Butterfly (DomKat) [EDITANDO]

Capítulo 49

Caminé hasta el pequeño parque en donde decidí dejar caer mi cuerpo sobre el césped.

Las canciones pasaban con el tiempo y yo seguía observando el cielo de manera expectante.

Era realmente relajante ver la gran extensión de azul que se mantenía por sobre mí. Cerré mis ojos por un momento, disfrutando la sensación que me brindaba todo a mi al rededor.

Estuve recostada hasta sentir que mi espalda exigía un poco de estiramiento.

-Uh, creo que los quince ya se me pasaron. -Alegué para mí, tratando de levantarme y parecer normal, pero era un poco difícil, tuve que rodar para poder conseguir una postura mejor al levantarme.

Sacudí la tierra por sobre mi ropa y levanté la mirada hacia la ciudad de nuevo, antes de dirigirme a otra dirección.

-------
03 de noviembre, 2015

Punto de vista Dominique.

6:20 p.m.

Estaba al pie de la cama en mi habitación hechando un montón de palabras hacia los oídos de Jazmín. Ella escuchaba atenta lo que decía, con un creciente enojo en su rostro. Le conté todo sobre Katherine y sobre la forma en que todo lo bonito que teníamos, se había esfumado tan solo por que David me mencionó un pequeño-gran detalle.

Al principio el rostro de Jazmín se veía conmocionado, pero a medida que le contaba, su frustración se hizo visible. No la culpaba, sabía que era algo por lo cual no estar muy contenta, pero, mientras el tiempo pasaba, sentía la necesidad de no guardar el rencor en mi vida. Si bien era lo más desgarrador que me había tocado pasar en el plano amoroso, era tiempo de sacarlo todo y de comenzar de nuevo con más calma.

Sabía que las grabaciones no tardarían, sabía que tarde o temprano su rostro y su sonrisa se aparecerían de nuevo frente a mí, tal vez destruyendo mi barrera de protección.

Solo quería esfumar, aunque fuese con palabras, todo lo malo que sentía dentro de mí y así lo hice.

Jazmín se mantuvo quieta mientras le contaba hasta el último momento de lo que había pasado. Mis manos temblaban y mis ojos estaban cansados de retener las lagrimas que amenazaban con regarse y desbordarse de ellos de nuevo.

De esa manera, en los días posteriores al "trágico" momento, mi cuerpo manifestaba su presión y descontento.

De esa manera mi cuerpo hablaba, y decía que la extrañaba.

De esa manera, mi cuerpo, estaba necesitado, una vez más.

Y no lo entendía.

Suspiré mirando hacia el techo, haciendo que mis lagrimas cayesen por mis lados, mojando mi cabello, mi piel, mi cuello.

Todos aquellos lugares en donde sus labios se pasearon en algún momento.

Esos labios, esos besos, que no sólo eran para mí.

Jazmín acercó sus manos hasta mi rostro y con ellas limpió los restos de agua salada que ahí yacían, e hizo que la viese.

-Es hora de llorar si lo deseas.-Habló.- Es hora de salvar tu fuerza y tus ganas de seguir. Basta con eso de repetir que ella no merece tus lagrimas, repíte que tú mereces tu desahogo, Dominique. Mereces estar bien, pero primero llora todo lo que te duele, limpia todo lo que no te deja seguir, que aquí estoy yo para no dejarte sola.-Dijo Jazmín, con tanta seguridad que hizo avalanzarme sobre ella y abrazarle tan fuerte como se me permitía, llorándole los hombros.

Y así lo hice, lloré todo lo que mis ojos y mis fuerzas me permitieron, hasta soltar casi todo el peso de mi angustia.

-------

11:00 p.m.

Después de cenar lo que Jazmín me preparó, me cambié para entrar a la cama y dormir, cosa que mi cuerpo pedía insesantemente.

-¿Trabajarás temprano mañana?-Le pregunté, realmente quería compañía esa noche.

-Sí, pero me quedaré aquí. ¿Puedo quedarme aquí?-Preguntó hacia mí.

-Te iba a pedir que te quedaras.-Dije riendo, haciéndole espacio al lado mío.

Ella se quitó los zapatos y se colocó un gran sueter para recostarse a mi lado, y comenzó a contarme anécdotas sobre sus días en el trabajo. Era fascinante sentirme mejor después de todo, lo único que me esperaba era sentirme mejor aún estando sola.

------
Al día siguiente, 9:20 a.m.

Desperté con un dolor de cabeza insoportable y con la vista demasiado borrosa a causa del llanto de la noche anterior. No quería levantarme en lo absoluto, ni siquiera quería abrir los ojos. Me mantuve así por un buen tiempo hasta lograr hacerlo poco a poco y ver la hora en mi teléfono.

9:20 de la mañana, vaya dormidón.

Recién me había percatado de la falta de Jazmín en mi pieza, ella seguramente salió de aquí unas horas antes, pues sabía que llegar a su trabajo sería un tanto más difícil por la distancia.

Algo que de hecho cambiaría, pues sabía que ella estaba comenzando a prepararse aún más para ser mi manager, lo que ciertamente me tenía feliz, pues estaría con ella por más tiempo. Tenía la seguridad de distraerme con su cercanía cuando tenía que pensar en el trabajo.

Recordar eso por un momento hizo que me alarmase, tenía que estar al pendiente de cada información o noticia que pudiese brindarme la directora de la serie y sin embargo no lo hice.

Me apresuré a buscar el teléfono y ver los mensajes, e E-mails hasta que vi lo que la directora Emily Andras envió.

Leí el mensaje un par de veces para estar segura, faltaban veintiséis días para volver a grabaciones.
Mi nerviosismo aumentó aún más al pensarlo pero era mi trabajo, tenía que ser lo más profesional posible y también, lo más fuerte posible.

Volteé hacia el cielo, desde mi habitación hasta el balcón de mi apartamento, gracias a su altura podía ignorar los demás edificios y solo centrarme en ese espacio azul y blanco.

Era un día precioso, así que comencé meditando, relajándome y huyendo de cada cosa que me hacía pensar en hundirme de nuevo.

Cociné mi desayuno favorito con la música a tope resonando por los rincones de mi apartamento, tarareando cada estrofa y disfrutando de mi propia compañía. Me la pasé la mañana entera leyendo y completando los libros que había dejado para leer después, desde hace meses.

Hice las compras, salí hacia el supermercado comprando todo lo que necesitaría para las semanas siguientes, me la pasé disfrutando cada cosa que hacía.

Me sentía más conforme conmigo misma, me sentía plena, me sentía yo de nuevo.