chapter xiii

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EL DÍA DEDICADO A LAS FAMILIAS HABÍA LLEGADO A AURADON

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EL DÍA DEDICADO A LAS FAMILIAS HABÍA LLEGADO A AURADON. Harriet soltó una pequeña risa, encantada con la presentación que Ben y algunos de los otros estudiantes estaban dando. El joven príncipe se movía bailando y cantando por el lugar, siguiendo la melodía, acompañado por Doug y Audrey entre otros.

La morena de labios rojos soltó un suspiro al escucharlo pronunciar algunas palabras en francés, Harriet jamás pensó que escuchar a Ben hablando en otro idioma pudiera alterarla tanto, pero ahí estaba, suspirando y sonriendo como una tonta al oír esas simples palabras mientras el muchacho de cabellos castaños continuaba con su canto. En medio de su baile, Ben buscó a la morena con su vista y al encontrarla le guiñó un ojo divertido para continuar con el show.

- Te vendría bien un babero, ¿quieres que te traiga uno? -la morena se giró y observó a Carlos que tenía sus labios llenos de chocolate.

- Creo que quién necesita un babero para comer eres tú, mira tu rostro Carlos. -La hija de la Reina de Corazones hizo una mueca de desagrado y tomando una servilleta limpió con delicadeza el rostro del muchacho. El muchacho sonrió divertido, para luego tomar a Chico entre sus brazos.

- Eso es delicioso -murmuró el muchacho señalando la fuente de chocolate que había junto a ellos. La muchacha observó con emoción la fruta y la cascada del espeso líquido que caía sin detenerse.
Harriet tomó otra fresa y la bañó en chocolate para llevarla hasta su boca, disfrutando del dulce sabor que esta tenía, soltando un pequeño suspiro de satisfacción.

- ¿Saben bien? -la morena se sobresaltó y observó a Ben que se acercaba a ella sonriendo con dulzura, un pequeño brillo apareció en los ojos de Harriet al ver al muchacho con sus preciosos ojos almendrados y su deslumbrante sonrisa. El joven príncipe acercó su dedo al labio de la muchacha y retiró una pequeña mancha de chocolate para luego llevarlo a su boca y quitarla.

Harriet se sonrojó y soltó una pequeña risa cuando Ben la atrapó entre sus brazos para depositar un beso en su mejilla.- Creo que es un buen momento para presentarte a mis padres.

La hija de la Reina de Corazones abrió sus ojos sorprendida y escondió su rostro en el cuello del muchacho.- ¿Ahora? -cuestionó invadida por los nervios.

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