Butterfly (DomKat) [EDITANDO]

Capítulo 27

Por un buen rato, nos quedamos riéndo hasta que nuestros estómagos dolían. Era como reírme con mi mejor amiga.
A pesar de todo lo que me contó horas antes, se sentía mejor, y me alegraba saber que no se sentía sola.

Nuestras carcajadas posiblemente se escuchaban hasta el primer piso del edificio de apartamentos, nuestros cuerpos estaban inquietos gozando de cada risa.
Estaba feliz, de nuevo la pequeña y sonriente Dominique aparecía.

Luego de un rato logramos mantenernos calladas, sin quitar nuestras sonrisas.

-Gracias por todo esto.-Habló y pude voltear para ver su rostro.-Gracias por quedarte.-Subió un poco por mi cuerpo hasta llegar a mi mejilla, plantando un pequeño beso sonoro en ella.-Ten linda noche Kat.-Dijo por último, separándose de mi y después, abrazándose a mi cintura.

-Descansa Domie.-Me limité a decirle, acariciando su cabello.
No pude evitar suspirar y mirar hacia el gran ventanal que tenía frente a mi.
Todo estaba oscuro, la única luz provenía de ahí.

Mi mente divagó por cada recuerdo que pasaba por ella.
Mi remordimiento cada que me ponía a pensar mejor las cosas siempre estaba presente. No era justo, ¡sabía que no era justo para ninguno de los dos!
Pero joder, vaya que era inevitable.

Cualquiera podría tomar la decisión más coherente, que era elegir a uno de los dos.

¿Por qué yo no podía?

Me aterraba cada vez que pensaba en lo mismo. Simplemente no quería elegir.

¿Me estoy enamorando de... ella?

No, es simple atracción. Un gusto pasajero. Jamás había experimentado algo así en mi vida, entonces... ¿por qué creer que esto era más profundo que superficial? Está claro que después de esto todo seguiría normal.

Escuché su respiración calmada. Estaba durmiendo como un bebé.

No quería quedarme dormida, no quería cerrar mis ojos aunque lo necesitara. Valía más la pena disfrutar de este momento ahora.
Aunque mañana me caiga rendida de sueño, no lo haría.

-¿Por qué no puedo dejarte?-Susurré, dejando que mi pregunta la respondiera el silencio.

Agradecí el hecho de que estuviera dormida, de lo contrario escucharía mi corazón a mil por hora, en donde justo estaba acostada.

Fue bastante costoso lograr mantener mis ojos abiertos por mucho más tiempo, el día realmente había sido agotador.

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Punto de vista Dominique. 8:45 a.m.

Desperté sintiendo una leve brisa de frío que se colaba a través de la tela delgada de mi pijama, levanté el rostro unos sentímetros. Tenía los ojos pesados, pero pude observar que ella ya no estaba a mi par.

Su lugar estaba vacío, los vasos de chocolate de la noche anterior ya no estaban en la mesa, en vez de ellos, estaba la pijama que le presté, totalmente doblada.

Se había ido sin despedirse...

Pude sentir un atisbo de decepción. Por cómo se comportó la noche anterior, podía jurar que se quedaría conmigo hoy, por lo menos al despertar.

Pero de nuevo, estaba exagerando las cosas.

Me pasé una mano por el rostro, dejando al resto de mi cuerpo caer sobre la cama. Me sentía totalmente exhausta, así que me quedé por un momento así.

No pude evitar recordar lo que le dije cuando estabamos en mi habitación.

Mis ojos cerrados ayudaron a rememorar mejor su rostro enfurecido. Ella entendió mi dolor, y se quedó conmigo sin importar qué.
Me sentía culpable en parte por haberle quitado otro día más para que solo se quedase conmigo pero, estaría mintiendo si digo que no me gustó.