Capítulo 30

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5:33 p.m.

Estábamos saliendo de pasadena, definitivamente Kat se dignó en buscar muchas buenas opciones.

Opciones variadas que se redujeron a tres posibles.

Uno de ellos era Acappella Apartaments, definitivamente regresaría de nuevo a ese lugar, era hermoso.

-Espero tomar la mejor decisión.-Hablé hacia Katherine.-Acappella me encantó, y está buenísimo que quede cerca de lo céntrico y del set.-Terminé por decirle.

-En mi sincera opinión, yo creo que es uno de los mejores lugares que vimos. Cuando tomes la decisión podemos venir, o incluso puedes decirme si te apetece ir a explorar más lugares.-Me ofreció amable, regalándome una de sus sonrisas.

-Por supuesto. Muchísimas gracias por todo Kat, has sido la mejor compañía y la mejor consejera.-Comenté acariciando levemente una de sus manos que estaba en la palanca de cambios del auto.

-Solo quiero ayudarte en lo que pueda, no es nada Domie.-Respondió llamándome de nuevo por el apodo que me había puesto. No miento, antes de ella nadie me había llamado de esa forma. Es tan especial que lo haga.

Le sonreí de manera sincera, no quería que el día acabara, y como un regalo del universo, volteé de repente hacia la ventana reconociéndo un atajo. Antes de que ella giráse hacia la calle principal, pedí que siguiera el camino, a lo que ella dudosa aceptó.

-¿Quieres secuestrarme?-Preguntó cuando continuamos.

-Si, podríamos llamarle de esa forma también.-Le contesté divertida, mordiendo mi lengua de forma juguetona y pícara.

-Confío en ti pero, ¿a dónde vamos exactamente?-Me miró duvitativa después de preguntar.

Solo reí ante la situación.

-Solo quiero mostrarte algo.-Me limité a decirle, alzando los hombros de forma divertida.

De nuevo sonreía, y no, no me cansaría jamás de verla de esa manera.

En estos momentos exactamente, era cuando más quería que todo a mi al rededor se volviera más lento, casi al punto estático. Con la única intención de admirar por más tiempo estos instantes que, lamentablemente eran tan fugáces...

No pararía de verla, ni por que Brie Larson se paseara frente a mi.

Su perfil; sus ojos, las pequeñas líneas de expresión alrededor de ellos, su sonrisa, sus labios, su magnífico hoyuelo y su cabello ahora castaño hondeandose tan perfectamente gracias al viento que entraba por su ventana abierta.

Ahora tenía fe. El mayor milagro que me pudo haber pasado estaba al lado mío, usando unos jeans rasgados.

Iba guiando el camino (no tan largo) hacia el lugar apartado de la ciudad.

-Domie....-Llamó mi atención.-¿Estas segura de que es por aquí?-La noté preocupada.

-Tranquila, confía en mi. Te encantará.-Rogué por que no tuviera miedo, aunque sabía que era peligroso no saber tanto de ese lugar, quería mostrarselo en serio.

-¡Es por allá!-Hablé ahora emocionada por ver la pequeña casita.

En este tiempo, el cielo comenzaba a oscurecerse cuando realmente era muy de noche, así que la claridad del día aún no se despedía.

Ella entrecerró los ojos tratando de observar qué era lo que le mencionaba.

Luego de darse cuenta, giró solamente sus ojos hacia mi, viéndome con miedo, casi se le salían de sus cuencas, era muy divertido.

Butterfly (DomKat) [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora