LA CLASE DE BONDAD CON EL HADA MADRINA había sido algo bastante fácil para Harriet, porque a diferencia de sus amigos la morena podía identificar con fácil cuáles eran las opciones más bondadosas porque se asemejaban bastante a aquellas que tomaría ella si se encontraba en una situación similar.
Luego de la clase de bondad Harriet había decidido acompañar a Jay y Carlos a las pruebas para ingresar al equipo de Tourney, la morena no pudo evitar sentir pena por los otros jugadores del equipo que debían enfrentarse a Jay porque el muchacho tenía una actitud bastante competitiva y ligeramente agresiva.
Cuando el muchacho anotó un punto, luego de haber atravesado todo el campo sin problema alguno, la muchacha de ojos almendra soltó un grito de emoción y se levantó de las gradas aplaudiendo a su amigo. Las porristas que estaban unos metros más abajo también gritaban y saltaban con sus característicos uniformes, alentando a Jay y al resto de los jugadores.
Con cuidado Harriet bajó de las gradas y se acercó al campo pasando junto al equipo de porristas que continuaban haciendo algunas acrobacias y gritando pequeños cantos con rimas para alentar al equipo. Durante su estadía en las gradas, la mirada de Audrey había estado sobre ella como si fuera un halcón acechando a su presa, a la espera del brutal ataque.
La hija de la Reina de Corazones continuó avanzando hasta colocarse junto a Carlos y Jay. La morena felicitó a Jay por su increíble desempeño en el campo y chocó sus manos con Carlos realizando el saludo especial que ambos compartían.
- ¿Sabes que fué eso? Talento crudo, tendrás que leer el manual para aprender a jugar en equipo pero estás dentro Jay -el entrenador invadido por la emoción golpeó amistosamente el hombro del hijo de Jaffar que sonreía con orgullo ante las palabras del hombre. - Tal vez en tennis te vaya bien, ¿no has probado?. -al oir las palabras del entrenador hacia Carlos, Harriet frunció el ceño disgustada. Jay a su lado soltó una carcajada pero se detuvo abruptamente cuando se cortó su respiración por el golpe que su amiga le había dado en el estómago dificultando el pasaje del aire hacia sus pulmones. Cuando la morena iba a responderle al hombre de tez oscura, Ben se quitó el casco y caminó hasta ellos para hablar con el entrenador.
- Yo lo apoyaré, voy a ayudarlo con su entrenamiento. -el entrenador observó una vez más a Carlos y con pesadez asintió ante las palabras del príncipe.
- Bien, será tu responsabilidad. -Ben asintió sonriendo cuando el entrenador se alejó para continuar con el entrenamiento de Jay y el resto de los jugadores.
Harriet rodeó con su brazo los hombros de Carlos cariñosamente y luego lo liberó para que pudiera ir a la práctica. Ben, sin embargo, no se movió de su lugar y observó a Harriet con una sonrisa alegre.
- ¿Tú también quieres ingresar al equipo? -preguntó el castaño con diversión. Harriet soltó una risita y negó ligeramente con su cabeza.
- Oh no, no soy buena para este tipo de deportes. Lo que hiciste con Carlos fue muy amable, gracias por eso. -murmuró observando como sus amigos corrían de un lado a otro de la cancha tratando de esquivar los golpes y evitando caer al suelo.
- ¿Y para qué eres buena además de la pastelería Harriet? -cuestionó con curiosidad pues la hija de la Reina de Corazones le resultaba una muchacha sumamente interesante, cada cosa que descubría de ella no hacía más que maravillarlo un poco más.- ¿Que otras habilidades ocultas tienes?
La morena arrugó su nariz, observando a Ben con sus ojos levemente entre cerrados.- Soy bastante buena con la espada, ¿hay algún deporte que tenga algo similar en Auradon?
Ben observó desconcertado a la muchacha de ojos almendra, una vez más Harriet lo impresionaba con sus respuestas y las habilidades que la morena tenía.- Creo que deberías intentar entrar al equipo de esgrima, tienen reglas pero no es difícil, yo estoy en él. ¿Cómo es que la pequeña pastelera aprendió a utilizar la espada? ¿No se supone que para batir utilizas una espátula? ¿Qué clase de recetas raras sigues Harriet? -soltó una pequeña risa burlona.
Harriet soltó una carcajada.- Mi mejor amigo en la Isla es un pirata, Harry Hook el hijo del Capitán Garfio, tiene habilidades con la espada y desde que éramos unos niños me enseñó a utilizar una, siempre creyó que debía aprender a defenderme. -acomodó la mochila en sus hombros, colocando bien los libros que tenía entre sus brazos.- Tal vez pruebe ingresar al equipo.
