¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
JAY ARROJÓ LA PIEDRA Y CUANDO ESTA IMPACTÓ CONTRA EL CARTEL la puerta se abrió permitiéndoles el paso hacia lo que ellos consideraban su hogar. Harriet observó las deterioradas escaleras y con precaución comenzó a subir por estas, la morena se detuvo cuando había subido la mitad de los escalones y observó a sus amigos y a Ben que aguardaban afuera. Evie le dedicó una pequeña sonrisa en forma de apoyo y el jóven rey a su lado levantó sus pulgares.
Cuando Harriet ingresó pudo oír el característico ruido de los aerosoles que Mal solía utilizar en la Isla, la muchacha de ojos almendra caminó por el lugar siendo golpeada por cientos de recuerdos que tenía de ese lugar.
— Aún me resulta increíble el talento que tienes Mal. —murmuró observando el dibujo que la pelimorada estaba haciendo.
— Harriet... ¿Qué haces aquí?
— Vine a disculparme, en verdad lamento lo que ocurrió Mal, gran parte del problema fué culpa mía por no hablar contigo y saber como te encontrabas. Fuí una terrible mejor amiga. —observó a la pelimorada con sus ojos cristalizados.— ¿Podrías regresar a Auradon con nosotros? En verdad te extrañamos, no somos nosotros si tú no estás ahí.
Mal movió su cabeza de un lado a otro, dejando la lata de aerosol sobre una pequeña mesa.— Harriet ambas sabemos que no pertenezco a Auradon, la Isla es mi hogar. No me siento cómoda allá, no me siento bien, en verdad hice mi mayor esfuerzo.
— Mal podemos arreglarlo entre todos, podemos organizar más reuniones entre nosotros, podemos reducir un poco nuestro tiempo en la preparatoria ya sabes para hacer algunas de las cosas que hacíamos antes. —Harriet movía sus manos haciendo gestos y señas, lo que demostraba lo nerviosa que se encontraba en ese momento.
— No, no pueden hacer eso porque tarde o temprano haré algo que perjudique al reino y todo será peor, ¿que dirán los demás?
— No nos interesa lo que el resto crea Mal, nos interesas tú, nuestra amistad, no queremos perderte, no quiero perder a una de mis mejores amiga. —su voz fue disminuyendo hasta acabar en un pequeño susurro.— En Auradon te aprecian, te quieren y no les importará si usas tu cabello morado o si utilizas pinturas en aerosol.
