El Coleccionista - Verkwan (Adaptación)

Capitulo 30: Labios

—Vamos a llevarte de regreso al hotel. —Hago un masaje rápido a mis ojos como hacen los chicos. Él no me puede verme así, no puede saber que tiene un efecto en mí. Es algo que me gustaría no poder saber yo mismo.

Seungkwan asiente contra mi pecho, así que tomo su mano y dirijo el camino. Nos dirigimos hacia la pista de baile, y me doy cuenta de que estoy sosteniéndolo contra mi espalda más fuerte de lo que necesito. Echo un vistazo por encima del hombro un par de veces para asegurarme de que está bien, y sonríe.

Mi corazón palpita.

Después de un par de minutos, nos tropezamos con Annabelle, bailando con alguien que le dobla la edad. La arrastro lejos, y ella no está muy feliz por eso. Tampoco el tipo, pero no tengo la energía para lidiar con su trasero.

—¿Dónde está Wonwoo? —pregunto a Annabelle.

Se encoge de hombros y extiende su labio inferior como si yo fuera su maldito padre y no le permito escapar. Miro de cerca a sus ojos. Son de color rojo y torneándose sin conectar en una sola cosa.

Me quejo y tomo su mano en la mía vacía.

—Lo juro, los llevo a tener un poco de diversión… —Se lee: meterse en problemas—. Y todo lo que hacen es beber su peso corporal en licor y pasar el rato con idiotas.

Annabelle se tapa la boca y ríe como una lunática.

—Sí, es divertido —le digo.

Empujamos a través de los cuerpos hasta que veo a Wonwoo. Hay incluso más gente donde él está bailando, lo suficiente para hacer que sea difícil para los tres llegar a él. 

Me vuelvo hacia mis acompañantes. 

—No. Se. Muevan.

Annabelle envuelve sus brazos alrededor de un balanceante Seungkwan. Ella asiente con una cara seria, y luego se echa a reír.

Ruedo los ojos y me dirijo hacia donde está Wonwoo. Cuando me acerco, me tengo que morder los nudillos para no gritar. Wonwoo está tan apretado contra un chico, que medio-espero ver ropa tendida a sus pies. Sin embargo, esto no es lo que me molesta.

La gente se queja mientras las empujo fuera del camino y tiro a Jeonghan de Wonwoo. 

—Ve a liarte con alguien más, rubio.

—Amigo — Wonwoo arrastra la palabra.

Me doy vuelta y lo encaro a él y sus tropiezos de borracho. 

—¿En serio, Wonwoo? Estabas sobrio, como, hace quince minutos.

—Me golpeó un poco —dice, riendo. Luego intenta pasar más allá de mí para llegar a Jeonghan, quien está ocupado reajustando su camisa.

—Piérdete —le digo—. Wonwoo, ven conmigo.

Los ojos entrecerrados de Wonwoo se abren. 

—Pensé que eso es lo que habías dicho. —Él señala a Jeonghan—. Tú eres Amarillo... y yo soy negro. Los dos somos un color. —Ruge de la risa.

—Bueno, eso es genial. —Agarro sus hombros y me las arreglo para empujarlo hacia Annabelle y Seungkwan, a pesar de que él está arrastrando los pies y gritando por su amado Rubio.

Fuera del club, llamo a un taxi y me las arreglo para meter a los tres borrachos en el interior. Se sientan hombro con hombro en el asiento trasero. Mientras estamosde regreso al Hotel V, hablan uno sobre el otro y se callan en ciclos.

—Seungkwan, Seungkwan —articula Wonwoo—. Siento haber empujar a ese tipo. Sabes que es sólo porque me preocupo. Es porque…

Annabelle se inclina hacia adelante en su asiento.