chapter x

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HARRIET MOVÍA SUS PIES EN EL AIRE, EN UN PEQUEÑO VAIVEN esperando a Ben. El partido había finalizado unos minutos antes, junto con aquella dulce declaración y la invitación a la coronación.
La morena aguardaba al príncipe, quién luego de que todos se retiraran del campo le recordó que tenían una cita en las cocinas.

Cuando Ben salió de los vestuarios, ya arreglado con una camisa celeste, con sus mangas dobladas hasta sus codos, y unos pantalones azules, emprendió una caminata hasta las gradas. El joven príncipe sonrió al ver que Harriet se encontraba cantando suavemente la canción que tan sólo unos minutos atrás él había cantado para ella. Ben suspiró al oír su voz, era tan dulce y la manera en la que la cantaba era tan bonita que podría quedarse escuchándola cantar todo el día sin moverse de ese lugar.

El muchacho se sentía extremadamente bien junto a la morena de labios rojos, se sentía mucho más valiente y decidido, con la capacidad de hacer cualquier cosa que se propusiera. Ben tenía algo en su interior lo impulsaba a decir todo lo que sus labios habían callado por semanas, todo lo que se había guardado, quería decirle a Harriet todo lo que había experimentado desde ese momento donde la morena había bajado del vehículo real.

Esa mañana en el castaño había algo diferente, quería soltar de una sola vez todo aquello que sentía junto a Harriet, todo lo que la morena le causaba. Benjamin era consciente de que esos sentimientos siempre habían sido reales, pero temiendo herir a los demás y en un intento por no decepcionar a sus padres y a su pueblo el joven castaño había decidido callar hasta que fuera prudente confesarse con Harriet.
Ben sabía que estaba mal, se había prometido no acercarse tanto a la hija de la Reina de Corazones para no herir a Audrey, y poco a poco alejarse de la princesa para luego confesarle a la morena lo que sentía por ella pero esa mañana, el muchacho había tomado de forma repentina la decisión de decir todo de una vez, aún si era adelante de todo Auradon.

Suspiró y cerró la distancia que quedaba entre ambos arrodillándose junto a Harriet. La morena lo observó con una sonrisa dulce extendiendose en su rostro, el castaño tomó la mano de la muchacha y la ayudó a ponerse de pie entrelazando sus manos con delicadeza.

sweet heart || descendants Donde viven las historias. Descúbrelo ahora