Punto de vista, Dominique.
Momentos antes de la despedida.Suspiré exageradamente profundo. En compañía de Melanie, me dirigía hacia el parqueadero. Ella estaba a mi lado hablando de algún asunto, alguno muy indiferente a mí, o eso creía, pues mis pensamientos se encontraban aún en aquel abrazo de hace momentos.
No podía describir lo confundida que me sentía y lo confundidos que mis sentimientos estaban. Había ansiado tanto sentir su tacto tan cercano, pero al mismo tiempo sabía que todo esto debía ser más profesional, más serio.
Sabía que tenía que tener más cordura al acercarme a ella.No sabía si aquel gesto de nuestros cuerpos fundiéndose en cercanía, era lo más glorioso, o lo más decepcionante de mí.
-Entonces un oso atacó a mi marido y se comió el picnic de esa tarde. ¿Puedes creerlo? ¡Se comió el picnic! -Escuché a Melanie de nuevo, saliendo de mis pensamientos.
-No puedo creerlo. -Respondí simplemente, no sabía de lo que hablaba, para ser sincera.
Ella me golpeó el brazo.
-¡Ah! ¡¿Qué te pasa?! -Pregunté confundida.
-¡No estabas escuchándome! -Casi gritó.
-Sí lo hacía... me dijste algo sobre el picnic -Le dije, no tan convencida.
-¡No! Eso lo dije para verificar si estabas escuchándome, ¡Y claramente no lo estabas haciendo! Te estaba hablando sobre el cambio de horarios para las grabaciones -Me comunicó. -¿En qué piensas tanto? -Preguntó.
-En... ¡en nada! -Hablé un poco nerviosa, para mi desgracia. -Estaba en mi mundo, solo eso. Lamento no escucharte, Mel. Es solo, que estoy tratando de organizar mi mente. -En parte, eso, era cierto.
-Ese abrazo te robó los pensamientos. -Afirmó antes de dirigirse a su auto.
Detuve mis pasos y me quedé estática en ese momento. ¿Notaría algo más en ese abrazo? No. Ese abrazo solo fue de dos amigas que extrañaban verse. Solo era eso.
-Ese abrazo no tuvo nada en especial -Le aclaré, antes que subiese a su auto.
Ella rió y me guiñó un ojo antes de cerrar su puerta y entrar por completo.
Suspiré queriendo creer lo mismo que grité y me apresuré a llegar a mi auto para poder despejar mis pensamientos del lugar, lo más rápido posible. Entré y lo primero que hice fue encender mi auto y salir de ahí. Antes de volver a toparme con Katherine.
Antes de volver a cometer otra acción erronea.
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Iba en dirección a mi apartamento, escuchando el canto de un artista en la radio. Una canción pegadiza que me disipó los pensamientos y me hizo entrar en sintonía.
Llamé a Jazmín. Le pregunté sobre la posibilidad de reunirnos y salir a comer. Ella aceptó mi petición y la cité en el café/bar a un costado del parque que se encontraba cerca de mi apartamento.
Parqueé mi coche en el estacionamiento de mi edificio.
Estando justo a punto de abrir la puerta, el calor de una palma sobre mi hombro me hace gritar y apartarme rápidamente de mi sitio.
-¡Dominique! Lo siento, no quise asustarte así... -David se disculpaba con una sonrisa nerviosa. Una de sus manos jugaba con su corbata y la otra se escondía detrás de él. El disgustoso susto no me dejó otra expresión en el rostro, más que la de extrañeza.
-David, ¿qué pasa?, ¿Qué haces aquí? -Pregunté, tratando de sonar agradable.
-Yo... estaba esperándote en el parqueadero. Quise traerte algo, para hacerte sentir mejor -Él extendió su brazo hacia mí, entregándome un gran ramo de rosas rojas.
Yo, extrañada ante todo, recibí el obsequio que me entregaba. Eran muy lindas, despedían un aromático olor agradable.
-Gracias, David. -Sonreí. -Pero, ¿a qué te refieres con hacerme sentir mejor?
-Pues... sé que ha pasado mucho tiempo desde aquella vez que tú y la novia de Ray tuvieron una discusión. No me contestabas los mensajes desde entonces y, supuse que era algo que te afectó mucho. -Me dijo. Me fastidiaba el hecho de que no la llamase por su nombre.
