Yo nunca fui a la primaria, en la acogida siempre venía un caballero llamado Sam, a hacernos clases a mi y mis hermanos, nos enseñaba las cosas más importantes ya que en esos tiempos no era muy buena la enseñansa era lo justo y lo necesario el no enseño que teníamos que aprender de mate como sumar y restar; multiplicar y dividir; la raíz cuadrada; fracciones; etc. Y en lenguaje los acentos; reglas para tildar; un buen vocabulario; etc.
Cuando cumplí los 15 años, nos mandaron a una escuela donde hicimos la secundaria.
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