Butterfly (DomKat) [EDITANDO]

Capítulo 55

(Hola hermosos lectores, me gustaría que, cuando yo indique, puedan reproducir la canción "Missing you, Night Traveler" y repetirla si es posible, gracias.)

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8:50 p.m.

Llegué a mi apartamento y dejé mis cosas regadas por todo el pequeño espacio. Me sentía realmente cansada. Trabajar tantas horas seguidas no debía ser menos que agotador.

Me quité la ropa en el camino y entré a la ducha. Solo quería un baño refrescante y tibio que me quitase todo aquel peso que sentía. Quizás con el agua recorriendo mi piel no extrañe algo más, o a alguien más.

Dejé que el agua cayese y sentí el escalofrío de la sensación. El ambiente ya estaba comenzando a helar. Me tardé lo más que pude en el agua, observando por la ventana de la ducha a mi derecha; a penas veía los edificios más altos, pues la niebla había caído.

Me centré de nuevo en mí y solo quise pensar en esos momentos.

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Había terminado la ducha, estaba sentada a la orilla de mi cama, solo con pijama y mi cabello medio seco, (gracias a la secadora) pensando en qué hacer. No podia dormir a pesar del cansancio, pues ese, más bien era el peso de pensar en todo lo que sucedió ese día. Tenía el teléfono en la mano, quería llamarle. Esa noche se sentía más vacía sin ella, por alguna razón. Y la almohada con su nombre que yacía en mi cama, seguramente no haría ninguna diferencia en esos momentos.

Apreté los labios y me tiré sobre el colchón completamente.

Algunas gotas de lluvia sonaban al caer y chocar contra el balcón. Era una lluvia leve, y relajante. Podía dejarme ir con su sonido, y dejar que me llevase a cualquier lugar cerrando los ojos, el problema, era que solo pensaba en que me llevase a donde ella estaba. ¡Ah! Todo, absolutamente todo me tenía loca, y no de una buena manera. Sentía perderme en cada sentimiento dentro de mí. Era tortuoso, e insaciable. Mis piernas temblaban de ansiedad y desespero. Solo quería volver a sentir que ella abrazaba mi cuerpo contra el suyo, que mis ganas, que mis anhelos, tenían su nombre. Al paso de los recuerdos que me carcomían, mi corazón acelerado suplicaba una respuesta de mi parte. Sentí una lágrima caliente bajar, recorriendo mi piel, y una súplica, sin palabra alguna, salir de mi boca.

Dios santo, cuánto la extrañé, y aún lo hago.

¡Al diablo la negación de mis ganas más profundas!, ¡al diablo mi orgullo y cada maldita cosa que me aleje de lo que más quiero en este mundo!

Lo decidí sin titubear en cuestión de segundos, mis manos nerviosas, mi vista borrosa y mis ganas desesperadas. Tomé el teléfono y marqué su número, tan apresurado que fue instantáneo, haciendo que este se sacudiese por el temblor de mi mano. Cerré los ojos con fuerza para obligar a mis lágrimas dejar mis ojos, y respiré profundo para aclarar mi garganta, seguramente mi voz estaba rota, casi como yo entera.

Escuché un solo tono, antes de oír su voz al otro lado de la línea.

- Domie - Susurró mi nombre, como si no pudiese creerlo.

Esperé mucho tiempo antes de contestar, tuve que alejar el teléfono de mí y tapar mi jadeo con una mano, ella no volvió a hablar, pero aún seguía en la línea. Un maldito y desesperado "te extraño" amenazaba con desgarrar mi garganta, pero me contuve. Aclaré mi garganta.

- Lo lamento, estoy actuando sin pensar, creo que me acostumbro a eso - Le dije. Quería gritarle todo lo que sentía, pero ella quería decirme algo; sentía curiosidad por ello, pero a la vez, quizás aquello sea algo que le emocionase, o algún nuevo proyecto que tenía y quería contarme, y yo sin pensarlo, la detuve. - Estoy un poco confundida por todo, pero, antes que nada, tú dijiste que me tenías algo por contar. - Paré. - Y yo, fui demasiado egoísta para no escuchar. Quiero que sepas que, puedes decirme todo sin detenerte. Estoy y estaré siempre para ti, y eso lo sabes, a pesar de todo. - Mi voz comenzó a quebrarse en lo último, así que paré. Ella suspiró profundamente.