-Katherine. -Corregí sin ganas. -Y no, está bien. Es solo el estrés del trabajo lo que me tiene así. Ese malentendido de aquel día ya no es relevante. -Volteé hacia otro lugar.
-¿Estás segura? Porque, si tienes algo que decirme estoy aquí. - Ofreció. - Al parecer ella también estaba afectada con lo ocurrido y se me hizo muy extraño que estuviese suplicándo que...
-¡David, basta! -Grité. No podía escuchar un segundo más. -Te dije que todo está bien. Para con eso. Está en el olvido. Y gracias por las flores, hasta luego. - Entré a mi apartamento y cerré la puerta, sin esperar ninguna respuesta de su parte. No podía creer que, a pesar de todo lo bueno que venía, cualquier cosa me haría recordar que yo no fui más que una opción más.
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Jazmín tocó a mi puerta horas después. Ella venía con una sonrisa que me contagió, al parecer tenía buenas noticias sobre su nuevo trabajo junto a mí. Eso me hacía sentir protegida, pues sabía que podía contar con mi mejor amiga, siempre.
Salimos en camino a al café/bar. En el transcurso, Jazmín me dijo que tenía una noticia para mí, pero que tenía que esperar hasta la despedida para decírmela. Estaba entusiasmada por ello, y curiosa también. Tanto misterio me tenía así, pues era raro eso en ella.
Terminamos hablando de cualquier cosa estando allí. Mis pensamientos negativos volaron como mariposas al estar concentrada en las noticias buenas. Al estar al tanto de todo, y al sentir la calma que refrescaba mis adentros, sentí las horas pasar como segundos y en poco tiempo, la hora de despedirnos se acercaba.
-Siempre es bueno para mí que estés conmigo, pulga -Habló Jazmín. Yo sonreí negando.
-Debería ser yo quien te diga eso. -La abracé. Estábamos frente al edificio de su prometido, Sergio. Eran las cuatro de la tarde.
-Hey, Pulga. -Llamó mi atención. -Un apuesto galán me preguntó por ti hace unos días. -Anunció levantando sus cejas de manera graciosa. Yo me quedé estática. ¿Qué? ¿de quién me hablaba?
-¿Un apuesto galán? -Pregunté hacia ella, me hizo reír la forma en que lo dijo, pero aún así no entendía a quién se refería. -¿Y lo conozco?
-Sí, y muy bien. -Afirmó con una sonrisa. Yo lo pensé mucho, hasta que de nuevo, Jazmín tomó la palabra.
-Él se mudó a Pasadena hace solo unas semanas y quiso saber cómo encontrar a su vieja amiga. Ahora lo verás sin delantal... -Bromeó y fue ahí donde supe de quién hablaba.
-¿¡Ivan!? -Levanté la voz.
-Sí -Afirmó mi amiga, riendo. Automáticamente llevé una de mis manos hacia el pequeño dije con la letra "D" en aquel collar que él me había obsequiado, días antes de mi mudanza a Pasadena. No lo había usado por un tiempo, pero, días después del acontecimiento con Katherine, decidí llevarlo conmigo de nuevo.
-No puedo creerlo. Ha pasado mucho tiempo -Hablé entusiasmada. Ivan era un gran amigo para mí, y el saber que estaba en la misma ciudad que yo, me emocionaba.
-Me contactó a mí porque cambiaste de número. Dijo que estaba asustado por estar en una nueva ciudad, pero emocionado por volverte a ver. -Jazmín no dejó su sonrisa desde que me dio la noticia. Al parecer, sabía que su presencia también me haría bien.
-Lo veré inmediatamente después de las grabaciones. -Hablé con una sonrisa. -¡Tengo tanto por preguntarle! -Hablé sonriente. Era bueno saber que estaba cerca ahora.
Mi mejor amiga me dio el número de Ivan, después nos despedimos con un abrazo y me dirigí hacia mi edificio.
Esa noche, sabía que no podía esperar, así que llamaría a Ivan.
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Butterfly (DomKat) [EDITANDO]
FanfictionHe vivido poco, pero lo poco que he vivido ha sido muy intenso hasta ahora. ¿Es posible que lo que sienta solo sea algo-como una distracción- que mi inconsciente haga para dejar de ser tan negativa? ¿O solo soy yo que quiero creerlo así? No sé, inc...