Capitulo 37: Secretos

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Mi corazón se sacude mientras me muevo más allá de la mujer y saco a Mingyu.

—Está bien. Él se cayó —le digo a ella—. Vuelve a tu cuarto.

—Pero… —empieza.

—Vete a tu cuarto —le digo, más fuerte.

Cuelgo el brazo de Mingyu alrededor de mis hombros y le ayudo a caminar de regreso a mi habitación. Cuando él se queja de un dolor de cabeza asesino, sé que él va a estar bien. 

Somos inmortales, pero todavía nos tomamos tiempo para sanar.

Dentro de mi cuarto de baño, lo siento en la tapa del inodoro, mojo una toalla, y la empujo dentro de su mano. Él la presiona en su cabeza.

—¿Estás bien? —pregunto.

Él asiente con la cabeza, y luego sonríe. 

—Mira lo asustado que estás. Me amas totalmente.

Niego con la cabeza, pero él tiene razón. Verlo destrozado saco la mierda de mí, asustándome.

 —¿Qué pasó?

Él aleja la toalla, la inspecciona, y luego la empuja de nuevo a su cabeza. 

—No lo sé. Acabo de ser golpeado por el infierno.

—¿Con un extinguidor de fuego? 

Empapo otra toalla y se la entrego, pero él la empuja lejos.

—Supongo que sí. Tal vez me enganché con la novia de un tío o algo así.

Mi mandíbula se aprieta. 

—¿Quién te localizó hasta el Wink? —Hago una pausa, mirándolo—. ¿Tú... sientes otro Coleccionista aparte de mí en este momento?

Me lanza una mirada de sorpresa, luego estrecha sus ojos para concentrarse. 

—No —dice finalmente—. ¿Crees que uno de los nuestros hizo esto?

Dudo, y luego asiento con la cabeza.

Mingyu tira la toalla, alejándola. Y echo una mirada hacia su cabeza. La herida ya ha dejado de sangrar.

Me apoyo en la puerta, tomo una respiración profunda, y le cuento todo a Mingyu. 

La Liberadora del Gran Hombre. Trelvator. El Coleccionista siguiéndome. Dejo de lado la parte de mí enamorándome de Seungkwan y que tengo la intención de ir en contra de las órdenes.

Mingyu silba cuando termino de hablar. 

—Maldita sea.

—Cierto.

—¿Entonces, crees que este Coleccionista cabrón me golpeó esta noche porque soy tu amigo?

Me encojo de hombros. 

—Puede ser. No entiendo realmente su problema. Todo lo que sé, es que está empeorando.

Mingyu ladea la cabeza, pensando. 

—Supongo que sentí a un Coleccionista cuando estaba en la escalera, pero pensé que eras tú, ya que todavía estaba muy cerca de tu habitación. Sabes que realmente no podemos establecer claramente cuántos coleccionistas están cerca.

—Así que, ¿no puedes pensar quién de nuestro equipo estaría siguiéndome?

Niega con la cabeza cubierta de sangre. 

—No, en absoluto. Quiero decir, todo el mundo te adora abajo. Eres el número uno del Jefe. Pero entonces, ¿quién más podría ser? —Mingyu cruza el tobillo sobre la rodilla, y sus ojos caen a su brazalete—. A veces realmente odio esto.

El Coleccionista - Verkwan (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora