Capítulo 5

4.2K 313 8
                                    

Zack y Hanna bajaron, yo hice lo mismo pero con cuidado, pero la pata aún me dolía por lo que sik querer pisé mal, chillé y fui a caer al suelo pero terminé sobre el cuerpo de Zack.

—L..Lo siento— Dije tímida y apenada.

—No pasa nada, solo ten cuidado— Me ayuda a equilibrarme.

—Si, lo tendré... Gracias... M..Me iré a descansar— Dije y él asintió, yo me fui dando saltitos hacia la cueva donde había despertado.

—¡Nissa espera!— Hanna aparece con algo en la boca —Toma, necesitas comer algo— Dice dejándome el trozo de carne que había traído en su boca.

—Gracias Hanna— Dije y comí el pedazo de carne.

Me adentré en la cueva y me acosté en la colcha de hojas y ramitas donde había despertado. Cerré mis ojos y me dejé llevar por el sueño.

《—Mami... (Mami) ¿Qué es mi marca? (Que es mi marca)

—Tu marca es... (Tu marca es)

Disparos.

¡Mami! (¡Mami!)

—¡Nissa Despierta! (¡Nissa despierta!)—》

Levanté la cabeza rápidamente, mi respiración era acelerada. Tragué grueso y seguí respirando agitadamente, miré a mi alrededor. Hanna dormía en un nido sobre una piedra y Zack dormía a su lado.

Me levanté y salí de la cueva, me acerqué a los límites del territorio y ví a los cazadores caminando por allí, pero fuera, no se daban cuenta que estába aquí. Me acerqué y nadie me notó hasta que uno mira en mi dirección.

Yo retrocedí asustada. Pero éste se da la vuelta y sigue a su grupo.

Suspiré aliviada para luego darme vuelta y caminar.

Volví a la cueva pero ví a Zack esperando fuera de ésta.

—¿No puedes dormir?— Pregunta.

—No— Dije simple —Pero intentaré hacerlo, no te preocupes—

Entré a la cueva, me acosté de nuevo y cerré los ojos, escuché un bufido a mi lado y luego siento un cuerpo más grande y peludo rodear el mío.

Preferimos no decir nada, estaba cómoda, me hacia recordar a la protección de mi madre cuando era una cachorra.

Su cola lobuna me rodea y solo podía sentirme como... como una pequeña cachorra indefensa.

***

***

Me levanté estirándome y bostezando, no había dormido así desde que mi madre... murió...

Jamás volví a dormir sin estar a la defensiva de que alguien más me ataque.

Oh... Hablé muy rápido.

—¡Al ataque!— Una manada de cachorros se me tira encima y me muerden jugando, yo me comencé a reír.

—Pequeños, dejen a la pobre descansar— Dice una loba desconocida para mi, es de distintos tonos de marrón y con una cabellera del mismo color —Lo siento, son muy revoltosos—

—No te preocupes, me agradan los cachorros—Dije mientras ellos se me trepaban.

—¿Por qué te cubres un ojo?— Pregunta un cachorro.

—¡Kerr!— Lo regaña la loba.

—Tranquila, es solo un cachorro así que no sabe lo que pregunta aún— Dije sonriendo.

—Aun así tiene que disculparse, vamos Kerr... —

—Lo siento, no volveré a preguntar... — Dice Kerr avergonzado.

—No te preocupes pequeño, y para contestarte... es porque mi madre me lo pidió, lo entenderás algún día— Dije.

—Tienes la marca... — Dijo la loba y yo me tensé y me puse nerviosa incómoda.

—N.. No... No es eso... —Traté de mentir pero eso no se me da muy bien cuando estoy nerviosa.

—Querida tranquila... no hace falta que lo niegues. Y no te haré nada para conseguirla, ya no estoy en edad para eso... — Dijo sonriendo amable y tierna.

NISSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora