BALAS PERDIDAS #BBPP1

CAPÍTULO 03

MAYO 2019

Han pasado cinco meses desde que vi a Noelia e Isabella, y por tanto, desde la convención con Marte. Realmente eso fue una locura de un martes, y al día siguiente ya estaba otra vez con mi rutina. Pero no imaginaba yo que esa alocada entre semana, me hiciera conocer dos personas como lo son ellas.

Isabella tiene veinticuatro años y ha estudiado diseño. Actualmente está trabajando en su propia marca de ropa, que como peculiaridad, en todas sus líneas hay algún detalle de su grupo favorito. Físicamente ella es de estatura media, tiene un cabello largo y tintado en la parte inferior de azul, lleva tres tatuajes y varios piercings en las orejas y el del ombligo.

A su misma edad, Noelia está graduada de derecho y actualmente empeña como abogada cuando la contratan. Mientras tanto, estudia lo básico de medicina y siempre está escuchando música. Físicamente ella es bajita, con un cabello lacio sobre los hombros, es raro que vaya despeinada igual que con una falda, y siempre lleva anillos, no es persona si no lleva uno como mínimo.

Sobre mi vida ahora mismo, mañana es mi cumpleaños y lo pasaré en Madrid. Ya que me iré toda la semana a la capital, y aprovechar que el diez hay firma de discos de la Edición Especial de Balas Perdidas y dos días después es el concierto del WiZink Center.  Puede que suene triste ir una semana sola a Madrid, y más si es tu cumpleaños, pero hace poco me llegó una carta avisando que tendría uno de mis mejores regalos de cumpleaños, y desde entonces estoy muy intrigada. ¿Por qué tenía que venir de forma anónima?

Ahora mismo son las siete de la mañana, y me encuentro entrando en el primer tren del lunes con destino a Madrid.

Una vez bajé del tren y recogí mi maleta, pedí un taxi y me llevó a una calle del apartamento. Este está situado en la misma plaza que el WiZink, así me al lado, y no muy lejos del centro. Tardé unos veinte minutos en buscar la puerta del edificio, y tras tocar el timbre, me abrió la puerta y el muchacho me entregó las llaves. Le pregunté si me tenía que mostrar algo del apartamento, o aclarar sobre los tiempos y entregas... Pues fíjate que no, me dijo que ya lo había aclarado todo y que estaba todo hecho. Ahí había algo que no me cuadraba. Subo los cuatro pisos, a patas porque el ascensor no soportaba mucho peso, y cuando abro la puerta...

... ¡Sorpresa!

Noelia - ¡Lisell! ¡Cuánto tiempo, amiga!

Isabella - ¿No te lo esperabas, eh? ¿O qué pensabas? Que pasarías aburrida una semana en Madrid sola...

Lisell - Estoy sin palabras, chicas, muchas gracias. ¿Pero, cómo?

Noelia - Cuando descubrimos que tu cumpleaños coincidía con la firma de discos y el concierto, no dudamos en usar "contactos" y comprar las dos sillas a tu lado. Le escribimos al muchacho del departamento y comentarle el plan como prevención. Isabella y yo decidimos no decirte nada hasta el momento en el que llegaras, como la primera sorpresa de tu mejor regalo de cumpleaños. Que no todos los días una cumple un cuarto de siglo.

Después de la gran sorpresa, nos repartimos las habitaciones, las cuales eran tres exactamente, y deshicimos la maleta. Nos arreglamos y nos fuimos a darnos una vuelta por Madrid centro. A la hora de la comida, nos alimentamos a base de tapas por los bares. Para las seis de la tarde, fuimos al Parque del Retiro y nos montamos en las famosas barcas del videoclip Ya No Estás Tú de Marte. Cuando se nos hizo las ocho y media, cogimos el metro para poder volver al apartamento, que el día aún no había acabado. Fue llegar y tirarnos las tres a los sofás del salón, pedimos pizza y decidimos ver unas películas de Netflix, la elegida fue "A Todos Los Chicos Que Me Enamoré". No recuerdo si finalizó la película cuando me quedé dormida. Noelia nos contó que tuvo que medio despertarnos y al ir ya en pijama, solo tuvo que meternos a cada una en su cama y dormirse ella también.

Siete de mayo, es mi cumpleaños, y según Isabella y Noelia, me tienen preparado un buen día. Empezando por desayunar en mi cafetería favorita de Madrid. Posteriormente, después de un gran desayuno fuimos al Museo del Prado, un gran museo a nivel mundial que además no había ido antes. A las dos horas y media más tarde, fuimos a comer al restaurante Taberna El Sur De Huertas. Pasada la tarde fuimos a ver el Billy Elliot Musical y más tarde llamé en video-llamada a mis familiares. Cenamos en casa y salimos de bares por la noche, realmente fue un gran día.

El ocho hicimos poco a nivel turístico, realmente nos dimos un día de shopping. Nos despertamos sobre la hora de comer, ya que anoche estuvimos de fiesta y ninguna teníamos un porqué madrugar. Desayunamos, bueno, comimos en casa, primero un aperitivo murciano, después un plato típico de Ecuador y para finalizar, un postre argentino bien rico. Tras arreglarnos, nos fuimos de compras al Corte Inglés que hay cerca del Santiago Bernabéu durante dos horas. Luego, nos dimos una vuelta por la zona del centro hasta las diez de la noche. Llegamos al apartamento y nos pusimos todas de estreno, ese día salimos de bares hasta las tres de la mañana. Y al día siguiente, como estábamos reventadas de todos estos días anteriores, estuvimos de relax con Netflix, comida basura, y sofá.