HARRIET SOLTÓ UN GRITO DE EMOCIÓN AL VER QUE JAY Y CARLOS INGRESABAN al partido. La morena soltó una carcajada al ver el divertido baile que hacía Carlos en la cancha, luego de derribar a un miembro del equipo contrario mientras Jay y Ben realizaban una jugada.
La hija de la Reina de Corazones levantó sus manos al aire, agitandolas, gritando y saltando eufórica ante el último punto del partido que coronaba al equipo de Auradon como los ganadores. A través de los numerosos parlantes que habían ubicados a lo largo de toda la cancha, podía oírse la voz del relator del partido, felicitando a Jay, Carlos y Ben por la gran jugada que habían hecho en los últimos segundos y que los había dejado como los campeones.
Jay y Carlos observaron con una sonrisa las gradas, buscando a sus amigas hasta que hallaron a las tres muchachas que sonreían y gritaban brindándoles su apoyo. Harriet acomodó su chaqueta y giró su rostro hacia Mal cuando la pelimorada tocó su brazo llamando su atención. La hija de Maléfica señaló el campo, donde Ben observaba a Harriet con una gran sonrisa en su rostro, cuando su mirada se encontró con la del castaño el joven príncipe guiñó su ojos derecho y corrió a tomar el micrófono que el relato tenía en sus manos.
- ¡Disculpen! -exclamó arrastrando el micrófono hasta donde se encontraba parado antes.- ¡Disculpen! ¡Su atención por favor! -Harriet ladeó su cabeza levemente confundida, sin comprender que era lo que el muchacho pretendía hacer con el micrófono. Todos en las gradas hicieron silencio y observaron con atención a su futuro rey, que se subía a una colorida tarima que había en el centro del lugar, frente a las porristas.- Hoy me gustaría decir algo.
Evie, que había comprendido lo que el príncipe quería hacer, soltó un grito de emoción haciendo que Harriet a su lado se sobresaltara.
- ¿Qué ocurre Evie? -cuestionó la morena sin entender, sin embargo se vió interrumpida por el muchacho cuando este volvió a hablar.
- ¡Denme una H! -hizo el gesto como si con sus brazos formara la letra H, y todos en las gradas lo imitaron gritando la letra.- ¡Denme una A! ¡Denme una R! ¡Y otra R! ¡Denme una I! ¡Una E! ¡Y una T! -estiró sus brazos formando la letra, todos los imitaron gritando.- ¿Qué formamos? -cuestionó esperando a que el público respondiera. «Harriet» exclamaron todos los estudiantes con emoción.- Una vez más. -«Harriet» volvieron a gritar todos saltando en sus lugares.
El joven príncipe buscó en las gradas a la morena y cuando la encontró sonrió dulcemente y guiñó un ojo con diversión.- ¡Te amo Harriet! ¿No te lo había dicho antes?
Ante las palabras del muchacho, Harriet sintió como sus mejillas se sonrojaban adquiriendo un ligero color escarlata. Todos soltaron un pequeño grito y se giraron observando a la hija de la Reina de Corazones, esperando una respuesta de su parte. La morena por su parte, soltó una carcajada, llena de euforia y ternura.- Eres muy dulce Benjamin. -Harriet tapó su rostro provocando que todos soltaran un «ahh» enternecidos con la escena. Audrey miró a Ben sin comprender que ocurría y soltó un grito de frustración antes de salir corriendo del lugar.
- ¡Denme música! -exclamó Ben mirando a la banda, Doug gritó «1, 2, 3, 4» y todos comenzaron a tocar sus instrumentos siguiendo una melodía muy pegadiza y alegre.
El príncipe comenzó a mover sus pies al ritmo de la música, siendo seguido por todos en las gradas que se movían con diversión de un lado para otro. Harriet soltó una carcajada, divertida con los pasos que el muchacho hacía mientras comenzaba a cantar. Poco a poco los jugadores del equipo se unieron a él, siguiendo sus pasos y acompañándolo con la melodía. Jay y Carlos reían divertidos, viendo como su amiga estaba sonrojada pero llena de alegria, al menos por un momento Harriet era feliz y eso era suficiente para ellos.
- Did I mention that I’m in love with you. And did I mention there’s nothing I can do. -cantó el muchacho bajando de la tarima con un salto, sin quitar su mirada de los preciosos ojos almendra de Harriet.
