento cada vez que la veo sonreír -. Mis padres realmente se aman, ojalá nunca dejen de hacerlo.
-¿Por eso se tatuaron la serpiente? ¿Porque se aman? -Papá ríe mientras asiente.
-¿Hablas del ouroboro? -Cuestiona, yo asiento efusivo- sí, nos tatuamos algo que a ambos nos identifique. Tu madre es sigilosa y audaz como una serpiente y yo, no puedo evitar volver a ella siempre que puedo -se encoge de hombros- ¿Por qué tantas preguntas? ¿Estás enamorado? -Inquiere alzando sus cejas.
-¡No! Solo quiero saber qué sentiré al gustarme alguien -mi padre ríe revolviéndome el cabello, alborotándolo un poco.
-Pues, en ese caso, es muy probable que al enamorarte sientas que al ver su sonrisa o al escucharle reír, tu corazón se alborote tanto que no podrás entenderlo, y no es necesario que lo hagas, así es el amor hijo, incierto -advierte-. Incluso, a veces, parece que la luz del Sol o de la Luna solo ilumina a esa persona. Pueden estar en medio de una multitud, pero si estás con la mujer indicada (o el hombre indicado), no puedes ver a nadie más en el lugar -. Lo escucho con atención, asombrado.
-¿Todo eso me pasará? -Digo sorprendido.
-Es muy probable, Pequeño, es muy probable -asegura, nuestra madre nos ve a lo lejos con una enorme y bonita sonrisa.
El atardecer caía por el horizonte adornando el cielo de hermosos colores rosados y anaranjados que se fundían con el azul del mar. La playa estaba bastante ocupada a pesar de que ya estábamos en abril, aunque llegando a nuestro destino, eso cambiaba, tornándose de a poco, más desértica.
Su cabello había crecido lo suficiente para llegarle a la cintura de nuevo, lo cual a mí realmente me encantaba, pero ella se ve increíble con cualquier peinado. El vestido blanco, aquel por el que tanto tuve que luchar para que se lo ponga esta tarde antes de 'ir a lo de su hermano', se enredaba entre sus voluminosas piernas gracias a el viento cálido soplaba desde el norte. Entonces recuerdo que por eternos minutos su corazón dejó de bombear en la sala de parto, y el mío se estruja tanto como aquél día que jamás superaré. Los médicos habían procedido a coser las heridas cuando mucha sangre comenzó a salir del útero sin causa aparente. Ivy empezó a alterarse y de la nada sufrió un paro cardíaco. Sentí que el mundo se abría bajo mis pies, logrando que caiga al más doloroso inframundo, no podía pensar siquiera en la posibilidad de perderla ella ni a mi bebé.
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Eterno Retorno [+18]
RomanceCuando el regreso de un viejo amor desentierre todos tus miedos ¿Qué harás al respecto? A lo largo de su vida, la hermética, pero atrevida Ivelle ha soportado pérdidas y dolor, aun así, ha sabido sobrellevar sus miedos formando una coraza alrededor...