chapter xx

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— ESPEREN, ALGO ANDA MAL

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— ESPEREN, ALGO ANDA MAL. —ANTE LAS PALABRAS DE EVIE TODOS detuvieron sus pasos y observaron a la peliazul.— Tu gorro Ben, no termina de convencerme. —murmuró observando el gorro azul que portaba el joven rey. Ante las palabras de la muchacha, Jay colocó sus ojos en blanco. Harriet sonrió y con delicadeza movió el gorro en la cabeza de Ben, dejándolo ligeramente inclinado.

— ¿Sabes? Me encanta cómo te queda nuestro estilo, me gusta el Benjamin como «hijo de villano», deberías usar algo similar más seguido. —el joven rey sonrió y guiñó su ojo provocando que una risita escapara de los labios de la morena.— No digo que los trajes no te favorezcan pero este estilo... —mordió su labio inferior observando atentamente el atuendo de Ben.

— ¿De verdad están coqueteando ahora? —Harriet se sobresaltó y giró en su lugar observando a Chico. El resto lo observaba de la misma forma, confusos ante el hecho de que el canino pudiera hablar.

— ¿Que ocurrió ahí? —cuestionó Harriet señalando al perro.

— ¿Acaso Chico acaba de hablar? —Carlos asintió ante las palabras de Evie, soltando un suspiro.

— Es una larga historia, se las contaré en el camino porque no hay tiempo que perder. Chico tú te quedas aquí, no puedes venir con nosotros, es demasiado peligroso.

Los cinco jóvenes subieron al vehículo real, atravesando el mágico puente que conectaba a Auradon con la Isla de los Perdidos, cuando descendieron del coche en la zona del puerto, rápidamente lo taparon con varias sábanas para evitar que algún poblador de la Isla descubriera que la realeza estaba en ese oscuro lugar.

— Se siente extraño estar aquí otra vez.

Harriet se miró a Evie con una pequeña sonrisa— Nos iremos lo antes posible Evie, no tienes que preocuparte, no nos quedaremos mucho tiempo. —la peliazul asintió lentamente, Harriet no pudo evitar sentirse culpable, ella era la causa de que Evie regresara a la Isla aún cuando no quería. Suspiró con frustración y observó a sus amigos y a Ben.

— No tenemos que llamar la atención, no queremos que nuestros padres sepan que estamos en la Isla otra vez —todos asintieron ante las palabras de Carlos.

— ¿Qué hay aquí? —cuestionó Ben observando un túnel en el fondo del muelle, rápidamente Jay lo alejó del lugar.

— No te acerques a ese lugar Ben, es demasiado peligroso.

La hija de la Reina de Corazones se acercó a Ben, tomando su brazo con delicadeza hizo que la mirara.— No te alejes de nosotros, no te acerques a nadie que no seamos nosotros y ten mucho cuidado por donde caminas. Ya no estamos en Auradon, la Isla es completamente diferente a tu hogar Benjamin. —el castaño frunció el ceño confundido, sin embargo asintió ante las palabras de la morena.

Harriet observó a unos niños que estaban sentados junto a ellos, que habían tratado de quitarle dinero a Evie, y cuando volvió a levantar su cabeza notó que Ben ya no estaba a su lado, la morena suspiró y caminó con rapidez siendo seguida por Evie, Jay y Carlos. Al parecer la estadía del muchacho de ojos de almendra en la Isla iba a ser algo más complicado de lo que creían porque Ben podía distraerse con facilidad y era demasiado bondadoso en contraste con las personas de la Isla.

— ¿Qué pasó con el «no te alejes de nosotros»? —cuestionó alejando a Ben del hombre que le gruñía, disgustado con la presencia del grupo en el lugar.— ¿Qué parte de «ya no estamos en Auradon» no quedó clara? Benjamin pueden herirte y no podría perdonarme si algo te ocurriera, estas personas no tienen mucho aprecio por la gente de la corona.

Jay movió sus manos.— Las manos en los bolsillos.

— Camina encorvado y seguro. —agregó Carlos.

— Y jamás te veas simpático, no estamos en un desfile.

