Llegamos a casa. Subí a mi cuarto y me puse una sudadera de Sana. Ahora no solo uso las de Lix, igualmente me queda grande.
- Ven Miu- pidió Sana desde el salón.
Baje inmediatamente mientras me peinaba con las manos.
- Ya estoy aquí Sanake.
-Vale, Félix quería decirte algo.
- Noona... le conté a los chicos sobre que Sana es nuestra prima, y mencione que estas en tratamiento por varios problemas- dijo agachando su cabeza
- Tranquilo Lix- dije acercándome a él y sentándome a su lado- siento hacerte pasar esto- acaricie su pelo- Gracias por esto, cuéntales si eso te hace feliz, si necesitas hacerlo hazlo.
- Gracias- me dio un abrazo.
- Bueno ya que no me quieren aquí- dramatizó Sana.
- ¡Te queremos Sanake!- dijimos los dos a la vez.
- Dais miedo- dijo riendo- voy a comprar algo de comer - anunció cogiendo las llaves y saliendo de casa.
——— Sana ———
Salí de casa y al llegar al supermercado fui a ver que comprar.
Estaba en la sección de helados, me recuerda a las chicas, vi el helado favorito de Momo, Nayeon siempre acababa comprándole el helado a la japonesa, pero luego el resto veíamos eso y al final Nayeon nos compraba helado a todas.
- Sana- oí la voz de alguien, me di la vuelta y quede paralizada.
- ¿Mina?
- Yo... quiero arreglar las cosas contigo ... además yo... no tengo donde ir, las chicas me echaron después de que discutiera con Jihyo por lo de Youngmi- explicó con lágrimas en los ojos- lo siento de verdad Unnie.
Corrí a abrazarla.
- No llores Mina, lo importante es darte cuenta de los errores y remediarlos, hablaré con Youngmi para ver si puedes quedarte con nosotros.
- De verdad gracias, yo también quería disculparme con Youngmi y hablar con ella- me dijo con ojos de cachorrita.
- Espera aquí que llamo a Lee- ella asintió y llame a Youngmi.
Ella dijo que no había problema y que sería bueno hablar con alguna de ellas.
- Ya tienes donde ir- le dije feliz- hagamos algo especial para celebrar que hemos hablado y ya todo esta bien.
- Piensas lo mismo que yo... ¿verdad Unnie?
Nos miramos y sonreímos cómplices.
- ¡Okonomiyaki!- exclamamos las dos.
Luego de 10 minutos ya estábamos de camino a casa.
- ¡Chicos bajen a saludar!- grite al abrir la puerta.
- Aqui estoy- anunció Félix apareciendo por la puerta de la cocina.
Pude ver a Youngmi asomada por las escaleras.
- ¿Miu bajas o tengo que arrodillarme?- pregunte burlona.
——— Youngmi———
Baje y ahí estaba Mina, miré sus ojos y solo vi culpa, corrí a abrazarla.
- ¡Unnie!- exclame mientras le abrazaba.
- Estoy pintada, me iré con Lix que si me quiere a mi y a mi comida- Bromeó Sana.
- Lo siento tanto Youngmi- se disculpó- debimos comprenderte y ayudarte pero hicimos lo contrario.
- El pasado pisado- dije sonriéndole- olvídalo y simplemente hagámonos mas amigas que antes y estemos siempre ahí para la otra- ella asintió y nos dirigimos donde Sana.
- Noona nuestra casa es un hostal de japoneses ahora- reprocho Félix.
- ¡Félix!- le regañe y el soltó una carcajada.
- Tranquila las japonesas son muy lindas.
Le di una colleja.
Las dos solo reían.
- Bueno salgan que vamos a cocinar- dijo Sana empujándonos a la puerta de la cocina.
- ¡Noo mi cocina, LIX LLAMA A LOS BOMBEROS!- dramatice
- Estos niños- oí la voz de Mina.
Llegamos al salón y nos sentamos en el sillón.
- Enséñame lo de la libreta- me pidió Félix.
- Aqui está- dije como niña pequeña, Lix empezó a leer la libreta.
- Me encanta- dijo después de varios minutos.
- Gracias...
——— Una semana después———
- ¡COMO TENGA QUE ESPERAR UN MINUTO MÁS OS MANDO A JAPÓN A LAS DOS!- grite cabreada.
- Ya va mujer- dijo nerviosa Mina.
- Venga vamos- añadió Sana.
- Al coche.
Subimos al coche y conduje hasta el instituto.
- Llegamos tarde- anunció Lix.
- ¿ No te creo en serio?- dije sarcástica.
- ¿Miu estas bien?- preguntó Sana confundida.
- Ah si genial, bueno me voy a clases- dije rápido y me fui.
Llegue a mi aula y me senté en mi sitio, saqué mi libreta y empecé a escribir.
Llegaron los demás y la clase empezó.
Espere a que pasaran las horas y al salir de clase, en vez de ir al comedor, fui al patio trasero.
Abrí mi mochila cogí unos snacks que había guardado y empecé a escribir en la libreta.
Mi móvil sonó, era Sana.
Suspire y conteste
-¿ Donde estas Miu?- hablo Sana al otro lado de la línea.
- Estoy haciendo algo, hablamos luego.
Colgué y seguí escribiendo.
Mi móvil recibía muchísimos mensajes así que lo apagué.
Acabo la hora del almuerzo y volví a clases, todos me miraban confundidos.
Acabaron las clases y salí para ir al coche.
Pero al salir del instituto estaban Mina Félix y Sana mirándome enfadados.
-¡ Donde estabas!- preguntó Sana, más que preguntar lo gritó.
- ¡Te llevo mandando mensajes y llamando desde que entraste a clases y no me haces ni caso!- grito Félix, sentí como todos nos miraban.
- Perdon...
- ¡No digas perdón! ¡Eso no sirve ahora Youngmi- escuché como me regañó enfadada Mina.
- ¿A ver Donde mierda estabas que era tan importante?- preguntó Félix.
- Yo... no puedo decirlo.
- Increíble, es increíble- susurró Sana- ¡AHORA TIENES SECRETOS!
- ¡NO ME GRITEN MAS!- grite harta, luego salí corriendo hacia el río Han.
Después de mucho tiempo corriendo llegue al río y me senté en el suelo apoyándome a un árbol, empecé a llorar.
Sentí unos pasos detrás mío.
- Lix vete- pedí.
- No soy Lix- hablo esa persona, me giré y era Changbin.
- C-changbin...