Butterfly (DomKat) [EDITANDO]

Capítulo 41

Punto de vista Dominique. Días después.

Recién me desperté de un sueño matador, comenzando mi día a las 8:49 horas de la mañana. Estaba comenzando a ordenar mi pieza cuando el teléfono sonó anunciando un mensaje.

-Es imposible predecir si estás despierta o no, así que si respondes esto ahora, me daré cuenta de lo obvio y si no, posiblemente el ruido de tu teléfono te despierte (perdón por eso) y me reproches, ya sé que lo merezco, así que dime lo que sea. Solo quería contarte... estoy libre hoy, adelanté algunos asuntos para verte lo más pronto posible, realmente te extraño.

¿La biología puede explicar cómo mi corazón siente que se derrite por ella?

-Desperté hace algunos minutos, tal vez predecirlo para ti ya no sea tan imposible.-Envié.-No sabes lo mucho que esperé tu mensaje. ¿Qué te parece encontrarnos a las tres de la tarde?-Pregunté, esperando su respuesta.

-No te imaginas lo orgullosa que estoy por haber acertado, te lo juro.-Contestó con humor.-Y me parece perfecto, ¿Puedo pasar por ti?-Preguntó.

-Por supuesto, Kat. Entonces, así será... Estaré esperandote. ¡Te veo en unas horas!-Anuncié en forma de despedida.

-Estoy ansiosa por verte.-Fue su último mensaje.

Me metí a la ducha rogando por que el tiempo me favoreciera esta vez.

Sentí el agua tibia en contacto con mi piel por un largo rato, hasta estar lista y salir.

Después de colocarme ropa cómoda por el momento, me dirigí hacia la cocina. Preparé cualquier cosa que se me viniera a la cabeza en ese momento, desayuné y luego de eso cepillé mis dientes.

Bien, matar el tiempo esperando a que de una cierta hora se me hace tan eterno. ¿¡Por qué tiene que ser tan martirizante!?

----
Pasé el tiempo haciendo cualquier cosa, hasta que noté el reloj después de un largo tiempo. 1:34 p.m.

¡Ah, joder! Ya casi.

Para el almuerzo me preparé algo ligero, y además, también hice los Sandwiches que le dije a Kat que llevaría, los metí todos en una canasta y me aseguré de que llegasen calentitos adonde sea que fuésemos.

Después de cepillarme me dirigí al clóset, en donde anticipadamente, había dejado lo que llevaría ese día.

Ondeé mis cabellos de forma ligera y me coloqué un vestido de verano color naranja con pequeñas flores de adorno. Unas sandalias elegantes blancas adornaron mis pies y me coloqué un maquillaje ligero.

El reloj marcaba ahora las 2:39 horas.

Estaba viendo mi reflejo por último en el espejo y noté el pequeño dije de la cadena que colgaba por mi cuello, la cadena que Ivan me obsequió el último día que lo vi. Demonios, no volvimos a estar en contacto después... ¿Seguirá en Santa Mónica?

Observé el pequeño detalle. Debería llamarle, tal vez lo haga después de la cita que tendría con Kat.

Escuché un golpe en la puerta que hizo que diera un ligero respingo de sorpresa, mi corazón se aceleró sabiendo de sobra quién estaba del otro lado.

Tomé las cosas que llevaría y la canastita junto a mi bolso, vi por la mirilla y me aseguré de que era ella quien me esperaba. Efectivamente, mi hermosa cita estaba aquí.

Giré la perilla y me encontré con Kat al otro lado de la puerta, sosteniendo una bolsita pequeña en donde estaban los zumos de manzana que prometió y en la otra una pequeña petunia roja que yacía en una maceta. Era realmente pequeña y tierna.