— Está bien, gracias por ayudarme. —Evie soltó un «no» sobresaltando al muchacho de cabello castaño.

Harriet sonrió divertida, se acercó a Ben y acomodó la chaqueta azul que el muchacho llevaba. Colocó su mano en el pecho del muchacho y empujó ligeramente para que este se parara un poco más encorvado.— Nada de gracias Benjamin, y tampoco por favor, es momento de que olvides tus modales, debes olvidar todo lo que aprendiste en el castillo porque aquí no va a ser útil. —murmuró dedicándole una sonrisa dulce.— Tú sólo tranquilo, sólo te hace falta un poco de práctica. —Harriet se colocó junto a Carlos y apoyó su brazo en el hombro del muchacho.— Let me tell you something you can really trust,
everybody's got a wicked side. —comenzó a cantar con su dulce voz, observando a Ben con una sonrisa divertida.

You need to drag your feet, you need to nod your head. You need to lean back, slip through the cracks. —poco a poco, con cada verso, los cinco se desplazaban por la Isla haciendo todo lo posible para que Ben pudiera pasar desapercibido en aquel oscuro y desagradable lugar. Harriet tomaba la mano del joven rey y lo ayudaba a seguirle el paso a Carlos y Jay, mostrándole como debía pararse, moverse y deslizarse por el lugar.

Una sonrisa orgullosa floreció en los rojizos labios de Harriet al ver que de una forma silenciosa, y sin que ellos pudieran notarlo, Ben había tomado sus pertenencias, el teléfono de Carlos, los lentes de Evie, la billetera de Jay y su labial favorito que siempre portaba en el bolsillo de su chaqueta. Con una ceja arqueada, la morena tomó el labial y volvió a guardarlo en su bolsillo mientras Jay observaba a Ben con su ceño fruncido, sin creer que había logrado quitarle su billetera.

You wanna be cool? Let me show you how, you need to break the rules. I can show you how, and once you catch this feeling, and once you catch this feeling. —el muchacho de ojos almendra se apoyó en una baranda que había en la calle y acomodando su chaqueta guiñó un ojo hacia Harriet. La morena mordió su labio inferior acercándose hacia él, cantando junto a sus amigos.— You'll be chillin', chillin', oh. Chillin' like a villain (chillin') Chillin' like a villain (chillin') Chillin' like a villain (chillin') Chillin' like a villain (chillin') Chillin' like a villain. —una risa escapó de los labios de Harriet cuando Ben la tomó en brazos dando una pequeña vuelta, la hija de la Reina de Corazones besó dulcemente la mejilla de Ben cuando este la depósito con delicadeza en el suelo para evitar que la morena terminara en el asqueroso piso.

— ¡Cuidado! —Harriet abrió sus ojos con sorpresa al escuchar la voz de Gil, el hijo de Gastón, que había chocado con Ben cuando este se había puesto de espaldas para observar a Harriet. Arrugó su nariz ligeramente, intentando ocultar su rostro en el pecho de Ben mientras el castaño trataba de ocultarse con el cabello de la morena.— Yo te conozco.

Ben negó, usando una voz mucho más grave que la suya, sin embargo parecía que Gil estaba muy seguro, argumentando que lo conocía pero que no recordaba exactamente de dónde hasta que su rostro de iluminó al observar un cartel que había a sus espaldas con un dibujo de Ben y Harriet.

— Eres el rey Ben, sí estoy seguro, ustedes son Jay, Carlos, Evie y... ¡Harriet! —exclamó al ver el rostro de la morena. Harriet hizo una ligera mueca con sus labios, y dándole una diminuta sonrisa a Gil, comenzó a alejarse del lugar junto a sus amigos.— ¡Hola chicos! Ohhh, a Uma le encantará esta novedad, y Harry debe saber que Harriet está de regreso en la Isla, estoy seguro de que querrá verla. —soltó con emoción, pensando en voz alta, para luego salir corriendo hacia la zona del muelle donde generalmente se reunían los piratas.

sweet heart || descendants Donde viven las historias. Descúbrelo ahora