— Seungkwan —digo su nombre tan suavemente que duele en mi garganta. Como si su nombre fuera demasiado para manejar.
—Por favor. Tengo que hablar contigo.
—No importa —escupe el—. No quiero hablar contigo.
Algún tipo camina entre nosotros, se para cerca de Seungkwan.
—¿Hay algún problema?
El me mira con furia, y yo peleo con cada impulso de arrancar su cabeza de su cabeza.
—Vete. Lejos. —gruño.
El tipo me mira por un momento, sus ojos corriendo de arriba abajo por mi cuerpo, evaluándome para ver si puede derribarme. Dándose cuenta que no puede, levanta sus manos y se aleja, la mirada en su rostro diciendo que nunca le importó en primer lugar.
Le echo un vistazo de vuelta a Seungkwan. Está viéndome como que hice algo innombrable para él, como que si me descubriera. Aunque, no puedo alejarme.
—¿Podemos ir afuera por un minuto? —pregunto— prometo que me iré una vez que me escuches.
Seungkwan da un paso más cerca de mí. Él inclina su cabeza hacia la mía, sus labios rozando mi oreja. Su voz es tan calmada, hace carne de gallina en mis brazos.
—Quiero que te vayas, Hansol. Quiero que te mantengas alejado de mí. Viniste por una cosa, y te lo estoy dando. — Él se aleja, y noto que sus ojos están llenos con lágrimas. Levanto el brazo y las quito frotandolas, pero él se aleja de un golpe como si lo hubiese abofeteado. Su cabeza se ladea, y su cara nada con dolor. —Vete. Te lo ruego.
Vine aquí esta noche para proteger a Seungkwan, para protegerlo de los coleccionistas. De la gente que está tratando de tomar su luz. Pero ya lo he hecho. Fui yo quien le pedí que firmara el contrato. Yo quien lo empujo a cumplirlo. Yo quien condujo a las lágrimas deslizándose por sus mejillas. Puede haberle importado una vez, pero eso se ha ido ahora. Puedo verlo en la forma en que me mira. Me ve por lo que soy. Arrogante. Egoísta. Egocéntrico.
Me alejo de Seungkwan, porque tanto como quiero protegerlo de lo que está viniendo. No puedo soportar verlo llorar mientras sé que es por mi culpa. Seungkwan es generoso y feliz, un amigo leal y una persona honesta.
Y él es hermoso.
Por dentro, Seungkwan brilla, su alma es lo más precioso que he visto jamás. Y por fuera, es incluso más bonito. No sólo de la manera que es ahora, aunque esta nocheestá arrasando, lo suficiente para quitarme el aliento, pero de la forma que él era. El
balanceo de su cabello cuando brincaba en la cama, el brillo de su piel cuando me decía sobre la caridad, la curva de su boca cuando decía que le gustaba el sonido que hacía el mundo. Y sus ojos, nunca he visto tanta vida en los ojos de alguien como lo hago en los de él.Seungkwan es hermoso.
Y lo convencí de que no lo era.
Sabe que lo que hice estuvo mal, haciéndolo sentir mal sobre lo que es. Él siguió la corriente por un tiempo, tal vez porque secretamente deseaba la belleza tradicional y la popularidad. O tal vez porque deseaba mi aprobación. Y apuesto… cuando no lo besé… que decidió que yo no estaba interesado, que había estado jugando con él todo el tiempo. Este último pensamiento arde.
Tomo una última mirada de Seungkwan, sus ojos inundados y boca entreabierta, y me giro para irme.
Sin estar seguro de a donde me dirijo, dejo el granero y parto hacia el bosque. No llego ni a seis metros antes de detenerme. Seungkwan puede odiarme, y tengo que vivir con el hecho que yo causé eso. Pero hay algo mucho más grande en que pensar. En dos días, estoy seguro que El Jefe enviará a otro coleccionista, o a todos los coleccionistas, y forzará a Seungkwan a cumplir el contrato con más rapidez.
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El Coleccionista - Verkwan (Adaptación)
FanficÉl hace que los chicos buenos... se vuelvan malos. Chwe Hansol es increíblemente genial, y él lo sabe. Su buena apariencia, encanto asesino, y sobresaliente confianza han hecho de él uno de los mejores del infierno; un coleccionista de almas. Su tra...