Todos en el lugar cantaban junto al príncipe, y se movían al ritmo de la música eufóricos y divertidos con tal declaración. La multitud soltó un grito cuando Ben le arrojó a la morena su camiseta del equipo, con su número en la espalda, a su lado Mal soltó un carcajada completamente divertida con la situación y con el rostro de su amiga. Las mejillas de Harriet estaban tan rojas como su chaqueta, y era demasiado tierno verla sonreír y reir ante las cosas que el príncipe hacía. Sus ojos almendrados estaban llenos de felicidad, y su sonrisa brillaba más de lo normal.
Ben se acercó a las gradas y poco a poco comenzó a subir hasta llegar a donde Harriet se encontraba. Tomó con delicadeza las manos de la muchacha y con su mirada puesta sobre la de ella, cantó, dejando ver lo embelesado que estaba con Harriet.- My love for you is ridiculous, my love is R-I-D-I-C-U-L-O-U-S!
R-I-D-I-C-U-L-O-U-S! It's (ridiculous!) Just (ridiculous!) -con su mano trazó unas pequeñas caricias en la mejilla de la muchacha de labios color escarlata provocando que esta sonriera dulcemente.- And I would give my kingdom for just one kiss, c'mon now.Harriet mordió su labio inferior nerviosamente, observando al jóven príncipe con sus ojos brillando de ilusión y cariño. La morena se arrojó sobre muchacho y lo abrazó con fuerza, disfrutando del calor que él le brindaba, de fondo podía oír los gritos de los estudiantes que se alegraban por la nueva pareja. Sin embargo, la hija de Corazones cerró sus ojos con fuerza y se concentró en el suave sonido de los latidos acelerados del corazón de Ben, una opresión en su pecho le recordó que nada de eso era real, que todo era causado por las galletas mágicas.
Sabía que no debía dejarse llevar por la situación, que debía mantenerse centrada y alejarse un poco de Ben pero no quería, por primera vez en su vida Harriet se sentía amada y no quería dejar ir esa dulce sensación.
- Te amo Hattie. -al escuchar las palabras que Ben susurró en su oído, Harriet pudo sentir como su corazón estallaba, le dolía saber que esas palabras no eran reales pero no podía evitar emocionarse. La morena sintió como sus ojos se cristalizaban pero no permitió que nadie se diera cuenta y en un rápido movimiento los secó.
Audrey apareció junto a Ben, con Chad a su lado gritando que iría a la coronación con el hijo de Cenicienta y que era su nueva pareja. Ben sonrió y tomando el micrófono una vez más, se giró hacia la muchacha de chaqueta roja.- Harriet, ¿Irías a la coronación conmigo? -cuestionó observando a la morena, con una enorme sonrisa brillante adornando su rostro.
Harriet sonrió y asintió, abrazándose una vez más al principe.- Me encantaría Benjamin. -susurró en el oido del muchacho. Ben soltó una risa divertido y gritó, indicándole a todos que la morena había aceptado su invitación, mientras todos los ovacionaban llenos de alegría.
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sweet heart || descendants
Fanfiction❝ Tᴇ ᴀᴍᴀʀᴇ́ ʜᴀsᴛᴀ ǫᴜᴇ ᴍɪ ᴘᴏʙʀᴇ ᴄᴏʀᴀᴢᴏ́ɴ ᴅᴇᴊᴇ ᴅᴇ ʟᴀᴛɪʀ, sᴏ́ʟᴏ ᴛᴇ ᴘɪᴅᴏ ǫᴜᴇ ɴᴏ ʟᴏ ᴅᴀɴ̃ᴇs ᴍᴀ́s, ᴘᴜᴇs ɴᴏ sᴇ́ ᴄᴜᴀ́ɴᴛᴏ ᴍᴀ́s ᴘᴏᴅʀᴀ́ sᴏʙʀᴇᴠɪᴠɪʀ ❞ ❝ I ғᴇᴇʟ ᴍʏ ʜᴇᴀʀᴛʙᴇᴀᴛ ʙᴇᴀᴛɪɴ' Sᴀʏɪɴɢ "Iᴛ's ɢᴏɴɴᴀ ᴡᴏʀᴋ" Bᴜᴛ ɪғ I'ᴍ ᴅʀᴇᴀᴍ, ᴅʀᴇᴀᴍ, ᴅʀᴇᴀᴍɪɴ' Tʜɪs ɪs ɢᴏɴɴᴀ ʜᴜʀᴛ Eɪᴛʜ...