Capítulo 37

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Me levanté rápidamente dirigiéndome a mi maleta para sacar una braga limpia de ella y me la puse, solo la usaría por un rato, pues aún entraría a la ducha.

Ella me siguió con la mirada y le avisé que iría sacando lo necesario para preparar algo mientras ella se cambiaba, asintió. Me dirigí primero al baño, en donde me cepillaría los dientes y me lavaría el rostro, luego, me dispuse a ir hacia la cocina, en donde (gracias a ella) todo estaba muy bien ordenado.

(RUDE!-Magic)

Comencé a buscar mientras las canciones aleatorias de mi teléfono sonaban. Estaba contenta, sentía que podía sacar miles de mariposas de mi interior por cada sonrisa que me salía.

Entonces así era como se sentía...

Así se sentía tocar el cielo con alguien.

Así se sentía ser libre.

Así se sentía estar...

-Knocked on your door with heart in my hand- Tarareó ella la canción de Magic que sonaba por los parlantes de mi teléfono detrás mío, abrazándome pegando su cuerpo a mi espalda y plantandome un beso fugaz en la mejilla, logrando que mis pensamientos no terminaran de completar la frase en mi cabeza... reaccioné y coloqué mis manos en las suyas, que estaban rodeando mi cintura y meciéndome de un lado a otro como si bailásemos de una extraña forma. La canción comenzó a tomar más ritmo y ella con emoción saltaba y bailaba en la misma posición conmigo. Reíamos y casi gritábamos las líneas, ahora saltando con más euforia. Ella me tomaba de las manos e ibamos de un lado a otro solo disfrutando del sabor del momento.

Paramos cuando nuestros rostros estaban frente a frente. Mi sonrisa y la suya podían incluso parecer eternas, tan encajables la una con la otra.

Posó sus labios en la piel de mi frente para luego posar su mentón en mi cabeza, su cuello estaba a mi disposición, así que escondí mi rostro en él, aspirando su aroma y aferrándome aún mas a su cintura.

No podría explicar ni con las palabras más sencillas, qué era exactamente lo que sentía cuando ella me tenía en sus brazos. Podría decir que me sentía segura, pero era más que eso... Sí lo sentía, sin embargo esa no era la palabra correcta. Tal vez la que más se asemejaba.

Sentía como si hubiera nacido en sus brazos, y ahora, allí mismo quería morir.

¿Exagerada?

Tal vez, pero solo le quiero dar a mis palabras algo de libertad.

Oh Dios, ¡Que alguien me arranque de inmediato este sentimiento! o le pediré matrimonio en este instante, y eso sería demasiado apresurado.

Tragué en seco escuchando su corazón acelerarse a cada segundo, un poco más. Su respiración de nuevo se escuchaba apresurada.

Nunca me había fijado en detalles así cuando salía con mis ex parejas. Esto era nuevo, como cada cosa que hacía con Kat, era maravilloso.

¿Por qué no podíamos dejar de sentirnos?

Era algo inevitable.

Como si nuestros cuerpos de verdad quisieran ser uno solo.

Como si fuesen almas gemelas.

-¿Desayunamos?-Preguntó luego de un rato, pero sin dejar nuestras posiciones. A duras penas me retiré de su cercanía y la vi a los ojos.

-Por supuesto. ¿Qué se te apetece?-Pregunté emocionada sosteniendo su mano con la mía y dirigiéndonos de nuevo a la cocina, ya que por nuestro alocado baile resultamos en la sala.

-Hm, no lo sé, dime tu.-Respondió de forma suave con un tono de voz delicado. Era impresionante como su voz podía adaptarse a diferentes tonos, y aún así seguir escuchándose impresionante.

-¿Te apetecen Tostadas francesas veganas?-Pregunté hacia ella, que me respondió con un efusivo "si" asintiendo a la vez.

-¿Tenemos fresas?-Preguntó de vuelta. Debo de admitir que me encantó la forma en que su pregunta surgió, como si se tratase de un verdadero nosotras de manera plural.

-Claro que tenemos fresas.-Contesté yo con una sonrisa sincera en mi rostro. Ella sonrió de alegría.

-¿Puedo preparar yo el licuado? ¿Si?-Siguió, viéndome para esperar mi aprobación. ¿Cómo podía decirle que no?

Le di un pequeño beso en los labios de repente, suspirando a la vez. ¡No pude evitarlo!

-Si puedes.-Susurré separándome de ella.

-Genial.-Habló de manera ida, con los ojos cerrados y una sonrisa delicada de lado, como si mi beso la hubiera descolocado.

-Andando.-Le dije divertida, yendo hacia los muebles para poder sacar lo que necesitaba. Ella siguió mis pasos y fue directo al refrigerador.

Ella estaba lavando las fresas y yo preparaba la mezcla para las tostadas.

-No sabía que el edificio tenía un Gimnasio.-Habló ella y yo volteé a su dirección para ver que Katherine estaba observando el volante de Acappella.

-¿Un gimnasio, eh?-Hablé acercándome a ver el papel.-Me vendría bien eso, ahora que estaré menos ocupada sería perfecto.-

-Lo imagino, aunque no por tanto. En menos de lo que esperamos Emily nos dará las indicaciones y el siguiente guión de la temporada.-Dijo divertida, agregando la leche de almendras a la mezcla.

-Ojalá que sea pronto, ¿sabes? Estoy demasiado ansiosa por ver qué pasará.-Confesé.

¿Qué pasaría en la segunda temporada?

¿Y qué pasaría con nosotras?

-Tienes razón, Emily siempre trae sorpresas consigo.-Dijo terminando de licuar el batido.-Será emocionante, de eso estoy segura, y podremos vernos aún más seguido.-Susurró pícaramente comenzando a acercar sus labios a los míos, sin tocarlos aún.

-Hm, maravilloso.-Respondí con el mismo tono, cerrando nuestro espacio por un momento, tomando su labio inferior entre mis dientes haciendo que ella soltara un leve gemido por la fuerza, al hacerlo tomó mi cintura de manera autoritaria y me apretó contra ella.

Gemí por su brusquedad.

Era tan sexy cuando me hacía eso.

Subí mis manos a su cuello y olvidé por completo que aún tenía la mezcla para las tostadas en ella.

Me separé en seguida y ella se quedó con los ojos abiertos como platos, sintiendo el líquido frío bajando por su cuello y perdiéndose en la camisa que llevaba puesta.

-¡Perdoname, te juro que no fue mi intención!-Hablé apenada buscando un trapo para secarla. Ella comenzó a reírse y dejó que el trapito absorbiera lo que estaba en su piel.

-Ya sé que no lo fue Domie, tranquila.-Me habló dulcemente, posando sus manos a cada lado de mi cintura.-¿Te ayudo a preparar las tostaditas?-Preguntó moviéndome de forma graciosa.

-¡Si!-Hablé emocionada.-Espera, traeré mantequilla de maní para huntar.-Dije esto antes de plantarle un beso sonoro en los labios y separarme de ella.

Antes de ir, noté como ella se relamió los labios y sonrió hacia un lado, mostrando su precioso hoyuelo.

¡Agh! ¿¡saboreaba nuestro beso!?

¡Basta de emociones, Dominique!

Tragué en seco por la emoción que ese momento me dio, y me dirigí a buscar lo que necesitaba.

Di un pequeño saltito de alegría antes de ir al cajón donde el ingrediente se encontraba, quise que el salto no se notara tanto, pero al parecer sí lo hizo, pues ella rió alto y yo enrojecí al instante.

¡Por favor!

Katherine es todo un sueño.

Butterfly (DomKat) [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora