chapter xix

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UN SUSPIRO ESCAPÓ DE LOS LABIOS DE BEN AL SENTIR EL DULCE SABOR de la galletas de fresa que había hecho junto a Harriet

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UN SUSPIRO ESCAPÓ DE LOS LABIOS DE BEN AL SENTIR EL DULCE SABOR de la galletas de fresa que había hecho junto a Harriet. La hija de la Reina de Corazones se encontraba terminando las decoraciones de las galletas, con una manga llena de glaseado rojo en su mano, con la cual trazaba pequeñas figuras sobre la superficie de las galletas.

— Creo que jamás voy a cansarme de esto. —murmuró Ben dándole otra mordida a su galleta. Harriet sonrió divertida al ver que un poco de glaseado había quedado en las comisuras de sus labios, con cuidado tomó una servilleta y lo limpió hasta que ya no quedó rastro de esto.— Esto es delicioso Hattie, aún no entiendo cómo haces para que salgan tan deliciosas.

Harriet se encogió de hombros— Años de práctica, y además tengo un buen ayudante que le da un toquecito especial. —la morena acercó su rostro al de él y con una dulce sonrisa besó sus labios disfrutando del sabor a fresa que les había quedado.

— Chicos... Lamento interrumpirlos. —Harriet alejó su rostro del de Ben y observó a Evie que acaba de ingresar en la cocina.

— ¿Qué ocurre Evie? —cuestionó Ben con confusión, al notar la expresión en el rostro de la peliazul.

— Mal regresó a la isla. —al oir las palabras de Evie, Harriet soltó de golpe la manga pastelera, haciendo que esta terminara sobre la mesada liberando un poco de su contenido.— Dejó una nota. —le tendió el papel a la morena, hasta ese momento Harriet no había notado que sus manos estaban temblorosas.

« Debo irme, no pertenezco a Auradon, pertenezco a la Isla. No deben buscarme, ustedes son felices aquí, ustedes lograron adaptarse y yo no.
Harriet en verdad lamento lo que ocurrió, nada de lo que dije fue cierto, sabes que eres mi mejor amiga y que jamás haría algo para lastimarte. Sean felices, disfruten, no se preocupen por mí, estaré bien.

Mal. »

— Esto es mi culpa —susurró, con su voz entrecortada, sintiendo que una opresión se instalaba en su pecho. Se sentía culpable, Mal se había ido de Auradon por su culpa, Harriet había sido una terrible mejor amiga y por eso Mal había decidido escapar hacia la Isla.— No apoyé a Mal cuando lo necesitó, debí ayudarla, creí que todos éramos felices ahora que estábamos en Auradon pero Mal no, se sentía terrible y no la apoyé. —Harriet cerró sus ojos con fuerza, negando con su cabeza.— No debí enojarme con ella, no debí decirle nada acerca del libro de su madre, sólo debía entenderla y lo único que hice fue enojarme.

— Harriet esto no es tu culpa. —Ben se acercó a ella, rodeándola con su brazos en un cálido abrazo, en un intento por tranquilizarla.— Iremos por ella, iremos a la isla para suplicarle que regrese ¿Si? Pero nada de esto es culpa de ustedes.

Evie negó— No podrían ir solos, Harriet no es muy bien recibida en la Isla, mucho menos después de la coronación, y tú no sabes siquiera como moverte allí, no tienes idea de cómo es ese lugar Ben. —Evie aguardó unos segundos en completo silencio hasta que volvió a hablar.— Iré con ustedes, tienen que llevarme con ustedes y también le diremos a Carlos y Jay, mientras más seamos en ese lugar mejor porque no eramos tan populares en la Isla y dudo mucho que esa situación halla cambiado ahora. Las cosas podrían ponerse un poco difíciles.

Harriet negó— Evie no tienes que volver a la Isla, puedo ir yo sola o con los chicos, sé lo mucho que detestas ese lugar. —la morena frunció su ceño, no dejaría que Evie volviera, no luego de que la peliazul por fin había encontrado felicidad en Auradon, esa felicidad que jamás había tenido en la Isla.

Evie sonrió— Hattie ustedes son mis mejores amigas, haría cualquier cosa por ustedes. —la peliazul observó a Ben.— Sólo tienes que prometer que no nos dejarás solas allá, que volveremos y que ninguno se quedará en la Isla. No podemos quedarnos en ese lugar otra vez Ben, prometelo.

— Te lo prometo, haremos todo lo posible por traer a Mal de regreso, tranquilas. —observó los preciosos ojos almendra de Harriet, tomando con suavidad su mano. La morena asintió y observó a Ben con su nariz ligeramente arrugada.

— ¿Por qué me miras así? —cuestionó confundido ante la mirada de su novia y de Evie.

— Tendremos que hacer algo con eso Benjamin. —señaló la ropa de Ben, el castaño frunció su ceño confundido mientras Evie soltaba una risita divertida.

— No hay chance de que vayas así vestido Ben, te comerían crudo en la Isla, y podrían reconocerte de inmediato.

— Vas a tener que vestirte como un chico de la Isla de los Perdidos, esto será interesante. —un sonrisa divertida se instaló en el rostro de Harriet al ver como Ben se acomodaba la chaqueta de su traje real.

En el salón de Lady Tremaine, Mal observaba su nuevo aspecto en el reflejo de ese espejo que estaba sobre la pared, hecho añicos

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En el salón de Lady Tremaine, Mal observaba su nuevo aspecto en el reflejo de ese espejo que estaba sobre la pared, hecho añicos.
La muchacha de cabello morados, ligeramente rosados, observó con su ceño fruncido como un pirata ingresaba a la tienda para quitarle a Dizzy las ganancias de la tienda.

— Entrégame eso chiquita —Mal observó a Harry Hook, que acaba de ingresar a la tienda.— Y el resto. —Dizzy tomó lo de la caja registradora y también se lo entregó.

— ¿Sigues haciendo recados para Uma o ahora lo que robas te lo quedas? —cuestionó la pelimorada con diversión.

— Bueno, bueno, bueno... Que desagradable sorpresa. —se acercó a ella.— Sólo espera a que Uma sepa que has regresado, no estará dispuesta a devolverte tu territorio.

— Oh bueno, eso está bien, porque yo tomaré lo que quiera.

— ¿Has decidido volver sola? ¿Nadie más ha regresado a la Isla? —cuestionó pasando su garfio por el cabello de la hija de Maléfica.

Mal sonrió al comprender sus palabras— Sólo quieres saber si Harriet ha regresado, lamento decepcionarte Hook pero tu mejor amiga aún está en Auradon. —la sonrisa en el rostro de Harry decayó ligeramente al oir las palabras de Mal.— Si te sirve de consuelo no hubo día en el que Harriet no se acordara de tí o que no te mencionara en alguna anécdota. —la sonrisa del pirata creció al oír eso, al menos su mejor amiga aún se acordaba de él.— No sonrías tanto Hook, Harriet no volverá a la Isla, ella y el resto están muy felices en Auradon, con el príncipe y todos los otros pobladores.

Ante la mención del príncipe Harry hizo una mueca de desagrado— Es bueno saber que Harriet aún se acuerda de mí, volveremos a vernos Mal, dalo por hecho. —hizo una reverencia y salió de la tienda, no sin antes tirar algunas cosas que había sobre el mostrador principal.

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