Butterfly (DomKat) [EDITANDO]

Capítulo 39

Punto de vista Katherine.

Ray, una llamada perdida.

Mensaje:
~¿Katherine? ¿Estás bien? Tus papás están en tu apartamento preguntando por ti desde ayer por la noche...~

Demonios.

Iba releyendo lo que Ray me anunció minutos antes, saliendo del edificio de Dominique hacia unos metros más adelante, en donde se encontraba el mío.

Ojalá que él no se encuentre ahí junto a ellos, eso solo me complicaría a la hora de las justificaciones.

Traté de no apresurar tanto el paso para matar un poco el tiempo, al llegar suspiré, tratando de pensármelo y no pensármelo al mismo tiempo.

Sabía que podía hacer cosas sin permiso de mis padres y sin avisarle a mi novio, era algo mío y los problemas con eso nunca se asomaron en mi vida, pero sabía que ellos claramente se preocuparían si no supieran nada de mi en casi dos días.

Abrí cautelosamente la puerta de madera de mi habitación, cerrando los ojos intentando no hacer tanto ruido.
No los abrí hasta que el sonido de un "click" anunció que estaba cerrada, así que al hacerlo, mi mirada cayó justo frente a mi madre, con una expresión un tanto (muy) enojada. Sus ojos estaban algo frívolos y su rostro no reflejaba algo distinto.

Tragué en seco.

-¡Mamá, no sabía que llegarían!-Hablé hacia ella con una sonrisa, un tanto nerviosa, pero a decir verdad, sí me alegraba de verla. Intenté acercarme pero mis piernas temblorosas me lo impidieron.

-No nos dijiste que saldrías Kat, estábamos muy preocupados por ti, tu padre está dormido en tu habitación, se quedó esperándote toda la noche despierto.-Me miró con reproche.-¡Te avisamos nuestra llegada!-Reparó un poco alterada.

Cerré los ojos con fuerza y golpeé levemente la parte tracera de mi cabeza con la madera de la puerta.

-Realmente lo olvidé, lo lamento mucho.-Dije sin abrir mis ojos.-¡Es que en serio se me pasó por alto! Estuve muy ocupada ayudando a... una amiga.-Hablé pausadamente, ahora viendo sus ojos. Ella levantó una ceja.-Y... uh, no medí el tiempo. Estaba mudándose aquí cerca del apartamento, entonces le ofrecí mi ayuda.-Aclaré.

Al parecer mi respuesta la tranquilizó, pues suavizó su ceño fruncido y asintió levemente.

Sin querer dejé soltar el aire que no sabía que retenía y miré hacia mis pies.

Escuché que se acercó y me plantó un beso en la mejilla, era un poco más baja que yo, así que se abrazó a mi cintura.

Sonreí ante su acto, mi madre era estricta, pero la mayoría del tiempo, un amor.

La abracé por encima de sus hombros.

-Me preocupé mucho.-Susurró.

Sus palabras fueron dolorosas, sabía que los había hecho sentir mal, pero sinceramente olvidé todo estando con Dominique...

-Te juro que no vuelvo a olvidarlo.-Respondí acariciando su cabello.

-¡Katherine! ¿Son estas las horas de llegar?-Escuché a mi padre hablar desde un costado, con su voz asueñada.

-Tranquilo, ya le di un sermón.-Habló mi madre, ahora solo abrazándome de lado.

Le mostré una sonrisa.

-Oh bueno, menos mal... No quería reprocharte cariño.-Habló yendo hacia mi, mi madre me soltó de su agarre y pude ir a su encuentro, abrazándole con fuerza. Mi padre era tan tierno.