Capítulo 31

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Después de haber pasado la noche entera pensando en todo lo que pasó ese día, no supe cuando fue que me quedé completamente dormida.

Estoy decepcionada de mi misma justo ahora. Arrepentida de no haber tenido las fuerzas suficientes para enfrentarme a Katherine y a todo lo que siento por ella. Mi miedo me consume, quizá yo estoy llevando todo esto por un camino largo, cuando solo termine siendo un simple y pequeño sendero.

Mi único consuelo ahora es que a diferencia de antes, tengo el apoyo de Jaz. Se que ella sabrá como ayudarme si la necesito.

Oh Katherine.

He visto cambios en este tiempo con ella, estando así, de alguna forma con un "algo" que pasa entre nosotras. No dejo de pensar en estar siempre viendo su hermoso rostro, se me hace de alguna manera ridículo el hecho de que extrañe su cercanía si tan solo ayer por la noche fue que la vi.

Me estoy rindiendo ante el hecho más obvio. A lo que aún me cuesta admitir con mis propias palabras pero que en el fondo, todo lo que siento ya es más que evidente.

Estoy completamente segura de que, en mi vida, nunca había conocido a alguien como Katherine. Específicamente a ninguna mujer como ella. Amo la forma en que su manera protectora de tratarme me hace sentir más segura de lo que nunca estuve en los brazos de nadie. Es diferente. La he abrazado tan pocas veces pero puedo jurar que sería mi lugar favorito en el mundo.

Me siento segura en sus brazos ...

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Punto de vista Katherine.

No pude evitarlo, simplemente las ganas de verla me mataban. ¡Pero eran solo de verla! Joder, ¿por qué la besé? Me siento tan mal ahora mismo. Se supone que no sería una idiota más en su vida pero aquí estoy.

Me levanté de la cama, restregando mis ojos solo para observar a Ray recién duchado, con una toalla alrededor de su cintura.

Me dio una sonrisa y se acercó a la orilla de la cama para sentarse. Me dio un pequeño beso en los labios y se separó diciéndome:

-El desayuno está listo cariño, ¿quieres que desayunemos aquí o..?-Preguntó dubitativo.

-No te preocupes. Puedes cambiarte, yo te espero en el comedor.-Le di una sonrisa sincera.-Y gracias, no sabes cuan cansada estoy.-Hablé por la comida que él había preparado.

-Descuida, se que ayer fue un día duro. Espero que hayan encontrado un buen lugar para Dominique, ojalá esté cerca para poder ir a visitarla.-Habló animado por su idea.

No sabía que decir respecto a eso. Un sinfín de sensaciones se colaron por mi cuerpo, Mi mirada cayó perdida en algún punto de la habitación. Solo pude dar una leve sonrisa ante su propuesta sin ver su rostro aún.

-Por supuesto.-Contesté después de un tiempo.

Sabía que eso pasaría. Tarde o temprano la segunda versión de mi vida saldría a la luz. ¿Qué pretexto buscaría para poder excusarme de esto? ¿Qué le diría a Dominique y a Ray?

Lejos de terminar con esto estoy complicando las cosas a un punto crítico.

Observé como Ray se dirigió al armario, en donde se encontraban algunas prendas que el dejó cuando venía a quedarse conmigo.

Salí de la cama y fui hacia el comedor. El desayuno que Ray había preparado aún seguía en los sartenes que utilizó. Coloqué los platos y utensilios que me servirían sobre la mesa y comencé a repartir.

Coloqué todo en la mesa y me senté dispuesta a esperarlo.

Mis manos se dirigieron a mi cabeza, recostándome en ellas, solo pensaba.

-¿Por qué no puedo alejarme, Dominique?- Pregunté a la nada, o eso creía.

-¿Alejarte de qué?-Cuestionó Ray hacia mi dirección. Levanté el rostro prácticamente saltando de golpe. Estaba sentado frente a mi, atento.

-Alejarme... la idea de recortar mi cabello.-Mentí de la manera más absurda que alguien podía hacerlo.-He estado pensando en recortármelo, ya sabes... No me gusta el hecho de tenerlo amarrado en una trenza francesa toda la temporada.-Le dije, en parte era cierto. No lo había pensado tanto, pero realmente me cansaba tenerla.

-Oh...-Respondió, tal vez un poco crédulo.-Cabello rojizo y corto. Sería un placer ver eso en ti.-Confiesa sonriente, empezando a comer. Gracias a Dios, el asunto no estuvo más tiempo de lo necesario en su cabeza.

-Si bueno, veremos.-Dije también sonriente, pero de una manera menos natural.

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Eran las tres y media de la tarde, Ray se dirigiría hacia su trabajo mientras yo me quedaría en el apartamento por el momento.

De un momento a otro recordé lo que le dije a Dom antes de que ella fuese hacia el elevador. Le dije que la llamaría, se me olvidó por completo.

Aunque mi razón luchaba por dejar de marcar su numero en el teléfono, nada pudo evitar que corriera la llamada hasta escuchar su dulce voz al otro lado de la línea.

-¿Kat?-Habló. Mi sonrisa se hizo presente de repente, joder.

-Domie.-Me aclaré la garganta.-Perdona por no llamarte ayer, estaba un poco cansada. No me di cuenta cuándo me quedé dormida.-Hablé yendo hacia mi recámara y saliendo al pequeño balcón de mi edificio.

-Todo bien, yo también estaba cansada. No te preocupes. Eh, ¿Amaneciste bien?-Preguntó con cierto nerviosismo que pude detectar.

-Perfectamente.-Respondí.-¿Y tu?-No sabía qué decir para ser sincera. solo sabía que quería escucharla, por lo menos unos cuantos minutos.

-Mejor que nunca.-Escuché su pequeña risa de fondo.

Pasamos el rato solo hablando de temas vanos. Fueron más que minutos.

Nuestras risas por cada ocurrencia aumentaban cada vez más. Ella me contaba anécdotas de su vida cada que tenía la oportunidad que hasta cierto punto, sentía que sabía ya bastantes cosas sobre ella.

Después de un largo rato, retomé nuestra conversación sobre los apartamentos. Era la única excusa que tenía para poder verla y estar con ella. Aunque se que podía invitarla a salir a algún lugar o a tomar algo fácilmente, pero no quería enfrentar la situación de esa forma. Podría llegar a ser muy confuso para ella y no quería que eso llegase a suceder.

-Realmente me quedé sorprendida con Acappella y creo que ya tengo la decisión tomada.-Me cuenta estando segura.

-Es un lugar precioso.-Concordé con ella.

-De verdad quiero que me acompañes, si no es molestia. Te juro que solamente iremos a cerrar el contrato...-Habló apenada.

-Quiero ir, Domie. Sería un placer ayudarte.-Interrumpí para que no siguiera.-Dime cuando estés decidida.-Dije.

-Te avisaré.-Contestó.-Ten una maravillosa noche Kat...Te...te quiero.-Habló cortando al instante.

-Yo a ti...-




Butterfly (DomKat) [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora