Veo los primeros rayos de sol y me doy cuenta que esta amaneciendo después de una noche llena de sorpresas no creo que quiera llegar a casa pero tengo que aserlo.
Y lo hice. Verónica me esperaba me acerque a ella pero saco un palo roto detrás de ella ¬Estaca claro, sospecha lo que soy¬. Al ver eso me detuve en seco y le dije que no le haría daño no lo había hecho antes y no lo voy hacer ahora. Ella pensó un poco las palabras que le dije y fue bajando el palo despacio al bajarlo completo me miró a los ojos y me dijo:
-¿Qué eres?
-Te explicaré pero será mejor que votes eso.- Y le apunto al palo.
- ¿Porqué?.
-Porque estamos en confíansa
-Como se que no me vas a atacar.
-Como se si al terminar de contarte no me la enterarás o me delataras.
-Bien.- Tirando el palo lejos.
-OK... Soy un vampiro.
Silencio.
-¿Eso?
-Si eso soy un vampiro chupa sangre.
-Okey... Pero no me matarás cierto.
-No.. No bebo sangre humana.
-¿Porqué?
-Porque no me gusta matar a inocentes.
-Ah... ¿Entonces eso es todo?
-Bueno puedes hacerme otras preguntas pero tu las harás.
-Okey ¿Eres inmortal?
(risita) - Si.
-Y el sol como no te quemas digo eres un vampiro.
-No me quemó... Yo brilló en el sol.
-Ah entonces ¿porqué decían que los vampiros brillaban en el sol?
-Existe otra raza de vampiros que si se queman con el sol, bueno por lo que se... Yo nunca e visto uno de esos que se queman.
-¿Y cuantos años tienes?
-23 soy nueva en esto.
-Oh eres joven... ¿A que edad te convertiste?.
-18.
Tenía que seguir con la mentira no se que puede pasar en el futuro así que Verónica cree que soy solo vampiro. Luego de un rato me dijo como insinuando algo.
-¿Y tu puedes convertirme?.
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