Capitulo 15: Demonio enojado

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Cada músculo de mi cuerpo se tensa, me levanto disparado de mi asiento.

—¿Señor Chwe? —pregunta la profesora. 

La miro, después de nuevo a la televisión. Mi instinto me dice que vaya al cuarto de periodismo. Ahora. 

—Señor Chwe —dice la profesora con más énfasis—. ¿Sucede algo?

Observo mientras Seungkwan revuelve unos papeles frente a él. Está sonriendo, pero las comisuras de su boca tiemblan.

—Amigo, estás bloqueando mi vista. —Me doy la vuelta y veo a un chico con cabello grasoso masticando Doritos. Sus ojos están vidriosos, obviamente ha estado escondiendo algo de marihuana medicinal. Se ríe, y sus ojos inyectados de sangre se entrecierran—. Amigo, ¿qué pasa contigo? —Se ríe de nuevo.

Agarro el libro abierto de mi escritorio y me muevo para irme. Pero la voz de Seungkwan me detiene.

—Hola, y buenas tardes. Estoy reportando en vivo desde la prestigiosa oficina de periodismo del Centennial. —Acentúa la palabra prestigiosa, y las personas en la clase 
se ríen. Vi la habitación en la que se encuentra con mis propios ojos.

Boo Seungkwan realmente hizo una broma.

—¡Amigo! —dice el chico drogata.

Le echo un vistazo de nuevo, después me hundo en mi asiento.

Seungkwan sonríe a la cámara, y su voz se vuelve más aguda.

—Tenemos mucho esta semana, así que agarren sus cuadernos, sus bolígrafos, y prepárense para desperdiciar diez minutos de clase.

Alguien grita de alegría a mi lado, y tengo que llevar mi puño a mi boca para cubrir la enorme sonrisa que tengo. ¡Ya lo tienes, chico! 

Por los siguientes minutos, Seungkwan enumera los inminentes partidos de fútbol, las reuniones del consejo estudiantil, y algo sobre los horarios del autobús, todo con una dosis de humor y encanto.

Sigo mirando alrededor para ver si todos ven lo que yo veo. Este no es el mismo chico que conozco desde hace cuatro días. Es seguro. Elocuente. Él… no es Seungkwan. 

Entrecierro los ojos y me inclino hacia adelante. Noto que está mirando algo a su izquierda. Ah, un apuntador. Eso lo explica todo.

Seungkwan pone la última hoja de papel a su derecha, señalando que ha terminado con la emisión.

—¡Terminaré con la parte más emocionante de la emisión de hoy, el baile de Halloween!

Más gritos de alegría en el salón.

—Como saben, será en el gimnasio. Estaremos vendiendo los boletos durante el almuerzo toda la semana. Así que no se olviden de comprar los suyos, o se quedarán sin cita como yo. —Se detiene. Su sonrisa flaquea, pero se recupera rápidamente—. Me gustaría saber… sólo los feos perdedores… —Deja de leer el apuntador. 

Entonces mira directamente a la cámara y se congela. Las personas en el salón se ríen nerviosamente.

SeungCheol. Él interfirió con el apuntador. Debí haberlo sabido. ¡Debí haberlo sabido!

Me levanto de mi escritorio y corro hacia la puerta.Detrás de mí, escucho a la profesora gritando mi nombre, pero no hay nada que pueda detenerme esta vez. Mis zapatillas suenan contra el piso mientras corro por el pasillo, a la cafetería, y por otro corredor más largo. Estoy dirigiéndome al cuarto de 
periodismo, pero me detengo repentinamente cuando escucho el sonido de pasos rápidos viniendo del baño más cercano. De alguna manera sé que es él.

El baño no tiene una puerta común, sino una que gira rápidamente así no puedes ver dentro. Ni siquiera me molesto en revisar si alguien está mirando. Sólo entro medio camino, golpeo la pared, y digo:

—¿Boo? ¿Estás aquí?

Los pasos se detienen brevemente Sip. Tiene que ser él.

Entro por completo y lo encuentro caminando de un lado al otro frente a los baños. Me está dando la espalda cuando dice:

—Puedes irte, Hansol. Estoy bien. —Pero después se da la vuelta para caminar en dirección opuesta y veo la verdad. Su cara está rosa y enrojecida, y sus ojos contienen mucho dolor, y retuercen algo en mi pecho.

Mis manos se abren y cierran, y mi respiración se vuelve más fuerte y rápida. ¿Con quién creen que se están metiendo? Este chico me ha sido asignado. El Jefe quiere su alma, lo que significa que cualquiera metiéndose con él se está metiendo conmigo. 

Y están a punto de averiguar lo que significa eso.

Me separo abruptamente de Seungkwan y salgo enfurecido al pasillo.

—Hansol —dice él. Su voz se vuelve urgente—. Hansol, no.

Me muevo por el pasillo, ganando velocidad, imparable.Mientras giro en la esquina, veo a SeungCheol y unos de sus chicos-juguetes riéndose. 

Están divirtiéndose mucho burlándose de mi chico. El chico me ve, y su boca se levanta en un lado.

—Oh, ahí viene el novio. ¿Viste nuestro show, novio?

No me detengo. Sigo moviéndome. En un segundo, el estúpido está parado, y al siguiere mi puño golpea su mandíbula. Cae al suelo con un ruido sordo. Salto sobre su  pecho y lanzo mi puño una y otra vez a su cara. 

Soy un tipo grande, no hay duda en 
eso, pero lo que es más, soy un maldito demonio. Y ahora este chico sabe lo que significa enojar a uno. Cuando sus ojos se ponen en blanco, me levanto y limpio la sangre de mis nudillos.

Entonces miro a SeungCheol.

El miedo se desata en sus ojos. Me acerco a él lentamente. Retrocede hasta que su espalda golpea los casilleros.

—Hansol, yo…

Cubro su boca con mi mano. 

—Cállate.

Estoy tan cerca que prácticamente puedo sentir cómo late su corazón. La mano que no está cubriendo su boca se mueve rápidamente, y la luz de su alma se enciente. 

Justo como esperaba, está cubierto con sellos de pecados. Lo que no esperaba son los brillantes sellos rosas. ¿Qué diablos? ¿Seungkwan hizo esto?

Ahora mismo, no me importa. Todo lo que me importa es darle a este chico su merecido. Usualmente, el tamaño del sello que puedo asignar es en base al pecado. 

Pero esta vez, sólo esta vez, voy tomarme un poco de libertad.

Cierro los ojos y tiro tanto de mi centro como puedo, después suelto. Un sello del tamaño de Canadá se pega a la luz de su alma. 

Y oh, dulce piedad, puedo decir que SeungCheol lo siente. De verdad siente que acabo de quitarle algo sagrado.

Mi boca se curva en una sonrisa.

—Zas, bastardo.

El Coleccionista - Verkwan (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora