chapter viii

10.1K 1K 104
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


HARRIET REVOLVÍA CON TRANQUILIDAD la mezcla de galletas que había en el tazón frente a ella. La hija de la Reina de Corazones revolvía sin detenerse, realizando movimientos envolventes para poder integrar todos los ingredientes perfectamente.

Su ceño ligeramente fruncido demostraba lo mucho que le desagradaba la idea de Mal, Harriet no quería hechizar a Ben porque estaba segura de que había alguna otra alternativa para poder obtener la varita pero sus amigos estaban de acuerdo con la pelimorada y aunque ella se negara, sabía que ellos seguirían con el plan.
Harriet prefería ayudarlos con la receta y ver que todo estuviera en orden para evitar que hicieran mal algún paso y eso pudiera afectar a Ben.

- Aquí dice que necesitamos una lágrima, y nosotros nunca lloramos. -comentó Mal leyendo su libro de hechizos.

- ¿Y si cortamos algunas cebollas?

Mal suspiró.- El libro dice que necesitamos una lágrima de tristeza humana, y esta poción es la mejor, no podemos equivocarnos.

Jay colocó sus ojos en blanco.- Si llorar es exactamente lo mismo, sólo es agua.

Evie, que estaba ayudando a Harriet, negó en desacuerdo.- Eso no es cierto Jay, tienen anticuerpos y enzimas pero una lágrima emotiva tiene muchas más proteínas que una lágrima de dolor, así que no es simplemente agua.

Harriet dejó de batir y con una sonrisa hizo un pequeño saludo con Evie, emocionada por la peliazul.- Esa es mi chica. -murmuró mientras Evie sonreía con orgullo. Harriet arrugó ligeramente su nariz, detestaba la idea de que su amiga sólo estudiara para hacer los trabajos de Chad, pero estaba orgullosa de ella porque estaba demostrando que era mucho más que una cara bonita.

- Oh, ahí estás Mal, te estaba buscando. -Harriet se sobresaltó cuando Loonie ingresó a la cocina, la morena dejó de mezclar y depositando el batidor con cuidado a un lado del tazón, miró a la hija de Mulán. La princesa le explicaba a Mal que todas las otras muchachas querían que les hiciera en su cabello lo mismo que había hecho con Jane y con ella, la pelimorada la observaba con una sonrisa falsa tratando de ocultar su libro de hechizos.- ¿Bocadillo nocturno? Escuché que tus postres son deliciosos Harriet, ¿que estás haciendo ahora?

sweet heart || descendants Donde viven las historias. Descúbrelo ahora