Ben lleno de euforia se acercó a ella aún más bajando un poco su cabeza para poder ver el dulce rostro de Harriet, por la diferencia de altura que había entre ambos.- Yo puedo ayudarte a practicar si quieres, puedo enseñarte las reglas y darte algunos consejos que podrían serte útiles. Yo podría ayudarte a inscribirte, ¿Qué dices? -propuso el jóven príncipe, hablando de forma acelerada. Al notar esto, llevó su mano hacia la parte trasera de su cabeza rascandola nerviosamente, no entendía que le ocurría, no comprendía por qué cada vez que hablaba con Harriet se alteraba de esa forma y todos sus sentidos se veían aturdidos.
- Es muy amable de tu parte Ben, me gustaría intentarlo. -aceptó la morena con una sonrisa radiante y arrugando tiernamente su pequeña nariz.- Ahora debo irme a mi siguiente clase, pero sabes donde buscarme para comenzar con los entrenamientos. Recuerda que aún tenemos la clase de pastelería pendiente. -Harriet se acercó a él y besó fugazmente su mejilla tomándolo desprevenido, luego de esto la muchacha de esos intensos labios rojos se alejó del lugar con destino hacia su próxima clase.
Una inevitable sonrisa tonta floreció en los labios del joven príncipe, Ben suspiró y colocándose su casco una vez más comenzó a trotar hacia donde sus compañeros de equipo estaban llevando a cabo el entrenamiento.
- Ella es bastante bonita. -escuchó una voz que provenía de su izquierda. Ben giró sobre su eje y observó a Chad, el hijo de Cenicienta, que tenía el casco en su mano y observaba a Harriet que continuaba caminando hacia el interior de la preparatoria.- Pero sigue siendo una villana Ben, ella pertenece a la Isla de los perdidos al igual que los demás, que las apariencias no te engañen amigo. -se colocó el casco nuevamente- Tal vez tu madre se enamoró de tu padre cuando era una bestia para después descubrir que era un príncipe, pero su historia es una excepción. En el resto de las historias los villanos son simplemente eso, villanos que quisieron arruinarlo todo para tomar todo el poder. Ellos no cambian Ben, villano una vez villano siempre.
El hijo de Cenicienta se giró y señaló a Jay que acababa de derribar a otro jugador en el campo de juego tratando de demostrarle el punto t la veracidad de sus palabras.
Ben suspiró con frustración y sin decir algo respecto a las palabras de Chad se alejó comenzando a correr por todo el campo.
Aún era demasiado pronto para decidir si los nuevos miembros de la preparatoria podían cambiar o si continuarían siendo simplemente malvados, sin embargo Ben tenía todas sus esperanzas puestas en que los miembros de ese peculiar grupo podían adaptarse a Auradon y a sus pobladores. Una pequeña parte del jóven principe rogaba porque eso fuera posible pues la idea de que ellos regresaran a la Isla lo llenaba de amargura, aunque quisiera negarlo Ben sabía que Harriet era la principal causa de ese sentimiento y eso comenzaba a preocuparlo.
ESTÁS LEYENDO
sweet heart || descendants
Fanfiction❝ Tᴇ ᴀᴍᴀʀᴇ́ ʜᴀsᴛᴀ ǫᴜᴇ ᴍɪ ᴘᴏʙʀᴇ ᴄᴏʀᴀᴢᴏ́ɴ ᴅᴇᴊᴇ ᴅᴇ ʟᴀᴛɪʀ, sᴏ́ʟᴏ ᴛᴇ ᴘɪᴅᴏ ǫᴜᴇ ɴᴏ ʟᴏ ᴅᴀɴ̃ᴇs ᴍᴀ́s, ᴘᴜᴇs ɴᴏ sᴇ́ ᴄᴜᴀ́ɴᴛᴏ ᴍᴀ́s ᴘᴏᴅʀᴀ́ sᴏʙʀᴇᴠɪᴠɪʀ ❞ ❝ I ғᴇᴇʟ ᴍʏ ʜᴇᴀʀᴛʙᴇᴀᴛ ʙᴇᴀᴛɪɴ' Sᴀʏɪɴɢ "Iᴛ's ɢᴏɴɴᴀ ᴡᴏʀᴋ" Bᴜᴛ ɪғ I'ᴍ ᴅʀᴇᴀᴍ, ᴅʀᴇᴀᴍ, ᴅʀᴇᴀᴍɪɴ' Tʜɪs ɪs ɢᴏɴɴᴀ ʜᴜʀᴛ Eɪᴛʜ...