Cuando te vea (YOONMIN)omegaverse

Capítulo 29

—¿Quedo bonito? —. Pregunta Jimin mientras sostiene aquel lápiz en sus manos. —Yo veo que se parece—. Suran le sonríe de manera tierna, disfrutando del rostro impaciente de Jimin por conocer su respuesta. —¿Se parece? —.

—Quedo muy bien—. Lo alaga, mientras saca aquel sello que tanta ilusión causa en Jimin.

—¡Hyung me pondrán una carita feliz! —. Yoongi no responde nada mientras se encuentra en aquel sofá a unos cuantos pasos de Jimin, y claro, es su silencio el que causa que Jimin corra feliz para lanzarse sobre él como si su cuerpo fuera de hierro. —Tengo una carita feliz—. Jimin suele ser muy cariñoso, y no es como que aquello le molestara a Yoongi y menos a su lobo cuando la noche llegaba, pero era un poco vergonzoso cuando Jimin intentaba ser tan afectuoso frente a los demás. —¿Me darás mi premio? —.

—En casa—. Le susurra Yoongi, intuyendo que Jimin debe de estar con sus labios empinados, esperando un beso.

—Les daré privacidad si es lo que quieres—. Informa Suran recogiendo todos los útiles escolares que le han comprado a Jimin, sabe que han exagerado, pero le agrada el chico, y cuando fueron a comprar lo necesario para enseñarle a leer y escribir a Jimin, él escogió cosas coloridas, y Yoongi no parecía molesto con todo lo que Jimin estaba metiendo al carro de compras, claro, él no veía de que se trataba, pero si podía sentir el peso del carro de comprar aumentar.

—No hace falta, debemos volver, mañana es el día—.

—Cierto—. Susurra Suran, pues la semana paso con rapidez entre clases y aunque aún faltaba mucho por enseñarle a Jimin, por lo menos ya podía escribir su nombre sin que se viese muy forzado su escritura y eso era lo que a ellos le importaba.

...

—¿Entonces debo dormir hoy con Kookie? —. Pregunta Jimin mientras come feliz de aquel helado, el cual Yoongi le ha comprado como premio de consolación.

—Sí, son reglas tontas de la manada. Mañana es nuestra boda así que nos piden no dormir juntos—.

—Dormir, ¿o eso? —. Pregunta en tono bajo, asegurándose de que los ojos curiosos que siguen sin creer que aquel hombre sea el mismo Min Yoongi que solían conocer, no escuche su conversación.

—¿Eso? —. Pregunta Yoongi fingiendo desconocimiento, sabiendo que Jimin suele sentirse avergonzado de ese tema.

—Lo que hacen los esposo—. Yoongi se burla un poco, sintiendo a Jimin tornarse muy avergonzado. —¿Por qué siempre se ríe de mí? —. Pregunta con el tono de voz infantil que usa cuando se molesta.

—No me burlo de ti, me hace feliz oírte hablar—.

—¿Si? —. Pregunta ilusionado. —Es porque digo cosas muy listas—.

—Todo lo contrario, y descuida, no tienes que entender lo que dije—. Responde Yoongi, estirando su mano para que Jimin pueda darle esta, pero es ahí que el pequeño observa el helado que ha caído derretido y mojado su palma. —Dámela, voy a limpiarla antes—. Jimin obedece, viendo al alfa tomar una de las servilletas y dejar su mano completamente limpia. A decir verdad, quien les viera pensaría que es sólo una pareja normal. Aquel lobo se encontraba tan conectado al pequeño Jimin que, a pesar de no haber luz en su mirada, siempre podía percibir al chico. —¿Has ensuciado tu ropa? —- Jimin observa sus prendas negando con su cabeza. —Cariño por favor habla cuando pregunto algo, no puedo saber si mueves solo tu cabeza—.

—No, hyung, está limpia—.

—Bien, ve y lávate las manos, debemos irnos ya—.

—¿Ya? —. Pregunta desilusionado. —¿No podemos ir a jugar un rato? —.