Capítulo 11

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Lila me había llevado a su habitación y me dio ropa la cual me parecía muy linda.

Me miré al espejo y no me reconocía en lo absoluto, era una castaña, casi pelinegra, de ojos verdes bien claros. Tenía pecas y mi piel no era ni muy pálida ni muy oscura.

Por suerte... no tenía mi marca del ojo ni las lunas... al parecer May hizo que desaparecieran.

Agradezco eso.

—Estas hermosa, Nissa— Dice Lila.

—¿Lo crees enserio?— Pregunté.

—Claro, todos se enamorarán de ti—

Sentí mis mejillas arder de forma extraña nuevamente esta vez me miré en el espejo y noté que las tenía de rojo.

—Te sonrojaste— Dice con una sonrisa al notar mi expresión de confusión, yo me toqué las mejillas.

—Esto es muy extraño— Dije.

—Te acostumbrarás—

Salimos de la habitación y en el pasillo, Lila me detiene.

—Espera, ten esto, por si las moscas— Dijo entregándome una daga pequeña.

—Gracias—

Seguimos y nos encontramos con Zack y Jay quien es el entrenador y amigo de Lila.

—Wou—

Apenas lo escuché de no ser porque aún tenía mis sentidos lobunos.

Voltee y noté a Zack que me miraba de arriba a abajo. Sentí otra vez como mis mejillas se teñían de rojo al sentirme vulnerable por su mirada.

Pero también... porque Zack se veía bastante bien...

Tenía una camisa blanca que se le apega al cuerpo y unos jeans negros, rotos en las rodillas, con unos zapatos blancos. Pero también traía una chaqueta de cuero negra.

—Bien, recuerden que deben actuar normal, nada de gruñidos, mordidas, rasguños, amenazas, y aullidos o ladridos— Enumera Lila.

—En pocas palabras, no tenemos que actuar como lobos— Dije.

—Si, en resumen, pero tranquilos, nosotros estaremos con ustedes— Dijo Lila.

Nosotros asentimos.

—Bien, les tenemos una sorpresa— Dijo Jay. Fuimos a fuera y vimos dos motos.

—Ésta es nuestra y esa es la suya— Dijo Lila.

—Pero no sabemos conducir— Dije.

—Es fácil, ahora aprenderán— Dice Jay subiéndose a la moto.

Despues de unos momentos en los que ambos nos enseñaban. Zack y yo ya sabíamos conducir las motos.

—Esto es fabuloso— Dije mientra estacionaba la moto frente a Zack.

—Si, lo es—

—Bien, debemos irnos—

—¿Conduces tú o yo?— Pregunta Zack.

—Hazlo tú— Respondí colocándome más atrás.

Él se sube frente a mi y yo con las manos tímidas rodeo su cintura. Me agarré y sentí como sus músculos se tensaron.

—Siganos— Dice Lila y Jay arranca su moto para luego Zack hacer lo mismo.

Me sujeté con fuerza al cuerpo de Zack.

Pasamos todo el bosque hasta la ciudad, era tan lindo pasear en moto, llegamos a una escuela donde Jay y Lila ya nos inscribieron.

—Bien, recuerden, vinimos de intercambio de Canadá y pasaremos aquí unos meses— Dijo Lila en un susurro.

Asentímos y nos bajamos de la moto, Lila y yo pasamos rápidamente mientras Jay y Zack aseguraban las motos.

Pero quise gruñir cuando escuché que nos silbaron.

—Eh... chicas nuevas... ¿No necesitan un guía o alguien que les enseñe el lugar, preciosas?— Dice un chico rubio acercándose. Me mira y guiña un ojo.

—No gracias, estamos bien— Dice Lila.

—Son nuevas ¿No? Sería descortés de nuestra parte dejar que se pierdan, el lugar es grande— Dice un castaño mirándo a Lila como si fuera su almuerzo.

—Si, pero ya nos sabremos orientar solas— Dije borde.

Lila me toma disimuladamente del brazo para que nos demos vuelta, estábamos por hacerlo cuando el rubio vuelve a abrir la boca.

—Uh... ella es ruda... me gusta esta niña—

—Vuelve a decirme así y te mostraré lo que esta niña puede hacer— Dije volviendo hacia él con los puños apretados.

—Eh, eh, eh, calma guapa... aunque no me importaría que me muestres lo que puede hacer— Dijo con doble sentido.

Gruñí inconscientemente y él rubio me escuchó.

—¿Acabas de gruñir? Así que tienes ese tipo de fetiches... ¿Eh?— Dice acercándose.

—¿Qué sucede?—

Al fin.

Zack llega y separa al chico de mi y me pasa un brazo por los hombros.

¡Gracias Diosa!

Juro que si Zack no aparecía mataba al chico.

NISSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora