Capítulo 51

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Punto de vista, Dominique.

A medida que avanzaba lejos de aquella cabaña, se me hacía eterno el camino. De vez en cuando volteaba hacia los retrovisores de mi auto y veía polvo, sin más.

Respiraba de manera acelerada y mis dedos rebotaban de manera exagerada en el volante. Estaba llorando, y apretaba mis ojos para que las lagrimas no me tapasen la vista. No quería atraer una nueva tragedia a mí hasta este punto. Bueno, ¿Quién querría?

Comenzaba a hipar por la cantidad de llanto que guardaba dentro de mí, así que mi mejor opción fue escoger una calle diferente, que me llevase a un lugar en dónde parquear lo más antes posible y dejar fluir mis penas.

¿Por qué me tenía que doler tanto no poder abrazarle?

No poder sentirme como en casa a la altura de sus latidos...

¡Es que no entiendo!

Ella no se ha desaparecido de mi vida, ella sigue aquí y en unos cuantos días incluso, nuestros labios volverán a reconocerse... ¡No puedo estar sintiendo esto! ¡Es absurdo! ¡Es inaceptable!

¿Por qué mi amor por ella no acepta que no será como antes?

De vez en cuando mis pensamientos explotaban hasta gritarlos dentro de mi auto. Le gritaba las preguntas al viento que me pegaba en el rostro, al polvo que yacía en el asfalto, a los árboles que adornaban el camino... ¿De cuál de todos ellos esperaba una respuesta? ¿Quién se supone que me creía?

Coloqué las luces intermitentes y me ahorillé en una recta bastante amplia y desolada. Apagué el auto y mis manos halaron mis cabellos primero para después posarse por mi rostro y esconder mis lagrimas. Las palabras de Jazmín se repetían en mi cabeza una y otra vez.

Desahoga tus penas, Dominique.

Desahoga tus penas, Dominique.

Desahógate...

¡Y era eso lo que quería con más ganas!

Pero al parecer no era lo suficiente.

Cada vez sentía menos desahogo en mi llanto, como si el riachuelo se volviese en mar con cada gota que derramaba.
Como si ese "desahogo" dentro de mí quisiese reponer su vacío inmediatamente.

Me sentía tan inundada como nunca.

Y necesitaba explicaciones, muchas explicaciones.

¡Lo he aceptado, Katherine!

Pero, al parecer, mi pequeño amor no lo ha hecho...

Mi maquillaje ahora, se encontraba totalmente esparcido por todo mi rostro, lucía más que fatal. Podría asutar a un niño y a su madre en conjunto con este aspecto.

Mis ojos estaban hinchados y casi me suplicaban que parase.

Suspiré luego de varios minutos estacionada en esa zona, tenía que seguir, sin embargo, no quería.

¡Joder, qué imbécil!

Imbécil al pensar que ella me había elegido a mí después de todo.

¿Pero quién me creía?

Estaba tan claro, que lo nuestro ya no sería "nuestro" y que ahora sería de ellos nada más. De todos aquellos quienes amaban vernos de nuevo juntas, siendo Nicole y Waverly.

Waverly... cuánto quisera ser tú ahora mismo y siempre.

Sacudí mis pensamientos y me restregué los ojos hasta sacar cada lagrima de ellos. Me quedé ahí por más tiempo de lo que esperé para recuperar mis sentidos y volver al camino directo a casa.

Butterfly (DomKat) [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora